RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 30 de junio de 2015

MARTES 23: A MERCEDES LE COMIENZAN A FUNCIONAR LAS COSAS

"No hay mal que acabe con todo, salvo la muerte que es el mejor final y es donde se terminan todos los males"

Dice el refranero español que no hay mal que 100 años dure ni cuerpo que lo resista. Eso debe haber ocurrido con el pequeño calvario que ha soportado mi mujer, que ha llegado al final, por fin. Las plantillas y sus retoques han sido actor principal en esta película así que nos alegramos de haber tomado esta iniciativa. El martes propuse a mi mujer hacer un interval a razón de 4 fuertes y 1 suave, calcado al que yo había hecho el día anterior. Así que nos fuimos hacia el norte y cuando hubimos calentado comenzamos con la tarea. A ella se le veia suelta, con sus zapas más ligeras, y en esta ocasión sin plantillas (no las llevaba porque las había dejado a la podóloga para que les pusiera un poco de acolchado en la parte más dura). Uno a uno fueron cayendo los cambios de ritmo con buenas sensaciones. Además, no hacía mucho calor por lo que la temperatura ayudaba a realizar un entreno intenso. Ya a la vuelta tuvo un pequeño bajón en la cuesta, que le pilló en pleno cambio, pero pronto se recuperó. También tuvimos un pequeño problema ya llegando y es que la cadera le comenzó a molestar un poco, aunque fue breve y sin importancia. Esta molestia venía a corroborar que no debe correr sin plantillas.

Nos salió 1 hora y 9 minutos para cubrir 12 kilómetros. Un muy buen entreno


LUNES 22: A APRETAR LOS DIENTES QUE VIENE LA PARTE DURA DEL PLAN

"Si no sabes donde vas por este camino podrás disfrutar del paisaje pero puede que llegue el momento en el que te des cuenta de que andas perdido"

En los últimos días se habían acrecentado las dudas en relación a cómo iba a participar en la Maratón de Helsinki: si por libre o con mi mujer. Siendo su primera maratón no quiero dejarla sola y a su vez quiero vivir una experiencia tan especial con ella. Por otra parte esta carrera la había programado como una oportunidad de volver a correr rápido, por debajo de 3 horas, tras tres maratones en las que por unas cosas u otras no ha sido posible (Málaga por lesión aunque la terminé, Sevilla por hundimiento aunque también la terminé y Valencia por no estar preparado para ir a tope, aunque fue la mejor de las tres). Mientras lo decido he considerado que lo que tengo que hacer es entrenar lo mejor posible y más si tengo en cuenta que a mediados de septiembre tengo los 102 kilómetros de la Madrid-Segovia, y allí si que querría tratar de bajar mi última marca.

El caso es que después de la tirada larga hecha con la gente de Membrilla, el lunes me encontraba bien para meter otro entreno de calidad, así que me fui por la tarde con bastante calor dispuesto a exprimirme en un buen interval de formato nuevo: 4 minutos fuertes-1 suave. Tras un calentamiento a ritmo rápido que me llevó unos 16 minutos, comencé con la dura faena y pude comprobar que con las Sayonara la cosa va mejor si de ritmos rápidos se trata. Lástima que tocase caminos, porque van mejor en el asfalto. Sea como fuere finiquité el buen entreno en algo más de una hora, incluyendo el calentamiento. Los últimos 10,2 kilómetros (los del interval), en unos buenos 45 minutos y pico, por debajo de 4´30´´.


miércoles, 24 de junio de 2015

DOMINGO 21: DE LA IMPORTANCIA DE ENTRENAR EN GRUPO Y CON BUENOS AMIGOS

Uno se harta de entrenar solo; no se cansa de entrenar con su mujer y sobre todo disfruta un montón cuando entrena con un grupo repleto de buena gente. El domingo tocaba esto último. Kino, mi buen amigo de Membrilla, población vecina a Valdepeñas, me había propuesto realizar una tirada en el Paraje del Peral, así que preparé un circuito lo más ameno posible de algo más de 20 kilómetros y quedamos allí a las 08:30. Merche y yo cogimos la moto y nos desplazamos hasta allí con la idea de que yo realizase la tirada exigente y ella corriera en solitario unos 14 kilómetros a un circuito de dos vueltas por los alrededores de la zona. Yo estaba algo asustado ya que mis tiradas largas siempre las hago solo y casi siempre son poco movidas, pero en esta ocasión sabía que íbamos a ir a buen ritmo, a pesar de juntarnos un grupo de chicos y chicas de distintas edades.

 

De izquierda a derecha: Manoli (que ya es maratoniana),  Maria José Jiménez (que correrá su primera maratón este año), María José Cano (otra destacada atleta popular de Membrilla), Paco que anda metido en retos de ultra, como la ascensión al Veleta, un servidor, Kino (qué decir de él?) y Juanma (otro atleta bien duro).

He aquí la foto de los que íbamos a correr. El que más o el que menos con la piel curtida en mil batallas.

Un grupo iba a andar, luego estaba Merche que haría su carrerilla en solitario, y por último nosotros, los de la tirada larga. Iniciamos la carrera a un ritmo suave pero pronto por debajo de 5´el kilómetro, como ya preveía. Fuimos al Paraje de las Aguas y de ahí subimos por la Carretera de San Carlos del Valle unos metros de pronunciada cuesta, donde se me quejaron un poco porque lo que querían era "darle cera" no subir pendientes. Bajamos pasando cerca del Albergue Juvenil El Cañaveral a una zona por donde pasa el arroyo del Peral y de ahí una pronunciada cuesta, donde se me volvieron a quejar un poquitín. Después vinieron los problemas, porque me equivoqué de camino y pronto me dí cuenta, lo que supuso regresar sobre nuestros pasos hasta coger el correcto, pero con lo que no contaba es que no mucho más tarde el camino propuesto, el que debíamos seguir, se convirtiera en un carril surcado por arados. Menos mal que fueron unos metros nada más. Alcanzamos el camino asfaltado que lleva a las canteras y cogimos el camino previsto hacia el que yo llamo el Camino del Tanatorio, porque muere en el tanatorio viejo de Valdepeñas, y ahí vino el tercer problema, porque me volví a equivocar de camino y corrimos unos 200 metros por terreno arado nuevamente, hundiendo hasta los tobillos nuestros pies. Os podéis imaginar cómo estaba quedando con mi recorrido. 

Como llevábamos a un amigo ciclista de "coche escoba" ante la imposibilidad de meter la bici por allí, tuvo que darse media vuelta y le expliqué que tenía que coger el paralelo. Cuando los corredores alcanzamos el camino del tanatorio, Kino y yo comprobamos que Sierra, que así se apellida el ciclista, no aparecía, por lo que estuvimos esperando hasta que nos cansamos.

 
 Mientras, el resto del grupo había echado un montón de metros adelante, casi medio kilómetro, así que tuvimos que apretar de lo lindo poniéndonos en 4´pelados durante 2 kilómetros y medio. Les dimos caza y pude respirar un poco, aún así el grupo llevaba un ritmo de aproximadamente 4´45´´ que tampoco estaba mal. Por cierto, Sierra acabó alcanzándonos unos minutos más tarde, con lo que yo me quité un peso de encima, ¡no se había perdido!. Pasamos por el Paseo del Cementerio, corrimos pegados a las paredes de nuestro campo santo y alcanzamos el carril bici que hay en la Carretera de La Solana donde paramos unos minutos para refrescarnos en la fuente. Reanudamos la aventurilla cogiendo el Camino del Peral pero no íbamos directamente hacia allí a pesar de estar a tan sólo 3 kilómetros y medio, sino que cogimos un camino hacia La Vega. El calor estaba pasando factura, pero el ritmo seguía siendo bueno, de hecho yo me encontraba bastante bien y no me arrepentía de haberme calzado las Mizuno Wave Sayonara, porque me sentía bastante suelto con ellas a pesar de no ser para camino. Llegamos a la Vega y dos de las chicas se desviaron hacia el Peral porque el calor a esas horas correr ya no era tan desagradable. El resto seguimos por el Camino Carretas, cruzamos la Carretera de La Solana nuevamente, llegamos a la zona alta del Paraje del Peral, bajamos hasta los coches, pero aún nos dio para dar una vuelta al recinto para que nos salieran 20,5 kilómetros. En mi caso salieron 1 hora y 41 minutos, es decir, en torno a 4´58´´ de media, ¡buena tirada por tanto!

 Nos reagrupamos todos y de forma satisfactoria: todo había salido bien, los senderistas habían disfrutado de su recorrido, Mercedes había corrido 14 kilómetros a poco más de 6´ de ritmo y como habéis podido comprobar, nosotros también habíamos disfrutado de la sesión. ¡Qué mejor que darnos un homenaje!. El agua fría del riachuelo me dejó los pies estupendos




  
Pero mejor me sentó el aperitivo tomado en buena compañia





He aquí Kino, su mujer, Merche y yo.






Y los testigos de nuestra fiesta...


Un placer compartir la mañana con gente tan estupenda. Mil gracias por el rato pasado y por los aperitivos (no nos dejaron llevar nada a nosotros).

SÁBADO 20: SE APRIETA LA AGENDA LA COSA SE PONE INTERESANTE

El sábado 20 hubo claro cambio de planes. Habíamos quedado con mi amigo Kino y algunos corredores de su club "Club Atletismo Membrilla" para hacer una tirada el domingo en el Paraje del Peral por lo que Mercedes y yo decidimos salir juntos a realizar "su" tirada larga el sábado y dejar para el domingo este entreno fuerte para mi. Mercedes tenía ganas de correr pero el día no iba a acompañar mucho debido a las altas temperaturas. Conseguí que madrugase de forma que a eso de las 09:00 horas nos pusimos en marcha y fuimos por un circuito poco transitado por ella, la zona noroeste del pueblo, hacia Sierra Prieta. No le costó coger ritmo y pronto fuimos marcando kilómetros cercanos a 6´, y se le veía fresca. Cada 15 minutos sorbos de isotónica y cada poco tiempo refrescándola con agua, porque no me importa llevar peso si con ello mi mujer va ir más cómoda. Alcanzamos el camino que cruza la Carretera de Daimiel y lleva al Hotel El Hidalgo 8 kilómetros y medio después de salir y en esa zona, más corrible, Merche se puso claramente por debajo de 6 minutos el kilómetro. Marcamos varios sub 6´ y sin paradas técnicas e interrupciones llegamos a la autovía, a la zona del hotel. Sin embargo, tras 14 kilómetros recorridos y bajo un sol que calentaba bien, Mercedes se mostraba ese día fuerte, con ganas. El recorrido por la vía de servicio no se hizo complicado y pese a notar el calor siguió marcando muchos kilómetros rápidos, alguno en 5´40´´. Llegamos a casa tras 20 kilómetros justos de tirada a una media de 6´12´´ que puede que no sea espectácular pero es que los últimos 10 kilómetros fueron los buenos. Terminó sin molestias, corroborando que la clave estaba en las plantillas.

Por mi parte, un entreno demasiado suave, que sólo me sirvió para que las articulaciones sufrieran un poco, y es que a esos ritmos pareciera que todo duele más.


ASÍ TERMINÓ LA SEGUNDA SEMANA DEL PLAN PARA LA MARATÓN DE HELSINKI

Compartir un objetivo tan bonito con tu mujer es como lo del famoso anuncio de las tarjetas de crédito: "no tiene precio", pero también tiene sus inconvenientes, ya que el estrés es el doble, los problemas se multiplican por dos, al igual que las incomodidades y la falta de tiempo. En cualquier caso, tras una temporada aciaga para Mercedes que ha durado casi dos meses, ahora podemos respirar un poco, las molestias y lesiones remiten y ya ha podido lograr un poco de continuidad. De esta forma hemos completado la segunda semana, prevista para ella con menos kilómetros que la primera, para darle un poco de descanso en carga, no así en intensidad, y meter más kilómetros en la tercera. Han sido 49 kilómetros para ella repartidos en 4 sesiones: los 10 kilómetros suaves del sábado 13, los 19 kilómetros y medio hechos conmigo el domingo 14, los 11,5 en progresión que también hicimos juntos el martes y por último el interval que hicimos nuevamente los dos en el parque el jueves 18.

En cuanto a mi, se podría decir que estoy tratando de cambiar la tendencia, la cual me estaba llevando sino a la desidia, si al terreno peligroso del conformismo. Han sido otros 85 kilómetros con una tirada larga de 22 kilómetros cuyas sensaciones finales fueron nefastas, el entreno de transición de 19,5 kilómetros con Merche del domingo, el entreno de calidad con interval del lunes, las transiciones activas del martes y jueves con Mercedes, y el entreno con cuestas a buen ritmo del miércoles. El viernes me procuré un descanso lo que me provocó no poder saltar los 90 que era lo que tenía previsto.

Digamos que un 7 para Merche y un 6 raspado para mi.


lunes, 22 de junio de 2015

JUEVES 18: BUEN INTERVAL CON MERCEDES. CAMBIA TU RITMO

"Somos inconformistas, esa es la receta principal para sentirnos vivos"

El jueves iba a ser el último día de la semana de entreno tanto para Mercedes como para mi, ya que programé descansar el viernes. Después de las buenas noticias que nos había traído la semana con la mejora de Mercedes en cuanto a tiradas, ritmos y molestias, afrontábamos optimistas ese día, pero eso sí, con mucha calor. Nos fuimos suavecito al parque y comenzamos a hacer cambios de ritmo de unos 500 metros fuertes y otros 500 suaves, y fueron hasta 5 kilómetros, en el que el peor enemigo no fue ninguna molestia, el peor inconveniente fue en esta ocasión el calor, pero con esa variable negativa ya contamos,  y no nos preocupa. Mercedes se desenvolvió muy bien y nos fueron saliendo los kilómetros, sumando parte rápida y parte lenta, entre 5´50´´ y 6´. Tras la quinta regresamos a casa bastante contentos. Un total de 8 kilómetros de calidad que sentaron bien a mi mujer.



viernes, 19 de junio de 2015

MIÉRCOLES 17: HAY QUE SUBIR ALLÍ DOS VECES..ESE ES EL TRATO

"Visto el obstáculo ahí delante lo suyo es ponerse manos a la obra y gestionarlo, nada de pensárselo dos veces"

El miércoles tenía en previsión entreno con cuestas y ni las piernas ni mi mente estaban muy preparadas, pero...la obligación va antes que la devoción. Por suerte, en estos días había cumplido bien con lo previsto y mi acumulado de kilómetros iba conforme al plan, así que sólo había que ir al Cerro del Ángel, subirlo dos veces, con sus correspondientes bajadas y ¡a casa!. Uno sabe ya claramente lo que lo mejor que te puede pasar en un entreno es disfrutarlo, pero por desgracia, y al menos en mi casa, muchas sesiones no se disfrutan, incluso algunas se sufren. En este caso no fue sufrimiento pero sí esa sensación de ir cansado y no tener ganas de hacer lo que estás haciendo. Aún así las dos subidas las hice a buen ritmo, sintiendo que las piernas se me quejaban (de eso se trataba). Ya abajo y camino de casa me sentí más suelto, y sin llegar a disfrutar, sí que pude correr más plácidamente. Nueve kilómetros con algo de intensidad en las subidas que supongo que algo sumarán.


miércoles, 17 de junio de 2015

MARTES 16: PROBANDO A CORRER SIN PLANTILLAS

"El riesgo es a la vida como un buen fuego a un excelente solomillo ibérico. ¿A ver cómo te lo comes crudo?"

Tienes dos posibilidades a lo largo de tus días, esos que tienes asignados, vivir plano, o bien vivir sabiendo que la mejor opción es siempre intentarlo. A lo largo de todas estas últimas semanas Merche y yo hemos aprendido que el camino no se le iba a poner en ningún momento llano, y más al contrario, esperamos más obstáculos. Tras el duro pero completo entreno del domingo, le tocaba salir ayer martes y lo hacía arriesgando: dejándose las plantillas en casa y saliendo a correr con sus NB 790, más ligeras pero son para pronadores, por lo que es desaconsejable ponerle plantillas. Desde las primeras zancadas ví suelta a ella y a mi me ví entablillado. Me dolía la cintura y las piernas y tuve que esperar a entrar en calor para poder correr sin molestias, lo cual no quiere decir que corriese a gusto, ¡ese día no tocaba!. Dimos varios rodeos y terminamos en el cementerio, pero no en el sentido amplio de la palabra, sino en el literal, aunque sólo fue de paso, ya que bajamos por el paseo de dicho recinto, cogimos la Carretera de San Carlos y luego el carreterín asfaltado que lleva a las canteras. Merche se movía ágil, ligeramente por debajo de 6 minutos el kilómetro, pero sobre todo iba cómoda. Cogí un camino a la derecha con la esperanza de poder enlazar con el camino que yo llamo "del Tanatario" para regresar a casa, sin embargo, pronto nos vimos en terreno liego, sin camino y tuvimos que ir campo a través durante unos minutos, hasta que por fín encontré la mencionada vía cuando quedaban 4 kilómetros para casa. Merche estaba contrariada porque ir pisando terreno arado le había cortado el ritmo, y con razón. Sin embargo, cuando pudimos volver a correr, cogimos buen ritmo y nos pusimos a marcar cronos por debajo de 5´45´´. Llegamos a casa tras unos 11 kilómetros y medio y Mercedes apenas había tenido molestias, salvo un ligero hormigueo en la rodilla y en su aductor. La cadera no le molestó nada a pesar de no llevar plantillas (ya digo que tengo que dejar de hablar de esa zona de su cuerpo para no atraer a los demonios).

De esta forma completó una buena sesión que supone cumplir los objetivos. La idea es que salga otro día a correr (en esta semana tan sólo cuatro sesiones), pero que complete casi 55 kilómetros, que una cifra bastante correcta. Ya la incrementaremos en la siguiente semana.

En cuanto a mi, no muy contento: un entreno tan lento y suave me pareció hasta duro. A ver si paso pronto estos aciagos días.


LUNES 15: OTRO LUNES DURO CON ENTRENO DURO

"No me juzgues por lo que dicen que soy y déjame enseñarte lo que hago"

Ay los lunes, complicados, sin la menor duda. Fue de esos días en los que todo está en clara pendiente positiva y además de ese handicap las circunstancias parecen confabularse para complicarlo todo aún más. Así que llegué a casa a eso de las 19 horas totalmente deshecho y sin ganas de sacar adelante el entreno que me había propuesto. ¡Pero claro, hoy es el día en el que las cosas salen mal!, así que fue entrar por la puerta y enterarme de que la niña se había cargado mi querido Ipad. Me puse la ropa de faena para salir a correr con un cabreo considerable y eché a correr para comprobar que me iba a costar meter caña a las piernas. Me fui por el circuito que yo llamo "De la Vega tratando de bajar ya desde el comienzo del ritmo de los 5´el kilómetro, y lo fui consiguiendo, cada vez con menos esfuerzo conforme mis músculos se fueron desperezando. A partir del minuto 20 comencé con los cambios de ritmo en los clásicos 2,5 minutos fuertes, con 2,5 minutos intercalados a ritmo moderado, que no suave. Llegué al kilómetro 6 unos segundos antes del minuto 29, es decir, a un ritmo de 4´50´´ de media, y las piernas iban bien, aunque ir lo suficientemente suelto con las NB 1200MT Leadville es arduo complejo, porque no son nada cañeras. Sorteó bien las cuestas que vinieron después y me aproveché de la cuesta abajo que se tiende desde el Peral hasta el carril bici, aproximadamente 2 kilómetros y medio. Afortunadamente no me encontré en esta ocasión muy cargado y seguí yendo a buen ritmo, pudiendo llegar a casa en 1 hora y 1 minuto, haciendo el segundo parcial (7150 metros) a un ritmo de 4´28´´, que no está mal, y agregando todo salió un ritmo de 4´38´´ de media, lejos del 4´10´´ de ritmo objetivo para Helsinki, que cada vez es menos ritmo objetivo y cada vez es más "ritmo quimera".

Bueno, el caso es que estoy haciendo lo que creo que tengo que hacer, seguir peleando por ganar en rendimiento, pero no me estoy hallando cómodo.


martes, 16 de junio de 2015

DOMINGO 14: LA TIRADA LARGA CON MERCHE PARA CONVERTIRLA EN UNA MARATHON WOMAN

"Conoceras al hombre por sus actos, y más aún lo apreciarás por sus gestas"

El sábado Merche se había ido por su cuenta a realizar el entreno que le había marcado: "10 kilómetros moderados con una subida al Cerro del Ángel". Eso hizo y no vino muy disgustada, porque de nuevo no había tenido molestias en su cadera, y casi que ya dejo de hablar de esa parte de su cuerpo no vaya a ser que atraiga a los diablillos de las lesiones. Eso sí, había vuelto a tener ligeras molestias en su rodilla y también la andaba molestando un poco el aductor (yo bromeo diciéndole que se va acabar conociendo cada músculo, hueso, tendón, etc, a través de las sensaciones que le otorgan sus dolores). Tocaba madrugar el domingo y me costó sacarla de la cama cuando a eso de las 08:45 horas la llamé para que se levantara y desayunara. Finalmente conseguí desperezarla y mientras que ella se tomaba un potente desayuno yo preparaba la mochila con las botellitas de isotónica, alguna barrita y cápsulas de sales y aminoácidos. La idea era hacer cerca de 20 kilómetros, eso sí, suaves, pero no tenía claro hacía dónde ir tratando de evitar no ir por sitios mil veces transitados. Ella me dio la solución cuando me dijo el camino por el que quería ir: el Camino de Ruidera. Y por allí fuimos, sufriendo los primeros 4 kilómetros que son en constante subida, pero muy suave en cuanto a ritmo. La mañana era ideal para correr y se puede decir que estamos obteniendo un regalo con esta semana que nos ha llegado. En el kilómetro 9 giramos a la izquierda para bajar al pequeño valle que va desde San Carlos del Valle (de ahí su nombre) a Valdepeñas. Alcanzamos el Camino de San Carlos del Valle, ruta de Don Quijote, y tomamos rumbo a casa. Merche comenzó a tener serios problemas con su rodilla, con ese dolor grave que se le pone que sin ser muy doloroso sí que es muy molesto. Además el aductor también comenzó a darle la lata. Me diréis que como demonios no hago otra cosa que contar las lesiones y molestias de mi mujer, pero esto es un cuaderno de bitácoras y aquí se describe todo lo que ocurre sea bueno, malo, gris, azul, amarillo o rosa.

Lo peor lo pasó ya en el 14, cuando pese a llevar el terreno a su favor, tuvo que parar hasta en dos ocasiones para estirar un poco. Sin embargo, los últimos kilómetros fueron menos latosos, porque la rodilla se olvidó un poco de ella, y en seguida le cambió la cara. Lo más positivo de todo fueron los casi 20 kilómetros que corrimos, en un tiempo discreto de 2 horas y 15 minutos; importante reseñar que Mercedes ya no necesita ni geles ni barritas para realizar distancias tan largas; a lo largo de la sesión tan sólo tomó isotónica y algo de agua.

En caso estiró lo que pudo, y sus dolores remitieron. Sin embargo vamos a volver a hablar con la podóloga para que le vuelva a retocar la plantilla derecha para ver si de esta forma conseguimos la tan ansiada ausencia de dolores.


SÁBADO 13: EMPEZANDO CON MIEDO EL ENTRENO Y TERMINÁNDOLO ABATIDO

"Ante la adversidad es como logramos encontrarnos con nosotros mismos, donde aprendemos y logramos descubrir la fórmula para seguir avanzando"

El sábado hace tiempo que se quedó como el día de la "tirada larga" y para mi está clara la elección que me lleva a preferir tiradas de 45 kilómetros suaves y sin prisa a tiradas de 22 echando la lengua. No me cabe la menor duda de que sufro mucho más en éstas últimas. Y como me estoy preparando para una maratón, lo que realmente me sirve es correr durante unas dos horas a un ritmo que en ningún caso se vaya más de un 1,20 de coeficiente de mi ritmo objetivo. Es decir, me tengo que me mover en ritmo que vayan desde el 4´30´´ al 5´el kilómetro, pero ir a 5´30´´ no es interesante en este tipo de sesiones. 

Ni que decir que tenía miedo, miedo a sufrir, a pasar un mal rato, y si empiezas así se puede decir que comienzas mal. Cogí rumbo al norte, por la vía de servicio. Tenía que llegar hasta la gasoliner Shell que hay en el kilómetro 191 de la autovía y como la mañana era fresca (da gusto correr con 20 grados de temperatura), se puede decir que no fui pasándolo mal. Poco a poco fui incrementando el ritmo y alcancé la gasolinera mencionada, cerca del kilómetro 9 con las fuerzas casi intactas y con la sensación de que mis temores no habían tenido sentido. El regreso lo tenía que hacer por el Camino Carretas y en este tramo también me encontré fuerte; incluso la cosa mejoró cuando la tierra del camino se convirtió en asfalto. Crucé la Carretera de La Solana y continué por el camino hasta llegar a la zona alta del Paraje del Peral, y fue entonces cuando con bastante rapidez me sorprendió la carga muscular de mis piernas. Esto me obligó a bajar un poco el ritmo, y cuando llegué a la fuente que hay en el Peral decidí refrescarme y estirar. Lo que hasta entonces había resultado un buen entreno que trataba de llevar con ese mismo resultado hasta el final se tornó en un "las cosas se han torcido y esto no me gusta ya tanto". Reemprendí la marcha hacia casa con unos 6 kilómetros por delante, y he de decir que al reanudar la carrera volví a sentirme mejor, pero diez minutos después ya estaba otra vez bastante cargado. Los últimos dos kilómetros y medio decidí hacerlos mucho más suaves y tratar de descalentar para no forzar. A esas alturas ya estaba bastante contrariado y no podía arreglar una sesión que se había torcido por completo. Comoquiera que había apagado el crono bastante tiempo antes no puedo decir con exactitud el tiempo que tardé, pero si la distancia total, algo más de 22 kilómetros, que hubiera jurado que eran por lo menos 25, pero la wikiloc no engaña.

Ni que decir tiene que tuve tiempo el sábado por la tarde para capear mis dudas y contrariedades. Pero ya sabéis: "si algo va mal, mañana será otro día".

Resultado de imagen de algo va mal

JUEVES 11: DOMANDO LAS PLANTILLAS PARA QUE MERCEDES SUBA EL ÁNIMO

"La vida es un bucle en el que caemos irremisiblemente. Nuestra misión es salir constantemente del mismo para liberarnos."

El jueves nos hizo un día fresquito, impropio de junio. Había que hacer un entreno de distancia media y elegí el circuito que nos llevaría a las Aguas por la Carretera de San Carlos del Valle para volver luego por el camino paralelo desviando posteriormente al Camino del Peral y de ahí a casa. Mercedes estaba cansada y yo, a decir verdad, también, pero los deberes son los deberes, y en esta ocasión este entreno debía servir para que ella acumulase casi 60 kilómetros en una semana, una cota muy alta para lo que ella está acostumbrada, y a mi para llegar a las 85. Fuimos a un ritmo moderado hasta las Aguas y una vez allí acometimos la cuesta pronunciada que nos llevaba al camino de vuelta. Merche a esas alturas ya se sentía mejor, y lo que es importante, sin dolor de cadera ni de soleo, lo cual significaba que las plantillas estaban corrigiendo su lesión de cadera y que el último ajuste en las mismas también había funcionado y ya no se le tensionaba la pierna derecha. Eso sí, a la vuelta sintió alguna molestia en la rodilla, algo que no padecía desde hacía muchos meses. Luego nos ha dicho la podóloga que también es un efecto de las plantillas, ya que su musculatura tendrá que volverse a adaptar a la nueva situación. Hicimos 1 hora y 9 minutos y 12 kilómetros justos, con lo que se puede decir que cumplimos, sobre todo ella.

Yo había decidido descansar al día siguiente con lo que podía decir que ya había concluido mi primera semana del plan específico para la Maratón de Helsinki.



sábado, 13 de junio de 2015

MIÉRCOLES 10: ¡AHORA YA NO TAN BIEN!. PREPARARSE UNA MARATÓN SUELE SER MÁS DIFÍCIL QUE LA PROPIA MARATÓN

Si el lunes me sorprendí con un difícil pero bien intenso entreno, tras la sesión de transición hecha con Merche el martes, me veía el miércoles tratando de rendir bien en otro entrenamiento sufrido. Hacía buena temperatura para practicar mi pasión pero desde las primeras zancadas comprobé que no se iba a repetir lo de dos días atrás. Me lo tomé con calma los primeros 25 minutos realizando un calentamiento suave. A partir de ahí comencé con mi programa de cambios de ritmo dándome 2 minutos y medio fuertes y otro tanto suave, y así hasta casa. No iba cómodo, cargado muscularmente, y aunque no mejoré con los minutos, al menos pude llevar a cabo el programa que tenía sobre el papel. Completé 13 kilómetros justos en 1 hora y 7 minutos, pero incluyendo el lento calentamiento antes mencionado.

viernes, 12 de junio de 2015

ALGUNAS FOTOS CURIOSAS DE LOS ÚLTIMOS TRAILS DISPUTADOS

Aquí os dejo unas fotos de algunos momentos de de los últimos tres trails que he disputado:

Camins de Cabres en Xátiva 2014, 2500 metros de desnivel positivo: 42 kilómetros nocturnos muy muy duros y nada corribles. Algo menos de 8 horas y media en recorrer una maratón, con serios problemas para terminarla debido a altísima humedad y a la dureza de la prueba y sin duda la batalla física más grande de mi vida, pero muy orgulloso de haber podido estar allí y haberla podido completar (más de la mitad de la gente se retiró)








Minitrail Sierra de la Mosca, en Cáceres 2015, 550 metros de desnivel positivo: 18 kilómetros en 1:28 bastante rápidos y muy bonitos: pude quedar 4º en mi categoría y 13º en la general y disfruté bastante





























Trail Sierra de la Mosca en Cáceres 2015, 1050 m desnivel positivo: 31 kilómetros 8 horas después de mi "mini aventura" en solitario; en esta ocasión corriendo con Mercedes y disfrutando mucho. Merche hizo podium.







CXM Alpandeire, 25 kilómetros, 1500 metros de desnivel positivo, Málaga 2015: gran carrera, dura y con mucho calor. Fue para recordar siempre...


















miércoles, 10 de junio de 2015

MARTES 9: EL TREN QUE POR FIN LLEGA Y NOS SACA DE LA ESPERA

"Esperas y esperas allí sentado a que pase el tren pero el tiempo corre y éste nunca llega. Justo cuando te levantas lleno de desamparo y comienzas tu marcha oyes a lo lejos el sonido agudo que anuncia su paso. ¡Se terminó la espera para siempre!"

El martes tocaba salir con Mercedes. La podóloga le había rebajado una de sus plantillas para ver si de esta forma cesaban las molestias en su pierna derecha. Hacía bochorno y amenazaba lluvía, de hecho había llovido en los alrededores de Valdepeñas pero se resistía la llegada del agua en mi pueblo. Comenzamos a correr con la idea de hacer una buena tirada de longitud media y ritmo alegre, pero con los dedos cruzados a la expectativa del resultado del retoque de Miriam, que así se llama la chica que le ha hecho las ortopedias a mi mujer. No necesitamos más que 2 kilómetros para relajarnos: la cosa funcionaba porque Merche no sentía la tirantez e iba bastante suelta, así que cogimos camino hacia el norte y lo continuamos a un ritmo claramente por debajo de 6 minutos el kilómetro. Merche iba un poco con "la lengua fuera", pero también se le veía contenta por no notar molestias. En el 5,5 giramos a la izquiera y agarramos un camino bastante liso donde mantuvimos el ritmo, y el regreso, por el Camino de Membrilla,  ya con el viento a favor se hizo aún más sencillo, pese a la pendiente positiva. Lo mejor fueron los últimos 3 kilómetros, ya bajando, con la lluvia cayendo y refrescándonos. Tardamos una hora y 9 minutos en realizar 11600 metros, que para Mercedes está muy bien teniendo en cuenta la falta de ritmo que tiene debido a tantos parones.


LUNES 8: ¡Y POR FIN LLEGÓ UN ENTRENO DE ESOS QUE DEJAN REGUSTO DULCE!

El domingo había probado a enlazar los dos últimos ojales de las NB 890v2 para ver si mejoraban mis sensaciones hacia ellas (he pasado del amor al casi odio en poco tiempo). Lo cierto es que con este sencillo acto pronto noté mucha más estabilidad y agarre a cada zancada. Hacía bastante calor y no estaba en máximos motivacionales que se diga, pero había que lograr romper la tendencia y conseguir realizar un entreno como Dios manda. Ah..., se me olvidaba, había otro handicap, había agarrado un resfriado tremendo y me sentía algo flojo y con la garganta agarrada, concluyendo: todos los aditamentos necesarios y suficientes para que resultara un desastre la sesión. Cogí rumbo a la Carretera de San Carlos tratando de ir a ritmo vivo, pero me costó calentar. De hecho pasé por el kilómetro 2 a un ritmo bastante desalentador de 5´20´´. La bajada a lo largo del Paseo del Cementerio me permitió aprovechar alguno que otro caballo extra de potencia y ya en la carretera logré equilibrar el ritmo; a decir verdad no estaba siendo tan duro como habría esperado. Llegué a la altura de la Finca La Gatera y giré a la derecha por un camino en pendiente ascendente dispuesto a realizar un circuito que diera la vuelta pasando por la parte alta de Las Aguas, llegando al Peral y de ahí a casa. Pese al calor, el engranaje comenzó a engranarse y noté comenzaba a moverme en ritmos cercanos a 4´15´´, y en cuanto a las zapatillas, inesperadamente comenzaba a reencontrarme con viejas situaciones de antaño, empezaba a reconciliarme con ellas (fue ese mismo modelo el que me llevó al 2:52 de Roma de hace dos años y pico). Alcancé la zona que baja al arroyo y bajé a todo lo que daban las piernas, luego remonté por un camino complicado en pendiente positiva y quizá fue ese el momento más complicado del entreno porque me costó mantener la cadencia. Llegué a la carretera de San Carlos del Valle nuevamente para luego coger el camino hacia el Peral con la idea de refrescarme en la fuente en cuanto llegase, y estaba feliz porque mantenía el ritmo sin ir cargado, yendo suelto. Pasé por delante de la fuente y la obvié como quién ignora a alguién con quien no se habla desde hace años y que se ha encontrado repentinamente en la calle al girar una esquina, y tomé el camino de casa con bastante sed y calor, pero con pilas suficientes para continuar con el buen ritmo. De ahí hasta el final tan sólo buenas sensaciones, aunque el calor y el hecho de no beber provocase el lógico malestar. Llegué a casa 1 hora y 12 minutos después, para recorrer 15.600 metros, a un ritmo medio de 4´34´´, en un circuito duro por las cuestas, con mucho calor, y encima tocado por el resfriado (llegué con la garganta totalmente reseca). Desde el kilómetro tres me moví en ritmo casi siempre por debajo de 4´25´´, lo cual se acerca a mi ritmo objetivo en maratón, y de piernas anduve sin molestias y bastante suelto, ¡que ya era hora!.

Recapitulando: entreno esperanzador con casi todas las condiciones adversas y sin embargo bien peleado y sufrido. Me queda la convicción de que no estoy tan regular como creía.

 

lunes, 8 de junio de 2015

DOMINGO 7: UN CIRCUITO DE OBTÁCULOS EN EL PARQUE

"El cambio me mueve, el movilismo hace que me sienta vivo. Lo contrario sería languidecer hasta morir"

De vez en cuando uno piensa en fórmulas que aporten algo de color a tanto entreno plano, sobre todo cuando de sesiones con mi mujer se trata. Y es que la pobre no tiene últimamente muchas más opciones que la de correr a ritmo moderado todo el tiempo. El domingo nos fuimos los dos en la moto, a eso de las 13 horas. La idea era hacer algo suave, pero también quería hacer un entreno que le aportase algo de fuerza y fuese divertido. Se me ocurrió que podríamos dar vueltas a un circuito rizado, con distintos terrenos, subiendo por encima de bancos de piedra, haciendo cambios de ritmo en zonas llanas, yendo entre los árboles y subiendo gradas, y como ya tengo medido uno de unos 750 metros pues no pusimos a ello. Aunque hacía calor el comienzo no fue malo, pero en la vuelta tercera mi mujer me dijo que estaba pasando calor, así que aprovechamos el paso cercano por una fuente para refrescarnos. La vuelta cuarta, quinta y sexta fueron claramente a menos, porque Mercedes se mostraba cansada y acalorada a partes iguales, y además ya comenzó a sentir la tirantez que en estos días le ha surgido (pensamos que por sus plantillas nuevas). Tras la sexta nos volvimos a refrescar, y pensaba hacer otras tres, pero haciendo la séptimo se vino totalmente abajo y decidí suspender el entreno, ¡qué bastante había sido ya desde los 19 kilómetros del día anterior!. Regresamos a casa donde ella se dedicó a estirar y yo hacer la paella dominical por petición popular.

El segundo día del plan fue asimilado con dificultades por Merche y para mi fue un aperitivillo. ¡Tengo que apretar porque si no será imposible ir rápido en Helsinki!


domingo, 7 de junio de 2015

SÁBADO 6: AHORA SÍ COMIENZA EL CAMINO HACIA LA MARATÓN DE HELSINKI

Helsinki, la coqueta capital finesa nos espera a mediados de agosto a Merche y a mi. Por segunda vez en nuestra vida viajaremos juntos a Escandinavia de turismo y nuevamente para disputar una maratón (http://www.helsinkicitymarathon.fi/) , como ya ocurriera en junio de 2012 cuando yo me inicié en esto de las maratones en Estocolmo. Pero han cambiado bastante las cosas en el transcurso de estos tres años: yo ya llevo en mis carnes 8 maratones sobre asfalto, una de montaña y a su vez varias ultras, osea que ya no soy un novato, aunque he de decir que quizá ahora le tengo más respeto a las maratones que antes, porque sé como se las gasta esta prueba; ¿y qué decir de mi mujer?, pues en 2012 correteaba de vez en cuando, poca cosa, pero por aquel entonces sólo pretendía ponerse un poco en forma. Hoy por hoy ya ha corrido 7 medias en un año, cuatro pruebas de montaña, dos de ellas por encima de los 21 kilómetros (una de las cuales 31). No sabría decir si hemos evolucionado, pero lo que está claro es que estamos más enganchados que antes, además, ahora solemos correr juntos...

Pues lo que venía diciendo..., Helsinki nos espera en el escenario que será la primera experiencia maratoniana de Mercedes, y no tenemos previsto hacer la carrera juntos, al menos esa es la idea hoy por hoy. Desde que Merche tomó la decisión esto no ha sido un camino de rosas para ella, más bien ha sido una carrera de obstáculos tamizada de un montón de lesiones y molestias que no nos dan la continuidad necesaria para preparar prueba tan exigente, y ayer sábado, a diez semanas para su día D, comenzábamos el plan definitivo sin muchas garantías de éxito, pero con mucha ilusión y empecinamiento.

Hablando de lo del sábado, difícil comienzo, tratando de sacar fuerzas para este inicio y hacerlo bien, y para empezar no había forma de madrugar, ¡con el calor que iba a hacer!. Finalmente desayunamos a eso de las 9 y media y a esa hora yo no tenía aún decidido qué iba a hacer, si mi tirada larga exigente o una salida con mi mujer. Finalmente elegí lo segundo, teniendo en cuenta que las plantillas le trajeron de cabeza el jueves y que por ello había descansado el viernes. Me cargué dos botellas con isotónica y sales en mi mochila y salimos los dos sin saber muy bien la distancia a recorrer (supeditada a que ella sufriera molestias que nos obligasen a dar media vuelta o que por el contrario pudiéramos realizar una digna tirada). Cogimos un camino hacia el norte, directos a la zona del Hotel el Hidalgo, a unos seis kilómetros y medio del pueblo. El comienzo fue esperanzador porque la pierna derecha no se le tensó como le ocurrió el jueves, la cadera tampoco surgió, pero no necesitamos muchos minutos para darnos cuenta de que el calor sí iba a ir machacándola, por lo que cada pocos minutos le iba dando de beber. Llegamos a la zona del hotel y lo cierto es que agarró una tremenda pájara debido a la temperatura, pero bueno, con ánimo y paciencia fue aguantando. Cogimos un camino que nos llevaba al Camino Carretas y al cambiar la orientación comenzó a correr una brisilla que hacía más llevadero el calor reinante. En el mencionado camino Merche se entonó un poco aunque también comenzó a notar la tensión en la pantorrilla provocada claramente por las nuevas plantillas. El dolor era soportable por lo que continuábamos sin más. El calor sí que fue desgastando a mi mujer, pero esto no me preocupa, le viene bien para hacerse más fuerte. Llegamos al Paraje del Peral con unos 13 kilómetros recorridos y mi mujer estaba en las últimas, con el piloto rojo, debido a la necesidad de refrescarse. Afortunadamente la fuente de agua fresca que allí hay permitió empaparnos bien; a su vez dejé lo que quedaba de isotónica en una de las dos botellitas y la otra la llené íntegramente con agua de la fuente. Partimos de allí con 6 kilómetros por delante, pero ya no era lo mismo, a Mercedes le había cambiado la cara y ahora iba más suelta. De ahí hasta casa completamos el entreno sin grandes incidencias, más allá del ataque con agua con el que combatió el calor, echándole sin miramientos todo lo que pude por encima. La tensión en su pantorrilla no se fue, pero al menos le dejó correr hasta el final y ¡pudimos completar por fin una tirada larga de 19 kilómetros hecha de un tirón!. 

Los estiramientos relajaron la pierna a mi mujer y tomamos la decisión de llevar la plantilla derecha a la podóloga para que la rebaje un poco, para ver si la adaptación es más rápida y sencilla.Lo bueno es que la cadera no le molestó nada de nada, y ojalá este comience a ser el final de esa lesión.

Para mi este entreno no me ayuda mucho, a un ritmo tan lento, así que por la tarde salí a correr al parque donde dí dos vueltas alegres e hice 6 series de 300 metros para comenzar a meter algo de ritmo. Regresé a casa muy acalorado porque el día nos estaba dejando más de 31 grados en el ambiente, y al menos podía decir que había acumulado algo más de 25 kilómetros, con poca intensidad, pero algo salvados con lo hecho por la tarde.



viernes, 5 de junio de 2015

JUEVES 4: SALIDA ACCIDENTADA. ¡AY LAS PLANTILLAS!

"Somos cabezones, empecinados, y no sé la razón, pero aunque nos estemos dando contra un muro, seguimos intentando atravesarlo. Así somos los corredores"

Segundo día en el que Mercedes iba a probar las plantillas, y flotaba en el ambiente cierto optimismo: ¡vaya por Dios", como no caí: si se trata de mi mujer y el running no se puede relajar uno porque casi siempre pasa algo. íbamos hacia el parque y tras no haber corrido más de 600 metros Mercedes sintió un fuerte pinchazo en el pie, que le dejaba prácticamente sin la posibilidad de correr. Estuvimos parados unos minutos hasta que decidimos seguir para ver si se le pasaba. El dolor apenas remitió al principio pero ella siguió corriendo. Dimos una vuelta al parque y el dolor se le subía por el gemelo, pero podía controlarlo a pesar de la molestia. Se quitó la plantilla derecha y siguió corriendo, pero al final decidimos que debía ponersela ya que se ese dolor era adaptativo entiendo que habría que sufrirlo. Cogimo un camino que nos llevó a la Carretera de Daimiel y por la misma fuimos de vuelta de nuevo al parque. El dolor remitia una pizca en alguna ocasión pero no se le iba. En el parque de nuevo dimos una vuelta más y le aconsejé que fuera más de puntera, más echada hacia delante. Esto pareció favorecerle y así llegamos a casa en un entreno muy accidentado. Ocho kilómetros y medio muy malos, que a mi no me sumaron y a ella lo único que hicieron fue fastidiarle.


MIÉRCOLES 3: SI ENTRENO CON CALOR, ¿ME HARÉ MÁS FUERTE?

"Más abajo de ahí no hay nada, ya no has de preocuparte..., sólo cabe subir"

Una de las ideas que rondan mi cabeza últimamente es que sin en Helsinki nos encontrásemos con los teóricos 15 grados de media que se esperarían a mediados de agosto, el hecho de entrenar en pleno junio, julio y parte de agosto, aquí, en plena Mancha y con el calor que está haciendo, en teoría nos tiene que hacer más fuertes, ¿no?. El miércoles no rebosaba de ganas por salir; además había establecido esta semana como de transición, sin tener que hacer gran cosa..., un pequeño punto de inflexión; sin embargo salí a correr, como siempre. Pretendía hacer el circuito de los Cerros de la Aguzadera no sin antes subir por el camino empinado a lo alto del Angel, y eso hice. El calor no era insoportable pero yo no es que fuese muy suelto. Necesité más de 35 minutos para encontrar sensaciones algo más positivas, justo cuando ya regresaba por el camino asfaltado de Membrilla. Sumé casi 11 kilómetros que se sumaban a los algo más de 12 del día anterior, 23 kilómetros en los que se podía decir que había cumplido.


MARTES 2: DOLORIDOS COMENZAMOS OTRA SEMANA

"Tras esas vicisitudes solemos regresar al camino inicial en un reiniciar constante. Pareciera que estamos programados para repetir una y otra vez errores y aciertos. Por ello nuestra inquietud es movernos por sitios distintos y tratar de no regresar a la casilla de salida"

No fueron muchos kilómetros lo de Alpandeire, pero la carrera fue lo bastante dura como pasar factura muscularmente, especialmente a Mercedes. Afortunadamente no le había dejado secuelas en su cadera y eso era una noticia esperanzadora, como también lo era el hecho de que le hubieran llegado sus plantillas nuevas (sus primeras plantillas). Así que tenía que salir a probarlas. Yo me fui por mi cuenta y por tanto ella por la suya, porque teníamos pretensiones distintas: yo incluir un entreno de calidad tras el descanso del lunes, ella, según lo comentado, mover un poco las piernas y sobre todo sentir cómo conseguía correr con ese añadido ortopédico. 

La gran alegría y disfrute del domingo, con la carrera de mi mujer pronto fue quedando atrás y en mi cabeza giraba constantemente la idea de que a dos meses y medio para Helsinki no me siento preparado para dejarme la piel allí. Sin embargo esto es algo que ya he sentido en otras ocasiones y que llegado el momento de la verdad uno se olvida de todos estos sentimientos y la carrera te pone en el lugar que te corresponde independientemente de lo que pienses o dejes de pensar. Me esforcé por sacar adelante un interval de mediana intensidad por la zona del Peral, eso sí, con bastante anarquía en cuanto a la precisión de los cambios de ritmo, como si fuera más un fartkek que un interval. Las NB 890 v2 definitivamente me han dejado de gustar, ¡quien lo iba a decir!, pero tengo que gastarlas y de vez en cuando las uso para entrenos de intensidad, como era el caso; y como últimamente me pasa no me sentí a gusto con ellas. A pesar de esas sensaciones la sesión no se desarrolló mal, y quizá el mayor inconveniente fue el calor que hacía, que me obligó a hacer una parada técnica en el Peral, para refrescarme bien. Llegué a casa en aproximadamente una hora y sin poder concluir que hubiese sido un buen entreno, ¡pero al menos metí intensidad!

Estaba estirando cuando llegué Merche de su probatura y pronto supe que no se le había dado mal. Sólo había hecho 6 kilómetros y medio bastantes suaves pero la cadera no le había molestado y la última parte se había sentido bien.

Nos íbamos a dar unos días antes de comenzar el definitivo plan hacia Helsinki, previsto su inicio el sábado el 6.

 


miércoles, 3 de junio de 2015

LA CRÓNICA DE LA CXM DE ALPANDEIRE 2015 (MÁLAGA)


El viaje de ida: solterillos maduros y felices

Muy emocionante ir de solteros mi mujer y yo nuevamente a una carrera (habíamos dejado a los niños en casa de mis suegros y eso es siempre motivo de relajación y de sentir de forma especial nuestra intimidad. Nos llevó más de tres horas el viaje desde Linares hasta Júzcar, el pueblo pitufo, pero como era por ocio no se nos hizo muy pesado. Pasamos por Ronda y de ahí por carreteras sinuosas hasta el pueblo referido, que desde 2011 luce un azul cuiroso en todas sus casas y edificaciones debido a que fue elegido por Sony como lugar de promoción de la pelicula de animación Los Pitufos. Eso les ha traido mucho turismo y han decidido explotar esta ventaja, de forma que siguen pintando del mismo color todo y aprovechando todo el merchandising que gira en torno de esa temática.


En cuanto al lugar donde íbamos a estar, muy acogedor y recomendable: Hotel el Bandolero. Para muestra de todo lo comentado un buen botón:










Tras una estupenda y copiosa comida y una siesta reponedora, cogimos el coche y fuimos a recoger el dorsal a Alpendeire, no antes sin parar en una zona muy bonita donde discurría el Rio Genal:




Recogida del dorsal en Alpandeire y cena en Ronda

Aprovechamos bien la tarde, porque llegamos a eso de las 18 horas a Alpandeire, bonito pueblo de la serranía, este sí, pintado de blanco encalado. Tuvimos que hacer algo de tiempo ya que hasta las 19 horas no comenzaban a dar los dorsales y la bolsa del corredor:


Amenazaba lluvia pero no llegó la sangre al río




Eso sí, el calor obligaba a cobijarse bajo una higuera






Bonitas vistas de la serranía




Uno de los cruces de calles por los que probablemente luego subiríamos corriendo.





Merche en la zona donde al día siguiente tomaríamos la salida.



Y Merche pidiéndole a Fray Leopoldo (oriundo de Alpandeire y levmotif del trail) que la cadera le dejase correr. Por cierto, como curiosidad, este fraile fue beatificado en 2010 y tiene una interesante historia tras de sí http://es.wikipedia.org/wiki/Leopoldo_de_Alpandeire. ¿le curaría momentáneamente la lesión a mi Mercedes?.




Tras recoger la bolsa y el dorsal nos fuimos a Ronda, a 17 kilómetros de Alpandeire y quedamos gratamente sorprendidos por lo bonita que luce esta ciudad malagueña. Impresionante el "tajo" que corta la ciudad en dos. 


Posando en la calle típica andaluza


Y esto tras un estupendo helado..




 
Como decía, tremendo el tajo del terreno que desde luego no se ve en la foto... 






Nos topamos con una romería en forma de procesión... 





 Estuvimos en la famosa plaza de toros




Disfrutamos de su bonita plaza 




 Y sobre todo disfrutamos de una estupenda cena con unas grandiosas vistas





Y al día siguiente tocaba disfrutar de la carrera




A las 8 de la mañana ya estábamos desayunando y fue salir a la calle para comprobar que a pesar de ser bien temprano ya hacía bastante calor. Llegamos a Alpandeire y pronto palpamos el estupendo ambiente de trail. Nosotros a lo nuestro, a nuestra foto posando con el dorsal. 

 



Nos sorprendió un poco comprobar como este trail tenía algo de entrañable, de familiar. Había arco de meta, pero la salida se hacía sin cruzar arco alguno. Nos apelotonamos los de la carrera larga (los de la carrera corta saldrían 10 minutos más tarde) y uno de los organizadores dio la cuenta atrás y comenzamos a correr. Pronto nos sorprendieron unas pronunciadas cuestas abajo y en menos de minuto y medio ya estábamos fuera de la población dirección a la sierra.




 
Al principio pistas, luego sendas y en seguida terreno técnico, pero por parajes llenos de vegetación y bien bonitos. Traté de que Merche no andase apenas en las primeras cuestas, pero se hizo difícil, en cualquier caso se le veía bien y la cadera no le molestaba. Fuimos discurriendo en constantes cuestas arriba y cuestas abajo, por zonas pedregosas, le iba dando de beber isotónica cada 15 minutos y sin más nos topamos con Alpandeire en el kilómetro 7






He aquí a Manu y Gero, un par de corredores de Marchena con los que mantuvimos conversación y risas durante la carrera, y luego después alguna que otra cerveza.




Y aquí a Juanlu y Edu, dos corredores de Alcalá de Guadaira con los que también compartimos algún que otro kilómetro con buena conversación y con los que después también pudimos charlar distendidamente




¡Buena gente los cuatro, sin lugar a duda!


Tras un par de minutos discurriendo por la población, con bastante casi todo el mundo en las calles dándonos su apoyo, nos vimos nuevamente en pleno campo, en esta ocasión ante una tremenda cuesta que nos iba llevar a subir casi 500 metros de altura de golpe. Al principio por camino ancho, luego más estrecho, después senda, trailera y por momentos ni eso, pero todo muy bonito. Tras dos kilómetros de ascensión, nos veíamos en fila de uno, andando y andando, oyendo la respiración jadeante de los esforzados corredores. Merche iba bien, sin molestias, pero cansada por lo exigente del momento. Costó llegar a lo más alto, parecía que no coronábamos nunca, y llegamos a una zona muy pedregosa, típica de alta montaña, donde había que sortear obstáculos para avanzar, y esto hasta que comenzamos por fin a bajar:



















Habíamos llegado al kilómetro 12 y Merche se encontraba bien. Además habíamos conseguido dejar atrás a una competidora que se había quedado en la parte final de las cuestas y no queríamos perder mucho tiempo, por lo que el avituallamiento que había al lado de la carretera fue de corta parada, no más de 30 segundos. La siguiente bajada fue bastante dura, con bastante pendiente y muy pedregosa, además muy larga. Allí Merche se dobló un tobillo y perdimos algo de tiempo, no porque parásemos, sino porque lo técnico de la zona nos obligaba a no ir tan rápido como muchos de nuestros competidores. La siguiente parte la recuerdo como una de las más bonitas de la carrera con un barranco pronunciado a la izquierda y sendas frondosas de vegetación. En esta parte Merche acusó algo en cansancio pero la cadera no le molestaba, así que no había excusa que poner. Pude ver a 150 metros la silueta de una corredora de mallas negras, así que sabía que no nos podíamos relajar.  Como anécdota tuvo recelo a la hora de pisar barro que había en un arroyo por no querer manchar sus preciosas zapatillas. ¡Merche, estás en un trail!.


Volvimos a coger buen ritmo y la zona dejó de ser tan técnica yendo por pistas  y senderos más anchos, pero también muy pintorescos. Los kilómetros habían ido quedando atrás y estábamos ya en el 17. Fue entonces cuando coincidiendo con Manu y Edu, logramos alcanzar a una pareja (él llevaba a ella de forma similar a la que íbamos Merche y yo). La chica parecía bastante cansada así que le dije a Merche que habría que dejarla atrás. Mientras tanto, la perseguidora que había ido a la zaga desde hacía varios kilómetros nos había alcanzado y por ello fuimos en grupo de 7 justo cuando tomábamos unas cuestas muy empinadas y duras que nos hacían andar bastante. Merche,  en esta parte del recorrido lo pasó francamente mal y mi afán era recuperarla.

Alcanzamos un avituallamiento y la refresqué todo lo que pude pero no dejé que se parase mucho. La de la malla negra había echado adelante, pero la otra chica que iba con el otro chaval se quedó parada a la sombra de un árbol, ¡una competidora menos!.

Cuando comenzamos a llanear de nuevo volvimos a coger ritmo y Merche volvió a recuperarse; también supongo que ayudaría las sales y los aminoácidos que le dí. El caso es que adelantamos a la de la malla negra y comenzamos la cuenta atrás. Volvimos a coincidir por enésima vez con Juanlu y Edu y con Manu y Jero, que por lo general se sorprendían cada vez que nos cruzábamos con ellos, del aguante de mi Merche. Lo que no sabíamos es que lo mejor estaba por llegar... Pasamos por un valle precioso en el que tuvimos que atravesar hasta en cuatro o cinco ocasiones el río que bajaba rápido, entrando por hasta una cueva y teniendo que trepar con la ayuda de un palo en una zona increíble en la que Mercedes me sorprendió escalando como una jabata. El hecho de que llevásemos pegados a las barbas nuevamente a la chica de las mallas negras hacía que mi mujer no se relajase. Pero entonces empezamos a subir, y pronto nos expusimos nuevamente al sol. Esto fue lo más duro de toda la carrera, adelantando algún que otro corredor que iba incluso desorientado. Merche lo pasó bastante mal en este tramo, llegando incluso a marearse y la isotónica no le bastó para evitar su sufrimiento. Eso sí, nuestra competidora se había quedado rezagada y con ella también algún que otro corredor con los que habíamos hecho la goma.  Por suerte llegamos a lo alto y al girar vimos el pueblo a no más de 700 metros. El resto fue muy emocionante, entramos en la población sufriendo lo empinado de algunas de sus calles, y Merche iba tan justa de fuerzas que le costaba correr, pero ¡estábamos llegando a meta!. Entramos en meta en 3 horas y 25 minutos, Mercedes ¡quinta de su categoría!, a tan sólo 12 minutos de la tercera, pero eso no era lo importante, lo más importante había sido el poder vivir una aventura tan plena y sin grandes molestias de su lesión; un excelente entrenamiento para su maratón. Tuvo la oportunidad de ser entrevistada y el speaker se quedó a cuadros cuando mi mujer le dijo que veníamos de Ciudad Real (pensaría que estábamos locos, pero no lo estamos).

Aquí pego la clasificación de mujeres. Desgraciadamente no están todas las que llegaron ya que la organización tenía como tiempo de corte las 4 horas (poco tiempo creo yo para una prueba tan dura). Por cierto, ojo a los tiempos de las dos primeras, ¡auténticas cracks!




Ni la manguera, ni las piscinas de agua fría habilitadas, ni las cervezas, ni tan siquiera las porciones de sandía nos refrescaron lo suficiente porque los 30 grados que caían sobre nosotros habían sido un duro enemigo, tanto o más que la propia dificultad de la carrera.

Estuvimos charlando con gente hasta que fuimos a cambiarnos al coche y para terminar disfrutamos de un excelente plato de macarrones con atún que sin duda se hizo esperar pero que mereció la espera.

Resumiendo: carrera muy recomendable, para pasar un estupendo día por zonas preciosas. Por 15 euros tienes toda una poblacion volcada en sacar adelante un evento muy divertido y acogedor. Yo de vosotros lo apuntaba en vuestra agenda.