tag:blogger.com,1999:blog-57103593293744800862024-02-20T20:51:01.672+01:00MARATÓN A ZIHUATANEJOUnknownnoreply@blogger.comBlogger2711125tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-34646637851424207862024-02-20T20:41:00.003+01:002024-02-20T20:41:28.532+01:00EL DESIERTO DE SEMANA QUE MEDIÓ ENTRE EL 10 DE FEBRERO Y EL 16 DE FEBRERO<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Con la moral un poco por los suelos tras el pequeño revolcón sufrido en Cañete, me tomé de descanso el lunes y el martes. Las piernas tampoco estaban para muchos trotes, nunca mejor dicho. El caso fue que, el Día de los enamorados, Merche, Ziggy un servidor, salimos a dar una vuelta nocturna. Nada del otro jueves, unos 9 kilómetros. Y como al día siguiente teníamos viaje a Linares, descansamos, e hicimos lo propio el viernes. Es decir, un auténtico desastre de semana, que se adornó más si cabe con una estupenda comida en "Los Sentidos" en Linares en la que celebramos nuestro aniversario de boda (hacía 22 años que nos casamos, un 16 de febrero de 2002). No teniendo bastante con eso, aún quedaría otra cena, pero esa la comentaré en la entrada de "entrenamientos" de la siguiente entrada.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> </span><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-19003899255442639842024-02-20T20:29:00.003+01:002024-02-20T20:29:20.802+01:00CRÓNICA DEL VI TRAIL PUERTA DEL REY DE CAÑETE: CORRIENDO EN ESA ESPAÑA VACIADA QUE QUIERE DEJAR DE ESTARLO<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Testimonios de la España que se va vaciando. Cañete: un lugar donde vivir</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Volvíamos a competir en nuestra comunidad, no obstante, lo hacíamos desplazándonos al otro extremo, y es que CLM es lo suficientemente grande como para perderte en ella. El sábado, nos acercamos a eso de la una hacia Cañete, en la carretera que lleva de Cuenca a Teruel, unos 240 kilómetros que comenzaron de manera accidentada, ya que, a la salida de Valdepeñas, los agricultores habían cortado el acceso a la A4, por lo que tuvimos que regresar sobre nuestros pasos y tomar la carretera hacia La Solana, y luego coger la propia a Tomelloso. Desde ahí, cogí la A43 y seguimos el itinerario normal. Cuando sentimos nuestros estómagos vacíos, paramos y comimos; concretamente, lo hicimos en Villarrobledo, justo cuando comenzó a jarrear (falta hace). Una vez satisfecha el hambre, retomamos la ruta, y llegamos a Cañete a las 17 horas. Pronto descubrimos que íbamos a pesar mucho frío, no en vano, la localidad se encuentra por encima de los 1.100 metros de altitud. Más allá del gélido ambiente, lo íbamos a tener todo a mano: el hotel, la salida, la recogida de dorsales, todo en un radio de 40 metros. Nos dieron la bolsa de corredor y estuvimos paseando por el pueblo, también charlando con uno de los voluntarios, con quien estuvimos charlando sobre la vida en Cañete, él que llevaba 65 años allí... Fue muy interesante tomar el pulso de alguien que vive en plena "España vaciada", aunque lo haga en un lugar donde sigan habiendo servicios que peligran en un futuro a medio plazo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A las 19 horas, nos acercamos por el arco de salida, ya que estaba comenzando la contrarreloj de 5 kilómetros en la que participarían algunos de los compañeros. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cenamos en el hotel y nos acostamos, abrigándonos bien, porque, conforme a lo comentado, íbamos a estar por debajo de cero afuera.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Primera parte del trail</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Desayunamos en el dormitorio, nos pusimos la ropa y los chalecos y salimos a la calle. El Smartphone decía que la sensación térmica era de -6, sin embargo, a mí no me parecía para tanto. El caso fue que calentamos un poco y, sin más, nos vimos en otra aventura...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La salida fue rápida, pero en esta ocasión salí un poco más adelante de lo que acostumbro. No me sirvió para mucho de la estrategia, porque a lo largo de los primeros minutos fui comprobando cómo me iban adelantando algunos compañeros. Enseguida nos metimos en una senda técnica en subida, y luego, en torno al kilómetro 5, la bajada, siempre cubierta del blanco de la nieve y del hielo. Pese a todo, no resbalaba. El mayor inconveniente que nos encontramos fue diferenciar la vegetación de la roca, con el riesgo de pisar mal. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Todo siguió igual, rizándonos por sendas técnicas y también discurriendo por pistas rápidas, hasta que en el 7,5 empezamos a subir. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Había visto cómo me habían ido adelantando gente, pese a lo cual, las sensaciones no eran malas. No obstante, subiendo suelen cambiar las cosas. Enseguida compruebo que ruedo mejor; eso ocurrió de nuevo, de modo que me vi consumiendo los +300 de la subida a Cabeza de don Pedro con otro semblante. Alcanzada la cima, pista para abajo y otra vez a penar. Fui comprobando la manera en la que me alcanzaban a cuenta a gotas los compañeros, y así, hasta el siguiente repecho.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Segunda parte de la carrera: la peor</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Si en Torrelaguna había conseguido ir de menos a más, aquí ocurriría justo lo contrario. Me fui apagando al igual que lo hace una vela que se queda sin cera. Ni tan siquiera en la tímida subida que medio entre el 12,5 y el 14 me terminé de arreglar, y entonces, otra vez para abajo... a tratar de coger un ritmo que no tenía. Fue en el 17 cuando volví a tener una subida tendida, en la zona que más gustó de la carrera. Llevaba a dos corredoras al acecho, que iban tercera y cuarta de la general. Una de ellas era Noelia, una chica que conocemos de la Copa de Albacete. Fue esta, Noelia, la que me alcanzó al hacer cima de nuevo en Cabeza de don Pedro, justo en el avituallamiento. La bajada por pista, y luego por senda técnica, no hizo más que generarme un sinfín de dudas, sobre todo llevando pegada a la otra muchacha. En la parte técnica logré que no se me fuera, y al llegar al siguiente avituallamiento, el del 23, ni ella ni un servidor paramos. Quedaban solo 6 kilómetros, pero más duros de lo que esperaba.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El primer repecho fue bien, no tanto así el collado incómodo por el que transitamos después. Era de difícil correr, aunque muy bonito. Cuando la cosa se puso más fácil, la chica puso "pies en polvorosa" al confirmar que había otras dos féminas muy cerca y con el "cuchillo entre los dientes". Me pasaron como una exhalación y, además, cazaron a la que por aquel entonces era la cuarta en la general. Desde ahí hasta la siguiente subida, ya en el 26,50, desfondamiento. Al llegar a la zona de roca, de no más de 400 metros, me sentí como si estuviese en el lugar equivocado... quizá lo estuviera. Después un tobogán, viendo cómo me habían adelantado otros dos compañeros, y, por fin, el pueblo, pero «no iba a ser tan sencillo». Bajamos, un cacho de carretera, un cacho muy bonito de río, subimos por las escaleras y espero que esté ahí ya la meta, no obstante, todavía queda subir al castillo... ¿Es una broma? Por tanto, hice lo mejor que pude los últimos 600 metros que se me hicieron eternos, y alcancé meta de la peor forma posible.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Finalmente, 3 horas 58 minutos. Había perdido al menos 15 puestos: demasiado mal. Entre el 20 y meta, me habían adelantado 4 chicas, y todo, para dejarme bien claro que entre la forma que me falta y la edad que tengo, no puedo hacerlo mejor.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Esperé a Merche helado de frío y con calambres. Me aseé un poco y mi mujer llegó cuarenta y tantos minutos después. La rabia fue que se quedó 5ª de +48. Yo, mejor no digo mi posición en dicha categoría.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Va a ser que el objetivo que nos quedará será correr... simplemente correr, que no es poco a mis casi 54 tacos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-89820307556864925592024-02-09T09:33:00.001+01:002024-02-09T09:33:48.075+01:00TRAIL PUERTA DEL REY<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Este domingo, volvemos a tener competición. En esta oportunidad, nos desplazaremos hasta Cañete, un pueblecito cercano a la Serranía de Cuenca, camino de Teruel. Se presenta un día húmedo y de viento, así pues, no creo que vaya a tener problemas de deshidratación en los casi 30 kilómetros con +1500 que nos esperan.</span></p><p><span style="font-family: arial;">Esta es la página:</span></p><p><span style="font-family: arial;">https://www.timingsys.com/event/425</span></p><p><br /></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgyMfF1u9tQLbe8XFTNNAdPiX6ugu2ptRu86QQU0LZ5IbVT6upRVz4YV-QWHJu0rAvJ7wB2BKA9rwki5Eag15655F8Q7ACU8VymvIyjiPkQ0k25pV_IRP_-wtjGptoYSoEB4JAcrNI7y81K4xYlWwSr8tK5Q8bHScclnoKoAHfVNaes0aWdKcRrBYJDytKz" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="525" data-original-width="372" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgyMfF1u9tQLbe8XFTNNAdPiX6ugu2ptRu86QQU0LZ5IbVT6upRVz4YV-QWHJu0rAvJ7wB2BKA9rwki5Eag15655F8Q7ACU8VymvIyjiPkQ0k25pV_IRP_-wtjGptoYSoEB4JAcrNI7y81K4xYlWwSr8tK5Q8bHScclnoKoAHfVNaes0aWdKcRrBYJDytKz" width="170" /></a></div><br /><br /><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-87936036156169876312024-02-08T12:56:00.002+01:002024-02-20T20:38:39.573+01:00SEMANA DEL 3 AL 9 DE FEBRERO<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Remando y remando, logro avanzar; lo hago poco a poco, sin hacer ruido, y por el camino, siento orgullo de seguir remando y remando. Así se resume esta que es mi última etapa por la montaña...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El sábado, Mercedes y un servidor se fueron a "su jardín", a San Carlos del Valle. Puede que no sea el jardín más bello del mundo, pero lo sentimos como nuestro. Además, está cerquita y Ziggy corre libre sin tener que preocuparnos que salga detrás de cualquier animal. Como ocurre últimamente, la tirada no fue muy larga, si bien, resultó ciertamente intensa. Algo más de 17 kilómetros hechos en 2 horas y cuarto. En cuanto a la altimetría, salieron algo menos de 500 positivos. Al menos, nos hemos acostumbrado a correr siempre, pese a que el terreno esté difícil o haya pendiente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El domingo, salimos de nuevo los tres a hacer lo que en principio iba a ser algo suavito. Dejamos el coche en "Las Aguas" y, finalmente, acabamos haciendo 12 kilómetros a buen ritmo. Menos pendiente que el día anterior, lógicamente, aunque resultó una buena jornada.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El lunes descansamos ambos. En cuanto al martes, hice bicicleta, 8 kilómetros, y Mercedes hizo lo propio. Ayer miércoles salí con Ziggy y con el frontal e hice unos 9 kilómetros con accidente incluido (me di con una cepa en el tibial y vi las estrellas). Merche volvió a hacer bicicleta. El jueves hice unos 8 kilómetros de bici, y así, pude acumular una semana que sigue antojándose corta. El domingo, competición en Cañete: unos muy majos 30 kilómetros de montaña. Colgaré anuncio.</span></p><p><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-9398464777161754842024-02-06T22:39:00.003+01:002024-02-06T22:39:41.488+01:00SEMANA DEL 27 DE ENERO AL 2 DE FEBRERO <p style="text-align: justify;"> Empezó con el viaje a Torrelaguna. El domingo, disputamos el trail, los casi 27 kilómetros. Pese a que la piernas estaban bien, nos tomamos el lunes de descanso. El martes, salí por la noche con Ziggy. Hicimos unos 9 kilómetros a buen ritmo. El miércoles me di un nuevo descanso, y el jueves Ziggy y yo volvimos a salir, en esta ocasión otros 9 kilómetros. Merche hizo bicicleta. Por último, el viernes, me acerqué al gimnasio e hice cinta y elíptica, otros 8 kilómetros. De esta guisa, cerré la semana con 54 kilómetros. Son pocos, pero al menos estamos alternando competiciones.</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-66800847584174697392024-02-03T19:19:00.002+01:002024-02-10T17:37:07.814+01:00CRÓNICA DEL TRAIL LARGO DE TORRELAGUNA 2024: DISFRUTANDO EN EL CAMPO Y SUFRIENDO EN MIS ADENTROS<p><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="color: #990000; font-family: arial;"><b>Luces</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Si hace 20 años me hubieran dicho todo lo que iría a hacer a lo largo de los últimos tres lustros, habría negado con la cabeza y con el dedo índice y, obviamente, no me habría creído ni una sola palabra. Pero en la vida, una de las mejores cosas que tenemos, es la sorpresa. Sí, llevo catorce años corriendo sin parar, y a lo largo de todo ese tiempo, he pasado por muchas fases. Ahora, ahora mismo, me encuentro en la que quizá pueda ser la mejor: estoy al margen de tiempos y rendimientos y, pese a mis cincuenta y tantos, sigo corriendo. Incluso a veces, disfruto... Eso es mucho ya.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por otra parte, unos meses después de mis serios comienzos en el running, abrí este blog... y al igual que mis zancadas siguen una tras otra, mis publicaciones continúan sucediéndose. De acuerdo, sí, más espaciadas, menos apasionadas, no en vano ya no estoy en la Maratón de Roma bajando de las 3 horas, sino corriendo por la montaña con mi mujer, y entre los dos sumamos 103 años.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="color: #990000; font-family: arial;"><b>Preámbulo</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El pasado sábado, Merche y un servidor nos acercábamos hasta El Molar, un pueblo del norte de Madrid donde nos íbamos a alojar de cara a la carrera de Torrelaguna del domingo por la mañana. El viaje resultó plácido en nuestro nuevo coche (que conste que el viejo Toyota todavía anda). Tras pasear por las calles de esa curiosa localidad, estuvimos cenando una gran ensalada y un pizza (afortunadamente, pedimos la más pequeña). El sábado no dio para mucho más, porque nos acostamos a eso de las 23 horas, y yo dormí bastante bien, no así Mercedes, que no descansó demasiado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A eso de las 9 horas, nos desplazábamos hasta Torrelaguna. Aparqué relativamente cerca y recogimos el dorsal (escasa bolsa la que tienen en las carreras de la Iberika Trail... unos calcetines Lurbel, un gel y punto).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><span style="font-family: arial;"><br /><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigxsLY7VVYuutzN3ct73YFZER84DRA5qXIZXL5txGD7KBJeW2OXuS743hJojVhSOGWUtRpFTN1QtkH1hsGq0V9QQ7qOU1Zl-xXRjsRBH3L7CFBM3jR9Mc5isWg-WynCdo1WkqJI5TIId86w8zUfXOF0uhCLc99JkMYPiXVGo4LmP-kji5a1Uu1ZKQ__V_e/s705/IMG-20240210-WA0003.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="705" data-original-width="466" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigxsLY7VVYuutzN3ct73YFZER84DRA5qXIZXL5txGD7KBJeW2OXuS743hJojVhSOGWUtRpFTN1QtkH1hsGq0V9QQ7qOU1Zl-xXRjsRBH3L7CFBM3jR9Mc5isWg-WynCdo1WkqJI5TIId86w8zUfXOF0uhCLc99JkMYPiXVGo4LmP-kji5a1Uu1ZKQ__V_e/s320/IMG-20240210-WA0003.jpg" width="212" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A las 10:15 nos pusimos a calentar. Hacía fresquito, pero todo apuntaba a que nos iba a hacer calor, como así acabo ocurriendo. Justo a la hora prevista, dieron la salida...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Éramos un montón en esta ocasión, así pues, no estaba la cosa para compararse. Bien sabíamos que el podio estaría bien caro. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="color: #990000; font-family: arial;"><b>La primera mitad: la mala</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La gente salió "a toda leche", o esa mi impresión me dio. Quizá no fuera para tanto, quizá es que no estoy "para tirar cohetes". De ahí que, bien pronto, sintiera mi falta de resuello y las piernas se me adormecieran. Además, me había prometido que andaría lo justo, que correría a no ser que la pendiente fuese insalvable, por lo cual, las cuestas me fueron consumiendo poco a poco, y eso que la carrera no ofrecía grandes dificultades técnicas. Eso sí, el campo estaba espectacular; se podía comprobar que ha llovido bien en la zona, a juzgar por el color del terreno y el agua que vimos</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Llegué al primer avituallamiento del 5 y decidí no parar, a pesar de que los <i>soft</i> <i>flash</i> iban vacíos. Creo que hice bien, porque cuajé la subida prolongada de manera bastante digna, justo cuando comenzaba a comprobar ciertos "brotes verdes" en mi avanzar. La parte del río, la cual recordaba de hace dos años y medio, resultó un tanto dificultosa y desagradable, porque tuve que mojarme hasta casi la rodilla en varias ocasiones. Las zapatillas no daban a basto, no daba tiempo a que se secaran del todo. Tras este tramo, iniciamos la subida fuerte, pero no demasiado. Ahí estaba el segundo avituallamiento, donde cargué un poco de isotónica y decidí no llevar demasiado peso. Enseguida hicimos "cumbre", en el kilómetro 12,5 y, desde ahí, tocaría bajar hacia Patones de Arriba.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUAsCz4sSIsz3596mr_qRfAfDINBAQwe9Z0civ3VCup41Bn_nbR6NKz8weEi-BaXZJCLI_HqIelPUOR6Ruf84ueeojckyFKGkUqImUYkjOL8zK10aDqglu45aJkYs-1DwlwrNQ-9crfL_11PuT_58JtXL4QuDgYCVqzqy77M_XQu4OtM8dqrwY-EjP2l5M/s540/IMG-20240210-WA0006.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="395" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUAsCz4sSIsz3596mr_qRfAfDINBAQwe9Z0civ3VCup41Bn_nbR6NKz8weEi-BaXZJCLI_HqIelPUOR6Ruf84ueeojckyFKGkUqImUYkjOL8zK10aDqglu45aJkYs-1DwlwrNQ-9crfL_11PuT_58JtXL4QuDgYCVqzqy77M_XQu4OtM8dqrwY-EjP2l5M/s320/IMG-20240210-WA0006.jpg" width="234" /></a></div><br /><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="color: #990000; font-family: arial;"><b>La segunda mitad: la buena o la menos mala</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cogí la senda con gusto, y las zonas más técnicas también las capeé bien. Mis piernas ya se habían entonado y ahora quería ejercer mi derecho a disfrutar, aunque fuese solo un poco, porque para algo habíamos pagado. Además, la zona era bonita y corrible, por lo que fui pillando a algún que otro compañero, hasta que alcancé el 17, al penúltimo avituallamiento en Patones de Arriba. La verdad es que llegué mucho mejor que en la otra ocasión. Me refresqué la cara con un poco de agua, recargué apenas 250 ml y salí sin comer nada (me acababa de tomar el segundo gel).</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPwO_oXLS4_AHFADL3iGkdPVZeiy9x6-4nqsXCM7X0K6v-4TwcWCwMDI435WeafFHZcT5_qrPNpZxIs-mo5ub0m93p3tgXMA26NylLqH-etLTm3FzoIU2s7ITsTW8iT0j9vfwKrehOxG3N98x7O4XAibacj-F6PkYG-n-4LPbl6K7dHB_HsI-LRSgOMR3c/s540/IMG-20240210-WA0005.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="469" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPwO_oXLS4_AHFADL3iGkdPVZeiy9x6-4nqsXCM7X0K6v-4TwcWCwMDI435WeafFHZcT5_qrPNpZxIs-mo5ub0m93p3tgXMA26NylLqH-etLTm3FzoIU2s7ITsTW8iT0j9vfwKrehOxG3N98x7O4XAibacj-F6PkYG-n-4LPbl6K7dHB_HsI-LRSgOMR3c/s320/IMG-20240210-WA0005.jpg" width="278" /></a></div><br /><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Lo que vino después me hace ser un poco más optimista. Los repechetes no lo fueron tanto, y en las zonas donde se podía correr logré disfrutar, o, al menos, no sufrí. Y así, fui dejando atrás a más gente. Sin más, vi a lo lejos el pueblo y de esta guisa llegué a meta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No llevaba GPS, aunque salieron casi 27 kilómetros, los cuales hice en 3 horas y 23 minutos. Bien sabía que me había hundido en la clasificación de +50, porque había mucho nivel... Pero, ¡qué demonios!, ¡a hacer puñetas la clasificación!. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me acerqué al coche, me cambié, regresé, esperé un rato a Merche y le hice un breve vídeo al llegar. Ella tardó 4 horas y 3 minutos, finalmente, cuarta de +50, aunque, al igual que un servidor, llevaba una sonrisa instalada fruto de su disfrute. Con eso ya justificamos la mañana.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tras esto, nos comimos una estupenda hamburguesa, una de las razones por las que, más allá de la escasa bolsa de corredor, merece la pena participar en esta prueba. Los paisajes, los avituallamientos, son otros motivos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No dimos más vueltas, enfilamos hacia casa, y dimos por concluida la enésima aventura.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> </span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-25822165983352450712024-01-25T16:17:00.008+01:002024-01-26T07:20:32.477+01:00IBERIKA TRAIL: TRAIL LARGO DE TORRELAGUNA 2024 26,5 KMS +1200<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En otoño de 2021, Merche y un servidor nos embarcamos en un par de carreras por montaña de la Iberika Trail, concretamente, corrimos en Pelayos de la Presa y en Torrelaguna, ambas, pruebas relativamente sencillas. La experiencia estuvo bien, de hecho, estuvo tan bien que en la actualidad nos planteamos hacer el circuito completo. Para empezar, el domingo que viene nos desplazaremos hasta Torrelaguna. Este es el link del reto:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">https://iberikatrail.es/info/torrelaguna/recorrido-2024</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiQsNmpEesBeiyy0E2g-wdqtux_X5oFbVirEwGauattWxUGDI_x9C3Q3fht8IsgAo6xIAuC7qkvxsz9UY0ILkl9WTGm0Hao4UoCHD2tbCNOMUw5HHn6LBIGwIYERuM-LfetxUVUC6aXNUHRlN1Afvhl1h9xu4BZEz0Y3XAas4T2b4WtBIL_t80NBLSc-mr9" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="989" data-original-width="1400" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiQsNmpEesBeiyy0E2g-wdqtux_X5oFbVirEwGauattWxUGDI_x9C3Q3fht8IsgAo6xIAuC7qkvxsz9UY0ILkl9WTGm0Hao4UoCHD2tbCNOMUw5HHn6LBIGwIYERuM-LfetxUVUC6aXNUHRlN1Afvhl1h9xu4BZEz0Y3XAas4T2b4WtBIL_t80NBLSc-mr9" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Competiremos en categoría +50, y apunta a que habrá mucha gente, Dará igual, lo importante no será subir al podio (quizá Mercedes lo consiga); lo importante será disfrutar de un buen domingo y tratar de ponernos un poco en forma. De paso, a ver si cae una ración de cochinillo.</span></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-76179583282087331672024-01-25T16:00:00.008+01:002024-01-26T12:21:07.955+01:00ENTRENOS DESDE EL 20 DE ENERO AL 24 DE ENERO. DECIDIENDO SOBRE LA IBERIKA TRAIL EN MADRID<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Recuperadas las piernas tras el pequeño varapalo que sufrieron con los 40 kilómetros del Trail Quesos Don Apolonio, el sábado, Mercedes, Ziggy y el que os escribe se acercaron hasta San Carlos del Valle, el que se está convirtiendo, sin lugar a dudas, el lugar de entrenos favorito últimamente, habida cuenta de la extensión de sendas y caminos verdes que tenemos alrededor de dicha localidad. Además, si te lo curras, puedes sacar altimetría, sin olvidarnos que Ziggy corre libremente sin despistarse con animales.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hicimos una ruta apañada, saliéndonos 15,50 kilómetros. La media no fue gran cosa, pero no dejamos de correr, incluso en las zonas más empinadas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Al día siguiente, el domingo, hicimos una breve pero intensa salida en la zona que lleva a Finca Lourdes. Ocho kilómetros que hicimos con la mayor intensidad posible.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El lunes descansé (y me sentí mal por ello). El martes hice un entreno nocturno con Ziggy que me supuso exigirme. Casi 10 kilómetros, eso sí, hechos sin reloj. Ayer, simplemente hice bicicleta, 7 kilómetros... Y poco más vamos a hacer hoy y mañana, porque el domingo tenemos de nuevo competición: El trail de Torrelaguna, 26 kilómetros, pertenecientes a la Iberika Trail, un circuito madrileño de 8 pruebas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="130" data-original-width="1130" height="37" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEili-yXT0f_V5xcXQ6CUgSKPRZMiVqD1DeEZtnE9xi6QHnjaU1E9Ddt2mS10yIhgq5me02pRD33bXUoL4zryJ0wvWusfUIN_9X_LgEYyHzf98k-x5viGgo7S3Ras17aoh-Kn5jH_hLloQX903LcNNXtuozX2X5j7XJ3N56QEBC6Ou_VPQav96l_BDp7i1wN/s320/cabecera-2024-IberikaTrail.jpg" width="320" /></span></div><span style="font-family: arial;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><br /></span></div><span style="font-family: arial;"><br /><br /></span></div><span style="font-family: arial;"><br /><br /></span></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-28563932378843731942024-01-23T16:40:00.010+01:002024-01-25T17:43:21.679+01:00LOS 40 KILÓMETROS DEL TRAIL QUESOS DON APOLONIO DE MALAGÓN<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Preámbulos</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tocaba dar el callo, asunto complicado, dado el estado de forma de Merche y de un servidor. Así pues, con pocos kilómetros en las piernas, nos desplazamos en la tarde del sábado hasta Malagón. Llegamos a esa curiosa localidad manchega (que alberga nada más y nada menos que un convento con casi medio milenio de antigüedad fundado por Santa Teresa de Jesús) con el tiempo justo para recoger el dorsal, y enseguida contactamos con Eusebio, oriundo de allí, pero que lleva casi toda la vida en Sevilla. Cenamos con Eusebio y Pilar (su mujer) en un bar; cenamos demasiado, diría yo, y hecho esto, nos fuimos a dormir. No tuvimos que buscar alojamiento, porque nuestros amigos nos alojaron en su casa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Desperezándonos</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Amaneció fresquito el domingo, aunque no como para vestirse en exceso. Seguimos el protocolo y, a eso de las 8:10 nos fuimos calentando hasta la salida, en la antigua estación, a no más de 400 metros de la casa. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Primer tercio de la carrera</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La idea era correr juntos, y la llevamos a cabo. Afrontamos los primeros 3 kilómetros como pudimos, teniendo en cuenta que eso de meter ritmo a nuestra edad ya no es tan fácil. Pronto nos vimos relegados a la parte final del pelotón, y Mercedes no estaba disfrutando, a juzgar por su cara. En cualquier caso, acabamos adentrándonos en los primeros senderos, hacia la primera ascensión. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No necesitamos mucho tiempo para darnos cuenta de que una chica con la que íbamos haciendo la goma era una de las competidoras de la categoría de Mercedes, motivo que nos llevó a apretar más los dientes si cabe.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los kilómetros fueron cayendo, y la temperatura ayudaba, por tanto, Mercedes fue asentándose. Tras el primer avituallamiento, seguimos por terreno algo técnico, hasta que bajamos al valle, en la zona de la Laguna de la Nava. En ese momento nos adelantó Belén, la muchacha que he mencionado antes, de manera que no conseguimos alcanzarlas hasta la siguiente subida, la segunda, allá por el kilómetro 12 aproximadamente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Segundo tercio de la carrera</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No gastamos mucho tiempo de asueto allí arriba, y salimos por delante de la competidora. Cogimos ritmo y subimos varios repechos hasta perderle la pista. Lo que vino después estuvo muy chulo, por sendas anchas llenas de jaras, con bastantes toboganes. Finalmente, volvimos a bajar a otro valle, y tocó subir, quizá la parte más bonita, por una senda estrecha y por campo a través. Llegamos a lo alto y volvimos a bajar, una bajada trepidante... Llegamos al tercer valle, en subida suave al principio, y Mercedes pasó en ese tramo sus peores momentos, porque tendía a andar, por más que yo tratase de impedírselo. Cazamos a dos chicas más, y eso la motivó, de modo que, un poco más adelante, alcanzamos de nuevo el mismo avituallamiento del 12. Era el kilómetros 24, y mi mujer... "la guerrera", ya había entrado en calor.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Tercer tercio de la carrera</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tras una breve parada, atravesamos por una zona bastante técnica sin grandes desniveles, pero complicada, ante todo los dos primeros kilómetros. Luego, la cosa fue acelerándose, sin ser sencilla, y otros dos kilómetros más lejos, alcanzamos el kilómetro 28 y medio, el mismo puesto de avituallamiento del kilómetro 7.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Estaba prácticamente hecho, o eso creíamos. Merche estaba empoderada y su cara era la mejor de la mañana. No obstante, en esto de los trails, siempre se está expuesto a las sorpresas. Salimos, y un kilómetros después, nos dimos cuenta de que algo no iba bien. Mi móvil comenzó a pitar... Seguíamos las balizas, pero era como si estuviésemos fuera del recorrido, como, de hecho, ocurría. No nos habíamos desviado por donde debíamos y estamos siguiendo el recorrido de ida equivocadamente, mucho más técnico y lento y con más subida.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por suerte, la senda buena discurría a no más de 40 metros de nosotros, aunque cincuenta metros más abajo. Cuando encontramos la manera de bajar (bastante complicado), cogimos de nuevo el recorrido, tras haber perdido no menos de 10 minutos. Aun así, fuimos cazando a la misma gente de la corta y de la larga que habíamos adelantado media hora antes, entre ellas a una de sus competidoras. Así fue hasta que dejamos de bajar y nos encontramos a Eusebio, quien nos acompañaría en su bicicleta para afrontar los últimos 3 kilómetros, los mismos del inicio. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Costó y mucho hacerlos, sobre todo a Merche, que se desfondó. Pero finalmente, lo conseguimos. Llegamos a meta en 5 horas y 47 minutos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Mercedes fue finalmente la séptima mujer, segunda de su categoría de un total de cuatro, lo cual está muy bien, porque no había categoría +50, sino +45. Subió al podio con la tercera (la primera estaba missing).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiczdWFaLtihrxouOP6Gh5a95eoBdjHcmNQ4xL38TGu5NUYZWqXO6iRgn4bUkwC18eW9XgA5JmEidFdw6FltQgWOQuGvSzd3qQBSHrEUyQPJAK1X3pMLMOjsFCSF89blsZhCQcKQ6e3LAKd9KwfX3h5Q8p0vMz_iT01jzjCjANmk-XSy1bg6YzrIlOC0QLd" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial;"><img alt="" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiczdWFaLtihrxouOP6Gh5a95eoBdjHcmNQ4xL38TGu5NUYZWqXO6iRgn4bUkwC18eW9XgA5JmEidFdw6FltQgWOQuGvSzd3qQBSHrEUyQPJAK1X3pMLMOjsFCSF89blsZhCQcKQ6e3LAKd9KwfX3h5Q8p0vMz_iT01jzjCjANmk-XSy1bg6YzrIlOC0QLd" width="320" /></span></a></div><span style="font-family: arial;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En meta nos comimos unas migas, bebimos una Coca-Cola, Mercedes subió al pódium y, tras esto, nos fuimos a casa de Eusebio, donde Pilar nos puso una sopa calentita que nos supo a gloria.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Así resultó esta nueva aventura. </span><span style="font-family: arial;">Tras la misma, tuvimos que recuperar unos días. De hecho, estuve malo con un virus, de forma que hasta el jueves no pude ir al gimnasio. El viernes descansé.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La semana se acabó con solo 50 kilómetros, añadido el trotecillo del sábado del día antes de la carrera. ¡Buenos son!</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-53633681703652344392024-01-12T16:04:00.005+01:002024-01-12T16:04:43.901+01:00SEMANA DEL 6 AL 12 DE ENERO<p style="text-align: justify;"> Apenas en 36 horas nos veremos de nuevo compitiendo, en esta ocasión, en Malagón, con casi una maratón de montaña. Esperemos que todo vaya bien, porque en forma, lo que se dice en forma, no estamos. En cualquier caso, esta semana que acabo de dejar atrás no ha sido exactamente de tapering. El día 6 de enero nos fuimos a San Carlos del Valle y nos salió un muy buen entreno que a mi, particularmente, me dejó buen sabor de boca. Vale, sí, estoy pesado, pero al menos, últimamente estoy consiguiendo ir más suelto. 14,5 kilómetros. Al día siguiente teníamos comida y, la verdad, se nos echó la mañana encima, por tanto, nos acercamos con Ziggy a "Las Aguas"; allí hicimos 8,5 kilómetros acercándonos a los 6 minutos por kilómetros, a pesar de que era terreno con cuestas. El lunes 8 fui al gimnasio e hice elíptica, un total de 11 kilómetros, el marte 9 hice bici en casa, 9 kilómetros, lo mismo que el miércoles 10, otros 8 kilómetros. Ayer descanse y hoy, acabo de venir del gimnasio, donde he hecho cinta y elíptica hasta completar otros 8. No he corrido mucho outdoor esta semana, pero lo poco que lo he hecho he podido experimentar buenas sensaciones. Total 59 kilómetros.</p><p><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-78676555064220444552024-01-12T15:46:00.002+01:002024-01-12T15:58:58.989+01:00SEMANA DEL 30 AL 5 DE ENERO<p> Estrenábamos nuevo año, pero, entre tanta comida y exceso, se hacía difícil "meterse en vereda". El día 30 hicimos una interesante ruta en Moral de Calatrava. Nos salieron unos 14,5 kilómetros bien aprovechados, sobre todo por el ritmo. Al día siguiente, lo único que hicimos fue una rutilla los cinco andando. Subimos al Mirador de los Órganos. El lunes, nos acercamos a Finca Amparo, y allí hicimos nuestro circuito de 10,5, también lo hicimos a un buen ritmo. A Mercedes le estaba yendo cada vez mejor la rodilla. El día 2 de enero me incorporaba al trabajo, y ese día hice bicicleta, 8 kilómetros. El día 3 de enero salí a correr desde el gimnasio, en Manzanares, y me salieron 8,5 kilómetros a buen ritmo. El jueves día 4 fui al gimnasio e hice 8 kilómetros en la cinta. Resultaron un total de 55 kilómetros. Más flojo que en la semana anterior</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-29467340595996075182024-01-12T15:41:00.002+01:002024-01-12T15:44:50.833+01:00ENTRENAMIENTOS 27, 28 Y 29 DE DICIEMBRE<p style="text-align: justify;"> El día 27 de diciembre estuve haciendo bicicleta durante 55 minutos, y el 28 de diciembre tenía nuevamente vacaciones, por lo que cogí a Ziggy ya casi anocheciendo y nos fuimos a hacer una rutilla, la cual se nos alargó más de la cuenta, sobre todo cuando estuvo perdido más de 30 minutos. Lo que iban a ser unos 11 kilómetros y medio se quedaron finalmente en 8, porque me tuvieron que llevar hasta el coche y, una vez conduciendo, lo estuve buscando, hasta encontrarlo en la zona justamente donde lo había perdido. El día 29 de diciembre de nuevo otros 8 kilómetros de bicicleta. De esta guisa, he conseguido realizar 72 kilómetros, que al menos dan para sentir que no he parado.</p><p><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-69184479978025366562023-12-26T16:03:00.004+01:002023-12-26T16:04:09.075+01:00 ENTRENOS DÍAS 23, 24, 25 Y 26<p>Se ponía difícil la cosa, con tanto dulce navideño y tanta comida copiosa, pero no cabía más remedio que no cejar en el intento, no en vano en menos de tres semanas tendríamos unos duros 40 kilómetros en Malagón.</p><p>El sábado, Mercedes no salió a correr. Yo me había hecho daño en la rodilla bajando las escaleras, y, por tanto, doble en dos sesiones de bici en los que hice 20 kilómetros. Ella hizo un poco de elíptica.</p><p>En cuanto al domingo, sí que estuvo bien. Nos acercamos con Ziggy a San Carlos del Valle, y allí hicimos unos buenos 14 kilómetros en los que metí bastantes cuestas. Todas las hicimos corriendo, incluso las más difíciles. Nos salieron 1 hora y 40 minutos, lo que indica que no nos dormimos en los laurales para salvar los casi 500 metros de desnivel positivo.</p><p>El lunes, día de Navidad, estaba el cuerpo para poca broma. Además, teníamos comida en Linares. Tras regresar, Merche hizo bici, y un rato después, hice yo lo propio: 8 kilómetros suaves.</p><p>En cuanto a hoy, martes, acabo de venir del gimnasio, donde he hecho cinta. He cuajado 8 kilómetros en 47 minutos. Lo mejor, que he aguantado bien el ritmo en 10,8 kilómetros por hora, que en la cinta no es tan fácil. Al final, he ido a 11,4 kilómetros por hora.</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-84530670127999089792023-12-26T15:49:00.005+01:002023-12-26T15:57:50.035+01:00ENTRENOS DÍAS 20,21 Y 22 Y LA GALA DE LA COPA TRAIL DE LA DIPUTACIÓN DE ALBACETE<p style="text-align: justify;"> El miércoles 20 no estaba el cuerpo para salir a la calle a correr, por tanto, hice bicicleta. El tiempo se me pasó volando mientras leía, y cuando menos me di cuenta, llevaba 1 hora y 12 minutos. Salieron unos dignos 12 kilómetros. Eso sí, a un ritmo cansino.</p><p style="text-align: justify;">El jueves 21 resultó imposible entrenar, porque teníamos que ir a a la Gala de la Copa Trail de la Diputación de Albacete 2023. Mercedes y un servidor pudimos disfrutar de una tarde agradable en la que nos agasajaron con premios y algún que otro regalo. Sin lugar a dudas, la copa de trail más interesante en la que hemos corridos. Finalmente, nos habíamos quedado primeros por parejas, segunda Mercedes en categoría absoluta y, un servidor, tercero en veteranos D.</p><p style="text-align: justify;">El viernes, tras pasarnos por Filipides Sport para canjear el regalo por 80 euros que le habían dado a Mercedes, aprovechamos en el viaje de vuelta y nos desviamos hacia el Cortijo de Tortas. Allí, aparcamos e hicimos unos muy buenos 16 kilómetros. Eso sí, dejamos la Almenara a un lado, no nos atrevimos a subirla. Nos salió un buen tiempo, y apenas si anduvimos.</p><p style="text-align: justify;">Por tanto, cerraba la semana con unos dignos 66 kilómetros... Un comienzo... Todo es comenzar.</p><p><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-33304326388751978622023-12-19T16:12:00.006+01:002024-01-12T15:48:03.274+01:00ENTRENOS DE LOS DÍAS 16, 17, 18 Y 19 DE DICIEMBRE<p> El pasado sábado nos fuimos Ziggy, Mercedes y un servidor a realizar una bonita ruta por San Carlos del Valle, el que se ha terminado convirtiendo en nuestro jardín, quizá el único jardín cercano a Valdepeñas. Fieles a nuestra mala forma, disfrutamos poco, pero, al menos, corrimos todo el rato, incluso en las zonas más complicadas. Salieron 16 kilómetros que hicimos en dos horas y 10 minutos. </p><p>El domingo, teníamos viaje a Linares, así pues, aprovechamos que Despeñaperros se encuentra de paso. Como no íbamos con Ziggy, hicimos otra preciosa ruta, en este caso de 14,50 kilómetros, +750 de desnivel positivo, y en un tiempo de 8 minutos el kilómetro.</p><p>El lunes descansamos, y hoy, martes, yo he hecho cinta en el gimnasio en Manzanares, 8 kilómetros a 10,4 kilómetros por hora. Tras esto, unos pocos abdominales.</p><p><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-20592416771276465802023-12-19T16:02:00.002+01:002023-12-19T16:02:39.876+01:00CUANDO ALGO SE TERMINA ALGO TAMBIÉN COMIENZA<p> Era aquel feliz verano del primer año de la década pasada, e íbamos a menos velocidad de lo que ahora vamos. La palabra "Inteligencia Artificial" representaba en el imaginario poco más que el título de una película; fue entonces cuando, el que os escribe se decidió a dar zancadas. No llevaba dadas ni medio millón cuando tome la determinación de abrir este blog para así acompañar cada paso que diese con palabras, y ahora que lo veo con perspectiva, compruebo que ha sido toda una aventura... sí, una aventura con todos los aditamentos de un largo e inesperado viaje. Han sido un sinfín de esfuerzos, un sinfín de retos, de dolores, de penas, de alguna que otra alegría... maneras de sentirse muy vivo. Pero lo mejor fue que no lo hice solo, lo hice con Mercedes, mi mujer...</p><p>Sí, han pasado más de trece años de aquel inicio... Aún conservo mi pelo, no así mi juventud, que se me ha ido escapando de los dedos... Las piernas ya no van como llegaron a ir, pero, en cualquier caos, aquí seguimos los dos: corriendo. Ahora que he cerrado la tarea que me ha tenido ocupado en cuerpo y alma: "Moiras en el laberinto", mi novela, ahora que me bendigo por haber sido escritor... quizá un escritor de medio pelo... quizá un entusiasta escritor, ahora, a mis casi cincuenta y cuatro años, lo vuelvo a intentar...</p><p>¡Javier! Deja atrás este dos mil veintitrés que no pasará a la historia por los buenos recuerdos que dejó. Deja atrás el año en el que corriste con desgana por aquellas preciosas montañas, el año en el que tu mente de corredor estaba arrinconada por la mente de un escritor nobel inseguro. Dejado atrás este año aciago, me anticipo al futuro y me veo escribiendo aquí sobre el 2024, el año en el que disfruté, aunque solo fuese un poquito, de este hobby.</p><p>En enero tenemos el primer reto: los 40 kilómetros del Trail Quesos Don Apolonio, en Malagón. Será la oportunidad de compartir la experiencia con nuestro buen amigo Eusebio, uno de esos antiguos colegas del blog que, a pesar del transcurso de los años, ahí sigue, a sus setenta y cinco años y corriendo por la montaña (quiero ser cómo tú).</p><p>Tras este nuestro primer reto, tenemos intención de correr un circuito por montaña en la Comunidad de Madrid. A ver si que ahora las Moiras me están dejando descansar un poco, puedo retomar esta bonita costumbre de escribir en este rincón.</p><p><br /></p><p><br /></p><p> </p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-45869918858382181982023-04-23T10:42:00.004+02:002024-02-10T20:39:44.775+01:00LA VALDEPEÑAS-LINARES: segundas oportunidades con duro final<p style="text-align: justify;">Cuando allá por enero me encontré a Paco Rivas en el supermercado, no caí en que estaba abriendo la caja de Pandora desde el momento en el que le contaba lo de mi aventura de diciembre entre Valdepeñas y Linares. En seguida él se ánimo a que probase de nuevo, y con él por compañía. No supe decirle que no, así que, de una manera informal, quedamos emplazados para el reto. </p><p style="text-align: justify;">Un par de semanas después ya le habíamos puesto fecha, mediados de marzo, y como Merche ya se había inscrito por aquellas fechas a los 100 kilómetros de Bosques del Sur, acordamos que ella haría un entreno, acompañándonos desde el Viso del Marqués hasta meta. Y los días pasaron, de forma que, lo que parecía una broma se hizo realidad. No hubo manera de encontrar la logística que permitiera que mi mujer nos esperase en ese punto intermedio, por lo que, finalmente, un amigo de la ciudad jienense que trabaja en mi pueblo nos llevó las bolsas con ropa limpia a casa de mi suegra.</p><p style="text-align: justify;">El 18 de marzo, a eso de las seis menos cuarto de la mañana, tomamos salida desde la casa de Paco... No quería pensar que el único que sufriría la aventura sería un servidor, aunque estaba seguro de ello, como así ocurrió.</p><p style="text-align: justify;">Hasta Santa Cruz de Mudela todo en orden. Luego, a partir de ahí, cogimos un bonito camino hacia el Viso (era un recorrido distinto al de mi odisea de diciembre). Cuando no llevábamos ni veintisiete kilómetros ya comencé a notar ese agarrotamiento que últimamente me asalta, de forma que me fui quedando atrás, a pesar de que el ritmo se acercaba más a 7 que a 6 el kilómetro. De esta guisa alcanzamos el Viso. Allí desayunamos, y la comida me sentó genial. Pero mis piernas iban tiesas. El tramo hasta la entrada de Despeñaperros se me hizo complicado, no así a ellos, que iban más frescos que una lechuga. Pero en Aldea Magaña me tomé un ibuprofeno, y pronto comencé a notar los efectos. Las piernas se desentumecieron y comencé a correr mucho más suelto. Así, alcanzamos Miranda del Rey en el cacho en el que más disfruté de todo el día. Desde esta aldea hasta el Restaurante Orellana Perdiz, trece kilómetros más allá, corrí con Merche, porque Paco iba por delante y de vez en cuando nos esperaba. Iba contento, porque apenas si andábamos.</p><p style="text-align: justify;">En el restaurante me tomé una suculenta sopa, que realmente me apetecía. Ellos medio sandwich, y el otro medio se lo guardaron. La Coca-Cola también ayudó, pese a que ya iba bastante cansado. Lo que vino después fue una pequeña pájara fruto de la digestión y el calor, aunque tres cuartos de hora después se me pasó. A esas alturas, ya en La Fernandina, el cansancio me hacía ir mucho más lento, y mi mujer me esperaba más de lo que a ella le hubiera gustado. En un restaurante de ese pequeño núcleo poblacional, volvimos a hacer una parada técnica, la última antes de alcanzar la meta, en apenas 15 kilómetros. Sin embargo, ya no pude comer nada, sólo Coca-Cola. Así pues, decidimos ir rectos sin pasar por Acebuchar, restando así un par de kilómetros al recorrido. </p><p style="text-align: justify;">Lo que vino después fue el lógico hundimiento. Corriendo menos y andando más, hasta llegar al cruce de la presa, donde cogimos el camino hacia Las Garzas, pero yo ya únicamente podía andar. Pronto me quedé sin gasolina y sin poder tomar nada, de forma que los últimos 7 kilómetros fueron a menos, hasta el punto de que Mercedes prácticamente me tuvo que llevar del brazo.</p><p style="text-align: justify;">Si antaño bajaba de tres en maratón, hoy no soy más que una sombra. Aunque eso somos los humanos, animales cambiantes que un día están en un sitio y otro día se encuentran en el opuesto. De nada sirve lamentarse... al menos sigo intentándolo.</p><p style="text-align: justify;">Finalmente, 98 kilómetros y medio y reto totalmente conseguido, pese al bajón de autoestima que me vino después.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO8RvrQfbNOjJ7R3rKiLqBZHIJTlSVJvfvGBbkyQ5pTq6SFha1GPAYuIxcPKGkqKfsw5O-O1LqwGcBh3OoU7j6mkKtOfNeWiwnpQ5_JvVpnFxhcG_ojTFY8PYCzS3xmXaGOzyV7hHnBR-jd7ehM7bpKefFFuAUChSH71bSh4IVB0eCCo5wiZVVrIcchw/s1599/IMG-20230319-WA0003.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: arial;"><img border="0" data-original-height="738" data-original-width="1599" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO8RvrQfbNOjJ7R3rKiLqBZHIJTlSVJvfvGBbkyQ5pTq6SFha1GPAYuIxcPKGkqKfsw5O-O1LqwGcBh3OoU7j6mkKtOfNeWiwnpQ5_JvVpnFxhcG_ojTFY8PYCzS3xmXaGOzyV7hHnBR-jd7ehM7bpKefFFuAUChSH71bSh4IVB0eCCo5wiZVVrIcchw/s320/IMG-20230319-WA0003.jpg" width="320" /></span></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeckrCTCOwzh4pDkEOdfsZAekrcMYz2D1-M3v3oUgYIUKUfAnH8S0ogPPHoj6ZSN9Omgbd-LqPFZEYYnwnbgcJ8DZm5Vs0lLRHpy0WiCtcONbJbrvfSwxCnjsYSAkfi1Xha_rJRmOZux-wcq-4I2e5_CaypXTw8BOiMAp8n4gLRvBt2YFbsFNNiiIRiw/s1599/IMG-20230319-WA0006.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="738" data-original-width="1599" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeckrCTCOwzh4pDkEOdfsZAekrcMYz2D1-M3v3oUgYIUKUfAnH8S0ogPPHoj6ZSN9Omgbd-LqPFZEYYnwnbgcJ8DZm5Vs0lLRHpy0WiCtcONbJbrvfSwxCnjsYSAkfi1Xha_rJRmOZux-wcq-4I2e5_CaypXTw8BOiMAp8n4gLRvBt2YFbsFNNiiIRiw/s320/IMG-20230319-WA0006.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_QJgjhAmPoLN0UNmuDnZtDyNguqvBsgdk-D7I921six7u0kk6hMzyG-zI6P-PXd_arMDOcgeroK0LLxGpHWF8dZgaOnYDlE5n6WWmeKSKoU75Xy-bRHIG5BbiHHjbL1HR5PZCW3DPVZGv9oCb8czGrJaa9qydzpcKKN94-5-7kXHaa4mqkj6pdITJjA/s1600/IMG-20230319-WA0010.jpg" style="margin-left: 1em; 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text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBRYR0YdfZNJ8-YCbD4sPQ2Oiw_ZWNnhXoWYGtnm9z-ZFRDryD_H2SczfwngBeIHvGZN7pp0seGyRn5OPCTjHtB6VPAj3U2uvX64Nhn5ZAUDZm3Wa-6dYqzFHpUnF9W9iPrKlfTthEf4W6jHrh9VWZ6sGD66FbKoy-AfBL3hl5M0718pdXHZa7JvIyGw/s1599/IMG-20230319-WA0014.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="738" data-original-width="1599" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBRYR0YdfZNJ8-YCbD4sPQ2Oiw_ZWNnhXoWYGtnm9z-ZFRDryD_H2SczfwngBeIHvGZN7pp0seGyRn5OPCTjHtB6VPAj3U2uvX64Nhn5ZAUDZm3Wa-6dYqzFHpUnF9W9iPrKlfTthEf4W6jHrh9VWZ6sGD66FbKoy-AfBL3hl5M0718pdXHZa7JvIyGw/s320/IMG-20230319-WA0014.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcqAwTTHzmLPQImG3eNJ-n7HHRj7B79wx4duvaRp4fPIhAJ2OHG2_x4PNYzcWonzBO0xYSgY3G3-tb-kFCk_JP8jfssvAeUhxoB0GgqumiUUBr_9PnFFJRa30rgMW6h0-qVHGOk-zFeImVd7mg3_ahgclbZuAMjTqnSMizAPF-nLhf_ZbhUDsC0zWmtQ/s1599/IMG-20230319-WA0020.jpg" style="margin-left: 1em; 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margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="738" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimZa_ygZL0QvtMLysvaahJF3xllpT4zdBJxsJO-p0AYY9HgDMUJI5Przrl8F_iNWsLKM3ysMsL4FotBycgCW2GjiPgJBnesRyKWieIx6F__vSDrksGlzyeQQbSjLH2n17fQUECnS3wT513iJHqbguJZoPsiPOGn0pAmo3-mdLZe9yVXOFvwyhWL9Naxg/s320/IMG-20230319-WA0066.jpg" width="148" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5Ji7E2_701jcOx_EajoCx6OLKoUIoPi7f0GAQF_V_8MrB1kIqh3a5wKhfYkOmlDVBoIF7Z56A4y7AMNSErDKyj1J57deIutJdSldjbHv_y8YFhoKibmt-R9AgqJHT4a5oQffDPz9Xa9XLhuysKc-kZ2a9PKrs9Ocpxwzhce37byZ20nN7s7USqHwgKQ/s1599/IMG-20230319-WA0068.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="738" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5Ji7E2_701jcOx_EajoCx6OLKoUIoPi7f0GAQF_V_8MrB1kIqh3a5wKhfYkOmlDVBoIF7Z56A4y7AMNSErDKyj1J57deIutJdSldjbHv_y8YFhoKibmt-R9AgqJHT4a5oQffDPz9Xa9XLhuysKc-kZ2a9PKrs9Ocpxwzhce37byZ20nN7s7USqHwgKQ/s320/IMG-20230319-WA0068.jpg" width="148" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-39481533674470603342023-04-21T21:30:00.000+02:002023-04-21T21:30:02.221+02:00LO QUE LLEVAMOS DE 2023<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pese al esfuerzo titánico de la Valdepeñas-Linares, mi organismo no fue a más, todo lo contrario. La Navidad tampoco ayudó, así pues, me vi en enero planificando un nuevo curso sin muchas ganas. Lo mejor es que no hemos dejado de correr, lo peor, es que lo he hecho por inercia, y con la moral por los suelos, en lo que vienen siendo unos primeros meses de año muy aciagos. Esto ha acontecido:</span></p><p><span style="font-family: arial;"><b>TRAIL MONTES COMUNALES ADAMUZ</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Merche tenía un mal recuerdo de aquella carrera, en la que en 2018 se cayó llegando a meta y le tuvieron que dar puntos en la rodilla, por tanto, regresábamos para tratar de que nos quedase un regusto distinto. Mucho frío aquella mañana de domingo, hasta -5 grados llegó a marcar el coche, quizá por ello, no tenía muchas ganas de batirme el cobre, por lo que a última hora decidí correr con mi mujer. Al final ella respondió bien, disfrutando, casi más que yo. Terminamos los 27 kilómetros en algunos minutos más que en aquel 2018, pero ella es cinco años más vieja, y eso se nota. En cualquier caso, completó el pódium de las máster, categoría que estrenaba, y a fe que hubo competencia, más que en la categoría inferior</span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKmdu9Y-odEyp1gkL-QPs6b8qYyhwXrEgQD4a1t2o7eSu-lOBxBb9a1alzIGF1ra8Jf0RFGTag7wi23Sk77lKSXzPdaNnFNGK3pgaPgg4917jMyzjwVAZSgjrG6zIMTI_qnXTSXMtGybvJPfHJ_KQKo6CuuvGnMoyrsQlh-U5PYvObeuzZXCCNuUkNAA/s1600/IMG-20230128-WA0009.jpg" imageanchor="1" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKmdu9Y-odEyp1gkL-QPs6b8qYyhwXrEgQD4a1t2o7eSu-lOBxBb9a1alzIGF1ra8Jf0RFGTag7wi23Sk77lKSXzPdaNnFNGK3pgaPgg4917jMyzjwVAZSgjrG6zIMTI_qnXTSXMtGybvJPfHJ_KQKo6CuuvGnMoyrsQlh-U5PYvObeuzZXCCNuUkNAA/s320/IMG-20230128-WA0009.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgB0kEkxPp_XknUWUN_frcfw6zkzXwf9R0SzTDO5Y4RWqO9Wk5f76-LzIMOiX8E0wBBiPKwffjPvsCZqkudkzu3KYmlZ_P5s8PnwHY1pootv8O1cx4y62PmbNvYM8Z15Ebpkv6B3mUvT9mJovL5Fg3fKt0PhDC5A88LskZ4-3ZHyk7q-RXEyFeU5orrPA/s1600/IMG-20230129-WA0003.jpg" imageanchor="1" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgB0kEkxPp_XknUWUN_frcfw6zkzXwf9R0SzTDO5Y4RWqO9Wk5f76-LzIMOiX8E0wBBiPKwffjPvsCZqkudkzu3KYmlZ_P5s8PnwHY1pootv8O1cx4y62PmbNvYM8Z15Ebpkv6B3mUvT9mJovL5Fg3fKt0PhDC5A88LskZ4-3ZHyk7q-RXEyFeU5orrPA/s320/IMG-20230129-WA0003.jpg" width="240" /></a></div><p><span style="font-family: arial;"><b>TRAIL SERIES EN JIMERA</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A mediados de febrero nos íbamos a una zona de Málaga espectacular, a correr tres pruebas en un fin de semana, algo más de sesenta kilómetros. Mi mente estaba en otro sitio, por lo que no disfruté demasiado, a pesar de los bonitos paisajes y el ambiente. El sábado, 25 kilómetros que me sentaron muy regular, por la tarde una subida de 3 kilómetros con +600, y la subsiguiente bajada, en la cual me costó arrancar, pero fui a más, aunque la hice con Mercedes. El domingo, la prueba más dura, 32 kilómetros, ya con las piernas cargadas, en las que disfruté hasta que me quedé sin fuerzas. Los últimos 10 kilómetros, entre la Estación de Benaoján y Jimera... para olvidar. Tanto en la prueba de 25 como en la de 32, Mercedes se quedó a tan sólo unos minutos de pillarme. Y como no podía ser de otra forma, subió al cajón. Lo hizo como segunda de su categoría:¡un meritazo!<br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><b>EXTREM FILABRES</b></span></p><p><span style="font-family: arial;">Era la tercera vez que nos acercábamos a Serón a correr esa prueba. En la primera ocasión Merche fue cortada, en la segunda no mejoró su tiempo, así pues, tenía ganas de reivindicarse. Una mañana estupenda para correr, aunque con calor de más, y mis piernas que no van, noto que estoy mucho peor, ni que decir cuando desde Las Menas se me hace eterno. Resultado: 4 horas 51 minutos, treinta y cinco minutos más que en 2020, cuando subí como tercer máster. ¡Esto es lo que hay!, el 11 de 11 másters. En cuanto a Merche, 5 horas 26, mejorando en 6 minutos su tiempo de las otras dos ediciones. </span></p><p><span style="font-family: arial;"> </span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1fGx7seQ8IIdVKnZyxEjt55Y-9MbL9i_saYuBUA1jqPWGufIEsNzkyKwf9e20IR2vO-V-KP3r3MXpdOTKfxYzlmW1fu2z8SFBVErLSGEPWD-ADHk6iqqESaUeKFk8Nay6KTIjp6NgpySKvaxNduCPUpgYI7qyjzxhWtOAkMGha6yHNmBhuXyyxBBBMA/s4000/IMG_20230312_145525.jpg" imageanchor="1" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1fGx7seQ8IIdVKnZyxEjt55Y-9MbL9i_saYuBUA1jqPWGufIEsNzkyKwf9e20IR2vO-V-KP3r3MXpdOTKfxYzlmW1fu2z8SFBVErLSGEPWD-ADHk6iqqESaUeKFk8Nay6KTIjp6NgpySKvaxNduCPUpgYI7qyjzxhWtOAkMGha6yHNmBhuXyyxBBBMA/s320/IMG_20230312_145525.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: arial;"><br /><b>COPA TRAIL BOGARRA</b></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Comenzaba la copa, y lo hacíamos por parejas. Sensaciones regulares, a pesar de estar en abril y venir de hacer tantas pruebas, así como mi reto de la Valdepeñas-Linares por segunda vez (del cual hablaré en otra entrada). ¿Qué decir? Da igual lo que haga, ya no voy. Al menos hice de escudero: 5 horas 9 minutos y nos quedamos segundos, pero Merche arrastró la lesión en los isquios, fruto de los 100 kilómetros de mi reto. En cualquier caso, obtuvo doble premio, porque también subió como segunda de su categoría.<br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMpJ3Db0JLe0qVyBuqkD1CJUEigcaED6HRyWDsJ-rzvhdKx3KG7pExeYmczPGBzn6p-QBDQ-2vRaoPfDnJl8bViTbH6VRJz1M0y1XUVIDXh-Pk_KeOHsVJC66XdMYXJaPSwUx4Asu1i53qDvJimPmMyBhp18lVNw31n5UoWRPA4QHdvZ2d_V8c3slD3Q/s2000/IMG-20230402-WA0004.jpg" imageanchor="1" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1126" data-original-width="2000" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMpJ3Db0JLe0qVyBuqkD1CJUEigcaED6HRyWDsJ-rzvhdKx3KG7pExeYmczPGBzn6p-QBDQ-2vRaoPfDnJl8bViTbH6VRJz1M0y1XUVIDXh-Pk_KeOHsVJC66XdMYXJaPSwUx4Asu1i53qDvJimPmMyBhp18lVNw31n5UoWRPA4QHdvZ2d_V8c3slD3Q/s320/IMG-20230402-WA0004.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf16QIZHX1AwQK4IABlWZIUqNuFb0hq_l_QcvL9OJwQALSnTsid9iktLGVmatCLkSdny4seEsarhIPZMWmXm1jXe-WwNzX6Y1ko8d4ggTxawbCRHZLVjHkhcHFH3P0ruafYXbcscwsB5dK9Aa_kIxjvOZ_V9zptqZBisAL3b_ETI-XPLOV0dnOazplNg/s4000/IMG_20230402_141501.jpg" imageanchor="1" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf16QIZHX1AwQK4IABlWZIUqNuFb0hq_l_QcvL9OJwQALSnTsid9iktLGVmatCLkSdny4seEsarhIPZMWmXm1jXe-WwNzX6Y1ko8d4ggTxawbCRHZLVjHkhcHFH3P0ruafYXbcscwsB5dK9Aa_kIxjvOZ_V9zptqZBisAL3b_ETI-XPLOV0dnOazplNg/s320/IMG_20230402_141501.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p><span style="font-family: arial;"><b>65 KILÓMETROS DEL DESAFÍO DEL CALAR</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y el colofón a estos magníficas semanas para mi (lo digo con algo de sorna), fue la durísima prueba de 65 kilómetros con +3200 positivos con salida en Ríopar. Había que subir al Gallinero, al calar, al Padroncillo por la cara más dura y hacer la Almenarilla y la Almenara. Merche y un servidor íbamos como parejas, y pronto sufrimos el recorrido, de noche, en el primer bucle. Cuando pasamos por Ríopar en el 17, ya veníamos de ir haciendo la goma con la segunda pareja de la clasificación, así pues, teníamos ese acicate. En el siguiente tramo metimos una marcha más y subimos bastante bien al calar, a pesar de que los de la carrera de 45 comenzaron a adelantarnos, lo cual fue un engorro. Al llegar al aparcamiento del chorro, yo ya iba tieso, ¡para variar!, aunque resolví el problema con un paracetamol. El siguiente tramo fue mejor, pero muy largo, ya con calor, hasta que llegamos en el 31 al Campamento San Juan. Para entonces, seguíamos encontrándonos con la pareja de la que antes hablé. La subida al Padroncillo fue espectacular, y para mi sorpresa, me sentí con fuerzas, pero la bajada se hizo difícil, sobre todo cuando Mercedes se torció el tobillo y, ´mas allá del terrible dolor, decidió seguir. La cosa no fue a más y alcanzamos Riópar Viejo. Recuerdo que en el avituallamiento pensé que terminaríamos la prueba y le daríamos cumplido homenaje a Pepe Llavero, mi suegro, no en vano, la última vez que habló Mercedes con su padre fue para comunicarle el año anterior que habíamos cubierto con éxito los 45 kilómetros del Desafío de 2022. Además,teníamos delante a la pareja e madrileños... ¿quién iba a imaginarse lo que luego ocurrió? <br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pero el tramo que venía después era duro, tras tantos kilómetros y con el calor. sin darme cuenta me fui deshidratando, de forma que entre el 42 y el 45 me terminé de secar. Repentinamente, me indispuse y comprobé que ya no podía seguir. Merche quería que no abandonase, pero pronto se dio cuenta del problema... cuando me vio vomitar la Coca-Cola que había bebido un rato antes. Así soy yo, y así es ella. Mi mujer continúa subiendo los tres kilómetros más complicados de todo el recorrido, mientras yo bajo en busca de la ambulancia. De ahí a la enfermería de Ríopar, pero afortunadamente sin vías, ni nada que se le parezca. El resto de la aventura lo pasé sentado en la plaza charlando con nuestro buen amigo Antonio, del PAM, mientras esperábamos a Merche. Tres horas y medio le llevó cubrir los últimos trece kilómetros, realizando en la cresta un kilómetro en cuarenta y dos minutos, pero ahí estaba otra vez. Siempre cumple.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Finalmente, pese a mi retirada, tenía a derecho a trofeo como máster, siendo la única en su categoría en terminar la prueba. 12 horas 32 minutos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Unas horas después, ya en Valdepeñas, tendríamos que ir a urgencias a que le vieran el tobillo, el cual tendría que recuperar en, al menos, dos semanas.</span></p><p><span style="font-family: arial;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjORP70BvrFC5SYuAqZyzyA21W0BcBsCAVZK9LlhyJC3bRBL9b-77A8rUCn8sWdXfI7B8GV3JosipVEzbuEKNUMM2lheQbYfYldt1DpsCQP4YYL89acJLTJ_8X4tiFUDNs9_qPWyAdBCYpHpo5BzlcyY64uDFj9PBkmOzwj_f3LhxQY4dDyDHTYnE-dw/s4000/IMG_20230415_173330.jpg" imageanchor="1" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjORP70BvrFC5SYuAqZyzyA21W0BcBsCAVZK9LlhyJC3bRBL9b-77A8rUCn8sWdXfI7B8GV3JosipVEzbuEKNUMM2lheQbYfYldt1DpsCQP4YYL89acJLTJ_8X4tiFUDNs9_qPWyAdBCYpHpo5BzlcyY64uDFj9PBkmOzwj_f3LhxQY4dDyDHTYnE-dw/s320/IMG_20230415_173330.jpg" width="240" /></a></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXRC634c1mccY7Z_KHl9vU6g365NWbZCjVT5m1VBB2bnlwm6QkHI6igB_YkhxeVH0AmQ66Kus7TzODdimDOkOM_ZIvDexiGdutuYzaVgVwDF2WCDEikZvGgzAdnRaf_vMXsqfRg4TSlvqWTRAoXdo25GQRNaPHyKL-cwV0sR8EqA4AQBoRqcTSzW4skQ/s2000/IMG-20230415-WA0005.jpg" imageanchor="1" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="2000" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXRC634c1mccY7Z_KHl9vU6g365NWbZCjVT5m1VBB2bnlwm6QkHI6igB_YkhxeVH0AmQ66Kus7TzODdimDOkOM_ZIvDexiGdutuYzaVgVwDF2WCDEikZvGgzAdnRaf_vMXsqfRg4TSlvqWTRAoXdo25GQRNaPHyKL-cwV0sR8EqA4AQBoRqcTSzW4skQ/s320/IMG-20230415-WA0005.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1XCOi8rDEQYNJ9nt0f3JEhgANbprB4wsmtFOdzZ-pm4nSxqf0Xpf8c_r27HyTY4GHqXFqg6mGJIuCG37Eh0USAyJOMQWz17VirhHIBjeYMVzqLH2GZa7DyaRpcxTKAvbR4t8pBgjrO_nErvup6sUPQV5qzGqlf4IIGVuAfsUDZBIJr-NoB6mPAB-Xhw/s2000/IMG-20230414-WA0001.jpg" imageanchor="1" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="2000" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1XCOi8rDEQYNJ9nt0f3JEhgANbprB4wsmtFOdzZ-pm4nSxqf0Xpf8c_r27HyTY4GHqXFqg6mGJIuCG37Eh0USAyJOMQWz17VirhHIBjeYMVzqLH2GZa7DyaRpcxTKAvbR4t8pBgjrO_nErvup6sUPQV5qzGqlf4IIGVuAfsUDZBIJr-NoB6mPAB-Xhw/s320/IMG-20230414-WA0001.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: arial;"> Y estas han sido las quijotescas historias de un viejo en declive y su portentosa mujer. No sé cuánto cartuchos me quedan, pero sí sé que los que aún conservo están mojados.</span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"> <br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-78574364473138286642023-04-21T20:38:00.001+02:002023-04-21T20:38:03.563+02:00LA VALDEPEÑAS-LINARES Reflexiones en el camino<p style="text-align: justify;"> <span style="font-family: arial;">Aprovechando el puente de diciembre, dejé a Merche y a Ziggy en Linares, regresé en tren y el sábado a las cuatro de la madrugada salía de Valdepeñas dispuesto a llegar como fuese a Linares. Los primeros kilómetros hasta Santa Cruz de Mudela fueron bastante amables. Desde ahí se puso a llover, y la logística me pasó alguna que otra mala pasada camino de Bazán. En esa aldeita me tomé un par de bollitos cuando aún no había amanecido, sin embargo, en los minutos siguientes me tocó pasar mi primera crisis, porque en una zona de barro sentí que no avanzaba. Desde ahí hasta el Viso del Marqués fui deshaciendo poco a poco el azucarillo, de menos a más, hasta que llegué a la plaza de ese curioso pueblo y desayuné. La tostada de jamón y tomate me sentó estupendamente, no en vano acometí el paso de Despeñaperros con otro talante, disfrutando. Además, comencé a notar las muestras de apoyo de Mercedes y los del Safa Linares, que me seguían en vivo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Así atravesé Despeñaperros, en una aventura emocionante, hasta que llegué a Miranda del Rey, en el 65. Allí me quité ropa, porque hacía calor y comenzó una nueva carrera, ya más agarrotado, con menos ritmo, tanto, que pasada la Aliseda se me hizo un mundo, hasta llegar al Orellana Perdiz, donde traté de comer algo, pero apenas si me entró. Eso sí, la Coca-Cola me dio fuerzas. Pasada Navas de Tolosa, llevaba la parte de atrás de la rodilla totalmente contracturada, y supe que ya tocaría andar todo lo que quedaba... así fue pasando la tarde, hasta que anocheció a algo menos de 10 kilómetros de Linares...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De nuevo otra carrera, con frío, cansado y agarrotado, me tuve que poner la térmica y el chubasquero, hasta que a menos de siete kilómetros para llegar, reparé en que no llevaba el móvil, se me había caído. No quería ir hacia atrás, pero necesitaba recuperarlo, porque, entre otras cosas, llevaba la tarjeta de crédito y el DNI, así pues decidí pedir ayuda en la urbanización de al lado de Las Garzas... conseguí llamar a Merche y Miguel Ángel y mi mujer aparecieron treinta minutos después. Los siguientes minutos los pasamos buscando el móvil, y costó, de forma que, cuando lo encontramos, ya estaba totalmente incapacitado para continuar, así que ahí se terminó la aventura, tras 97 kilómetros de brega.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sin duda que se me quedó un sabor agridulce, con la idea de que habría que intentarlo más adelante, como así ocurrió...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiespKWJDda7YVPs-8qpqLRwH3Kqr03RY7ZFVyz_sAklJ_xJqlrjrDjfPKGRmM6peIjwYIJW3icu8Jou9RMoEJJuyvE0YzhechIzoVK-EBEKQAw4lUAKrd3yeFoPpauGkoOkw4t-_H9wmtTVdgFQApCfvTRV1_APZuXY2Ahl6iTnpbHhFLPI-MUMwCqfA/s3264/IMG_20221204_110755.jpg" imageanchor="1" style="font-family: arial; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiespKWJDda7YVPs-8qpqLRwH3Kqr03RY7ZFVyz_sAklJ_xJqlrjrDjfPKGRmM6peIjwYIJW3icu8Jou9RMoEJJuyvE0YzhechIzoVK-EBEKQAw4lUAKrd3yeFoPpauGkoOkw4t-_H9wmtTVdgFQApCfvTRV1_APZuXY2Ahl6iTnpbHhFLPI-MUMwCqfA/s320/IMG_20221204_110755.jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3Y9VvtPV6ObF55rSJTZ0nvZ_1zcQaW8bKXJe86noD2w6d0Ymy1cDkm8-XurTUpHzi8twGG0f9cWVxoUvjLE2QH75CeKwS-beoWBVuQQD2w7iO1jkmZrw33NkWaaPw2z89sx27BKAe2Gnr0udKZJytRLvbVRIYi75VJ21ew-pkVpQc5hUiw5NZ0y05ug/s3264/IMG_20221204_153030.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3Y9VvtPV6ObF55rSJTZ0nvZ_1zcQaW8bKXJe86noD2w6d0Ymy1cDkm8-XurTUpHzi8twGG0f9cWVxoUvjLE2QH75CeKwS-beoWBVuQQD2w7iO1jkmZrw33NkWaaPw2z89sx27BKAe2Gnr0udKZJytRLvbVRIYi75VJ21ew-pkVpQc5hUiw5NZ0y05ug/s320/IMG_20221204_153030.jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEDi4rv_mSAa2XZ0Gd3DgrKP4WeLo6b0e11us8ohIJbjY4Tz0HWlCpfF_HeH4X3yzNhonsHwr_paAbhmLkOr5ueDWUU3pC7kFtvX7Skl66FGw9RRRdWo1VuwURxQKgI4LyYl7sYQbPF5i5a0ZgReAjHY9rG6cbyCzK-JTzIFkJ34GZA3zkRGkzWFqteQ/s1200/77305781Master.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="900" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEDi4rv_mSAa2XZ0Gd3DgrKP4WeLo6b0e11us8ohIJbjY4Tz0HWlCpfF_HeH4X3yzNhonsHwr_paAbhmLkOr5ueDWUU3pC7kFtvX7Skl66FGw9RRRdWo1VuwURxQKgI4LyYl7sYQbPF5i5a0ZgReAjHY9rG6cbyCzK-JTzIFkJ34GZA3zkRGkzWFqteQ/s320/77305781Master.jpg" width="240" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-72663316250744769592023-04-20T20:40:00.000+02:002023-04-20T20:40:06.491+02:00HA PASADO CASI UN AÑO, PERO SEGUIMOS CORRIENDO. ¿QUÉ ACONTECIÓ HASTA DICIEMBRE DE 2022?<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> ¡Hay que ver cuan olvidado tengo el blog! No obstante, Merche y un servidor hemos seguido moviéndonos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Dejé de escribir cuando estábamos en plena preparación de la Trail Weekend de Santiago-Pontones, justo tras haber colgado la crónica de la Maratón de Montaña de Valdelinares, aquel pódium inesperado. Mucho ha llovido desde entonces, obviamente, en sentido figurado, por lo que es llover llover, poca cosa. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ni que decir que las cosas no han mejorado, pero al menos seguimos haciendo burradas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¡Vayamos al lío!...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">TRAIL WEEKEND SANTIAGO PONTONES. 56 KILÓMETROS <br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El 10 de septiembre tomábamos parte de la prueba LTSS de Santiago-Pontones, 56 kilómetros duros y complicados, sobre todo, por el calor, no en vano, ya venía de retirarme en la edición anterior. En esta no podía fallar, más allá de que la voluntad vaya por un lado y el cuerpo por otro...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> No llegaba en un buen estado de forma, pero ¿cuándo fue la última vez que lo tuve? Siendo fieles al ejercicio de masoquismo que nos caracteriza, nos pusimos en línea de meta Merche y el que escribe. Estrenaba bastones y zapas... los nuevos elementos muy bien, las piernas y el físico no tanto. Una dura batalla en la que no iba cuando se trataba de correr, aunque subiese relativamente bien desde La Toba. En esta ocasión llegué a Miller más entero que en la anterior edición, y acometí el tramo hacia Marchena con mucho miedo, ya que fue ahí donde me había muerto la última vez. Sin embargo, habían cambiado el recorrido, y eso me ayudó, por el hecho de no tener que recordar, de forma que llegué al punto fatídico donde antaño arrojase la toalla, aunque lo hice con un talante bien distinto. En Marchena me refresqué, cogí mi bastones y acometí los últimos 17 kilómetros... Todo fue bien hasta que comencé a deshidratarme, ¡cómo no! no es algo nuevo... va conmigo. Allá por el 48, justo en el calar antes del último avituallamiento, de repente sentí que no podía avanzar, mareado y sin ninguna posibilidad. Anduve como un zombie hasta el avituallamiento, sabiéndome retirado... Pero entonces ocurrió algo inesperado...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ya sentado en el vehículo, esperando a que llegase el conductor y me llevase a mete, de repente comencé a sentirme mejor... así pues, me tomé un par de vasos de Coca-Cola y arranqué sin pensarlo, tras haber estado parado unos 20 minutos . Ni que decir que los últimos 7 kilómetros fueron un premio para mi. Lloré al llegar... el tiempo es lo de menos, 10 horas y 4 minutos, ¡ahí es nada! Merche llegó treinta y seis minutos más tarde, también muy emocionada. ¡Lo habíamos conseguido!. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y como creía que era la cuarta de su categoría, como así era, nos fuimos de vuelta a casa, sin caer en la cuenta de que todas las de su categoría subieron como absolutas. Ya en Valdepeñas nos enteramos de que había sido primera, finalmente. Le recogieron el trofeo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjiBXbxyMbBhNES-6QWYSPdj1Vw8y772Og3y_tQmQbJTw4oDa320EU4PTnGjiPv3jWRqWeY04-ewIC-YB61czj0xk2wrSN6gp-jGH44voqvLjg-JYx8FPYShrEJmxRcw2HH4E_Y9KMXhbkFQSH0rPsTZedgwkotyhmEHJuVY-ZYJPvZw-SmsONoq3v8g/s2048/IMG-20220910-WA0000.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1533" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjiBXbxyMbBhNES-6QWYSPdj1Vw8y772Og3y_tQmQbJTw4oDa320EU4PTnGjiPv3jWRqWeY04-ewIC-YB61czj0xk2wrSN6gp-jGH44voqvLjg-JYx8FPYShrEJmxRcw2HH4E_Y9KMXhbkFQSH0rPsTZedgwkotyhmEHJuVY-ZYJPvZw-SmsONoq3v8g/s320/IMG-20220910-WA0000.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-lmg5-rQkVtm-tnSmS6kiKox_m4XnB-SzO9LCcKcvJaJnrSwSzZnbt1devqYxUIQpfczF1yxIFjoNKrP4AXz-n6sdm6bfVuRN3BlOtagvvvY0M6CqoCkdfH0ljIP2pYre5AfLLIgJbw7GtrN7iCibRiQ0GM_9lBNp3FeveYYfQU6gVtdnJNh_SPOCHw/s1620/IMG-20220914-WA0000.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1620" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-lmg5-rQkVtm-tnSmS6kiKox_m4XnB-SzO9LCcKcvJaJnrSwSzZnbt1devqYxUIQpfczF1yxIFjoNKrP4AXz-n6sdm6bfVuRN3BlOtagvvvY0M6CqoCkdfH0ljIP2pYre5AfLLIgJbw7GtrN7iCibRiQ0GM_9lBNp3FeveYYfQU6gVtdnJNh_SPOCHw/s320/IMG-20220914-WA0000.jpg" width="213" /></a></div><p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiF9n4yB8YlNZ68oMLX-valH79vHHGBddjgryq3BxQKuBJwtl2vRx4EwGQZ-PcbWtTl5uHnNauxlj1FYoPspnsyaH_-3QzyxxNDw8d2RTi6USoToDGLEp--mOgy0rQkDLK8Q6bx1O-STXud_NiF6iNmJ3vhBTMp2eSQ9CFLpuWuhxE6w29autrQs9VSPA/s1600/IMG-20220917-WA0000.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="932" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiF9n4yB8YlNZ68oMLX-valH79vHHGBddjgryq3BxQKuBJwtl2vRx4EwGQZ-PcbWtTl5uHnNauxlj1FYoPspnsyaH_-3QzyxxNDw8d2RTi6USoToDGLEp--mOgy0rQkDLK8Q6bx1O-STXud_NiF6iNmJ3vhBTMp2eSQ9CFLpuWuhxE6w29autrQs9VSPA/s320/IMG-20220917-WA0000.jpg" width="186" /></a></div><p><br /> </p><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>PATERNA DEL MADERA <br /></b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Unas semanas más tarde, tocaba finiquitar la Copa Trail de Albacete en Paterna del Madera. Como quiera que habíamos corrido la segunda prueba como parejas, decidimos hacer lo propio, y terminó siendo de lo mejorcito del año... mucha brega yendo los últimos, la séptima pareja, pero... poco a poco, remontando conseguimos lo imposible, porque a 500 metros de meta pillábamos a los terceros y subíamos aun inesperado cajón... ¡inolvidable!</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ya a finales de año, Merche recogería su trofeo en la Gala de la Copa en Albacete. Terminó siendo tercera Veterana C.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUWqsOX4sWvL7Iz5UfpYscJBc3v3e4k0t9gzCylZnZJDunzEkOJGGBlpzDDtOkAsk_SAzb9sDqM0ZlMZlYxz9W227tQwgjbUkLCjp7SMGwT6FBthF30IA2WRC6Xkw6SZvda67W-sHR0GPbMOfqtV3gvStOJDWRw1LqNXA77CDVjqTi4EXK3Kp6nJjCSA/s1600/IMG-20220925-WA0002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="738" data-original-width="1600" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUWqsOX4sWvL7Iz5UfpYscJBc3v3e4k0t9gzCylZnZJDunzEkOJGGBlpzDDtOkAsk_SAzb9sDqM0ZlMZlYxz9W227tQwgjbUkLCjp7SMGwT6FBthF30IA2WRC6Xkw6SZvda67W-sHR0GPbMOfqtV3gvStOJDWRw1LqNXA77CDVjqTi4EXK3Kp6nJjCSA/s320/IMG-20220925-WA0002.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_2S2TordFHHQ9yEMr1mDkpc8tnRGwCWI3BZl3kn9WYKyphlqYC27Z6wTM54u-B062l4UNR97-M1mf2at2yKagGoDfqOXAIkfBwtwrlRghO0CItzviPKuIHWfXFOepQrWUw3GNvzLki3XpV4Ehmtx6t18hnKIIvhkWGoA9dVfVcVZBFVwj0_cDXEGpfA/s1600/IMG-20220925-WA0003.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="738" data-original-width="1600" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_2S2TordFHHQ9yEMr1mDkpc8tnRGwCWI3BZl3kn9WYKyphlqYC27Z6wTM54u-B062l4UNR97-M1mf2at2yKagGoDfqOXAIkfBwtwrlRghO0CItzviPKuIHWfXFOepQrWUw3GNvzLki3XpV4Ehmtx6t18hnKIIvhkWGoA9dVfVcVZBFVwj0_cDXEGpfA/s320/IMG-20220925-WA0003.jpg" width="320" /></a></div><br /><b> ECO TRAIL DE MADEIRA <br /></b><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por último, en octubre, aprovechando unas vacaciones en Madeira, corrimos el Ecotrail de Madeira, una maratón de montaña bastante dura. Lo hicimos juntos, y lo mejor fueron los paisajes, no así las sensaciones y la humedad. Llegué muy tocado al final, pero llegamos, que no es poco.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUzx5wwXFsGUufbznyqYUMr2YT_hkDYbcmIjmAUuJ9Yxwya1RzDMTcNHPDXFzNSlHgtTobBm_3C5HAqw63NWfV6GpEv74dZcFWibge9bRmsOUqilbofDuSJiC3LQgNgOfqqhGkNEpIumRF-4louBNhFZiDIjduiMf5vun1YrRVgM2uj8QKDNiPqoz7Tw/s1600/IMG-20221021-WA0004.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUzx5wwXFsGUufbznyqYUMr2YT_hkDYbcmIjmAUuJ9Yxwya1RzDMTcNHPDXFzNSlHgtTobBm_3C5HAqw63NWfV6GpEv74dZcFWibge9bRmsOUqilbofDuSJiC3LQgNgOfqqhGkNEpIumRF-4louBNhFZiDIjduiMf5vun1YrRVgM2uj8QKDNiPqoz7Tw/s320/IMG-20221021-WA0004.jpg" width="320" /></a></div><br /> <br /><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Con eso cerramos la temporada, justo a las puertas de un reto que llevaba mucho tiempo queriendo hacer: la Valdepeñas-Linares</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: left;"><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-29191067772828318152022-08-08T15:48:00.004+02:002022-08-09T14:22:02.533+02:00Tercera quincena de preparación para los 56 KILÓMETROS DE LA TRAIL WEEKEND DE SANTIAGO-PONTONES<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La tercera quincena arrojó cambios para bien. Sin duda dio fruto la constancia, no así la intensidad. Este ha sido el resumen de esas dos semanas</span></p><p style="text-align: justify;"></p><ul><li><span style="font-family: arial;">Sábado 16: Maratón Herradura de Alto Campoo. 37 kilómetros con +2600. </span></li><li><span style="font-family: arial;">Domingo 17: paseo de 3 kilómetros por Burgos</span></li><li><span style="font-family: arial;">Lunes 18: 8 kilómetros de elíptica.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Martes 19: 9,5 kilómetros nocturnos con cambios de ritmo.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Miércoles 20: 7,5 kilómetros de bici con cambios de ritmo.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Jueves 21: descanso.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Viernes 22: 7,5 kilómetros matutinos.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Sábado 23: 22 kilómetros en progresión por la zona del Peral y las Aguas. Ritmo medio 5' 49''.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Domingo 24: 11 kilómetros con calor en San Carlos del Valle.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Lunes 25: 7 kilómetros elíptica con cambios.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Martes 26: 9 kilómetros con cambios de ritmo.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Miércoles 27: descanso.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Jueves 28: 8 kilómetros matutinos con Ziggy.</span></li><li><span style="font-family: arial;">Viernes 29: descanso (viaje a Valdelinares)</span></li></ul><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En este grupo de entrenos, hemos partido del duro test de la Herradura. Lo mejor ha sido la recuperación y la constancia. La asignatura pendiente: variar los entrenos y meter más intensidad. He realizado un total de 129,5 kilómetros</span></p><p><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-75247873620610975552022-08-04T12:13:00.002+02:002024-01-26T13:18:54.362+01:00LA CRÓNICA DE LA MARATÓN DE MONTAÑA DE VALDELINARES<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> <b>Preámbulo</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tras el fiasco de Mercedes en Alto Campoo, tuvimos que improvisar otro reto, para que así se quitase el mal sabor de boca y, de paso, nos sirviera de preparación para la Trail Weekend de septiembre. Encontramos una magnifica carrera que se desarrollaba en Valdelinares, Teruel, el pueblo más alto de España, situado a casi 1700 metros de altura.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De este modo nos pedimos la tarde del viernes, en una época en la que un servidor tiene más trabajo que nunca, y viajamos hasta aquel recóndito lugar con el tiempo justo para recoger los dorsales. No obstante, no hubo imprevisto, de manera que todo se dio bien y nos dieron la bolsa del corredor casi tres cuartos de hora antes del cierre del chiringuito. Al mirar el listado de participantes de la larga, descubrí que sólo correrían tres mujeres. Cuando se lo dije a Merche noté cómo se aliviaba, ya que, de terminarla, obtendría el premio a su tesón. En mi caso, pese a no ser una cita demasiado multitudinaria (no así la de 25 y la de 12), había nada más y nada menos que 13 máster de más 50 años, así pues, lo veía difícil, aunque en el fondo eso fuera lo que menos me preocupase.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tras dicha recogida, hicimos el check in en el apartamento y nos vimos gratamente sorprendidos por cómo estaba dispuesto aquél: con todo lujo de detalles. Preparamos la cena, una abundante ensalada de pasta llena de tropezones, y nos acostamos temprano, no en vano la carrera salía a las 6 de la mañana.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Desde la salida hasta el avituallamiento del 12</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es de noche y el pueblo luce precioso. Sin embargo, hay algo raro que me tiene turbado. Sé qué es, no me apetece correr. Probablemente en otras circunstancias me hubiera encontrado nervioso, pero no..., en esta ocasión no es así... sólo estoy desmotivado...quizá tenga demasiadas cosas en la cabeza, demasiado lastre que soltar... y sienta que dejarme la piel ese día no sea la mejor manera de liberarme. T</span><span style="font-family: arial;">enga la cabeza donde la tenga, da igual, estamos en línea de salida y tocará dar el callo, así pues, nos damos el beso de siempre y el speaker, sin dar más pábulo a cavilaciones, da la salida... </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Apenas sí me da tiempo a tomar conciencia de lo que corresponde hacer, y es que, como decía antes, no consigo proyectar la aventura en mi mente. En cualquier caso ya he comenzado a dar las primeras zancadas y, ¡leches! otra vez lo mismo, no fluyo como quisiera. En seguida dejamos atrás la última casa de esa bonita aldea, de forma que nos vemos transitando por un camino. Trato de ir con cuidado, porque es noche cerrada aún y uno no está acostumbrado a competir con tan poca visibilidad... En lo que a situación de carrera respecta, me intuyo en mitad del pelotón, quizá ese sea mi sitio, a lo mejor no, porque suelo ir de más a menos. En cualquier no deseo pensar en rendimientos, no con todos los problemas que me rodean en mi día a día, por lo que avanzo tratando de ser paciente, haciendo de mi capa un sayo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuando dejo el caminito y comienzo a atravesar una zona más técnica, me veo sorprendido por mi torpeza. Siento que todos los gatos son pardos con tanta penumbra y, efectivamente, en uno de los bancales por los que pasamos, pierdo el equilibrio y me caigo... </span><span style="font-family: arial;">La caída es bien tonta, aún así, pese a que me levanto con rapidez, pronto descubro que me he hecho daño en la mano derecha. No es excusa, no voy a abandonar, he de estar muy fastidiado para hacerlo, no obstante, pronto el dolor comenzará fastidiarme meridianamente la mañana.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De esta guisa, el tránsito se ha puesto más complicada todavía, justo cuando las primeras luces el alba quieren asomar, tergiversando las sombras y los perfiles de las cosas. A todo esto, voy haciendo </span><span style="font-family: arial;">la goma con un par de corredores a la par que me esmero por no volver a tropezar con esa vegetación baja tan extraña... por momentos echo de menos la tierra descompuesta de toda la vida.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Unos minutos después nos vemos solos otro compañero y yo. Le voy a llamar A, aunque realmente se llama José Vicente, de Callosa, Alicante. El tío tiene pinta de ser máster, aunque no salga en mí demasiado el gen competitivo, por lo que no termino de sentir que voy con el cuchillo entre los dientes, sino más bien, disfrutando de su compañía. </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYPrFYk8_bbVC1EbBajNtWyr-ZrahXOETLvkFD5IClCz0iUhUTeagIKTNmqf3Qe8ADDmttp9FFBeAZLJlfuuQ2rfCzW_CMMcaArueGCp3rFLFyySV_QXh2dB2FUW1a4GQhjGfPQPdjFs8ZNGBiaclv_nx8CJReIu9VDzAum7Uzcq4uOxFUy0Ktw0EVuw/s1200/jose%20vicente%203er%20master.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="803" data-original-width="1200" height="355" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYPrFYk8_bbVC1EbBajNtWyr-ZrahXOETLvkFD5IClCz0iUhUTeagIKTNmqf3Qe8ADDmttp9FFBeAZLJlfuuQ2rfCzW_CMMcaArueGCp3rFLFyySV_QXh2dB2FUW1a4GQhjGfPQPdjFs8ZNGBiaclv_nx8CJReIu9VDzAum7Uzcq4uOxFUy0Ktw0EVuw/w532-h355/jose%20vicente%203er%20master.jpg" width="532" /></a></div><div><br /></div><div style="text-align: center;">He aquí José Vicente</div><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Como venimos de subir, </span><span style="font-family: arial;">las piernas no terminan de brillar en el llano, en una zona por la cual vamos zigzagueando campo a través. Un rato después toca bajar, con poca visibilidad y bastantes obstáculos, de manera que se ralentiza la marcha, y, por momentos, mi amigo "A" se me escapa, aunque para mi regocijo, logre en varias ocasiones alcanzarlo. Durante todo el rato, me esmero por seguir con la máxima atención el rastro de las bandas naranjas que ha puesto la organización, las cuales tienen un trocito reflectante que ayuda y mucho, aunque la escasa luz natural nos haga despistarnos en más de una ocasión. </span><span style="font-family: arial;">En esa parte de la carrera siento que estoy yendo por encima de mis posibilidades, siguiendo al compañero, lo cual supone un reflejo de inseguridad que no ayuda. Sin embargo, de haber ido solo habría ralentizado la marcha y me hubiese dormido en los laureles...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ya estamos abajo y, comprobamos que se nos unen de golpe otros cinco corredores. Uno de ellos dice algo así como que somos los siete jinetes de la apocalipsis, y no sé si el símil aplica... A mi me parece más bien que no somos más que un montón de chalados, algunos entrados en años, jugando a hacerse daño en la montaña. </span><span style="font-family: arial;">Por fin pisamos un cachito de pista, que, parece mentira que diga esto, lo agradezco, y sin dar mucho tiempo al disfrute, alcanzo el primer avituallamiento, en el kilómetro siete... </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No paro, y los demás hacen lo propio. Justo en ese momento me quito el frontal de la cabeza y lo porto en la mano, todo por mi empecinamiento de no detenerme. Pienso en hallar la oportunidad de metérmelo en el compartimento de atrás del chaleco, sin embargo, por no perder el ritmo, no lo hago. Esa parte se me hace desagradable, con la mano izquierda ocupada, la derecha inflada como una bota y un terreno de nuevo difícil. Cansado de las molestias, decido agarrarlo en el lateral izquierdo de la mochila y, entre pitos y flautas, </span><span style="font-family: arial;">alcanzo el kilómetro nueve, tras haber atravesado un valle yendo paralelo a la carretera TE-V 3. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sé que toca subir, porque la noche antes había estudiado el track... la cuestión es por dónde. No vemos la siguiente baliza y alguien pregunta si alguno lleva el recorrido en el GPS. Contesto que yo, así pues, me saco como puedo el smartphone y compruebo que estamos en el recorrido, pero, ¿dónde demonios están las marcas?... nos hemos perdido...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Durante los siguientes diez minutos damos palos de ciego, nos desviamos, y "A" y un servidor hasta nos enganchamos con una alambrada. Tras un buen rato de despiste, tomamos la determinación de regresar hasta la última baliza, la mejor decisión, así que, cuando alcanzamos ésta, logramos ver la senda por dónde tocaba ir... al mirar mi móvil me doy cuenta que el recorrido va por fuera del trazado marcado por la organización en la wikiloc.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La subida se hace dura, más si cabe tras la contrariedad vivida. Mi compañero "A" ha puesto pies en polvorosa... lo veo subir como un tiro e intuyo que ya no le volveré a ver la matrícula en lo que queda de mañana (llevaba razón, porque finalmente me terminaría sacando más de 40 minutos). El hecho de verificar que los compañeros van más sueltos que yo me hace decidir que he de reservar. Voy con otro chaval, llamémosle "B", aunque se llame </span><span style="font-family: arial;">Jordi Martínez. No voy para chácharas, así que apenas intercambiamos palabra, hasta que veo aparecer por mi derecha a otro compi, "C" (Christian), quien aparece de entre la frondosidad tras haber subido por la escorrentía que decidimos abandonar unos minutos antes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La cosa se pone empinada de veras, tanto que por momentos echo de menos los bastones (esos que no me decido a estrenar en ninguna prueba). Vamos directos a la cota +2000 y mis piernas se quejan sin miramientos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">«¿Cómo puedo ir tan flojo?» me pregunto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No sé cómo consolarme, pero no hay más remedio que continuar con la brega...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ya hemos coronado el Ato del Monegro y nos movemos </span><span style="font-family: arial;">por un bosque precioso donde consigo recuperarme un poco. Ese tramo lo hago con "B" y "C", a quienes oigo charlar en valenciano, pero yo sigo mostrándome un poco arisco y no suelto prenda. En esta tesitura alcanzamos el segundo avituallamiento, kilómetro 10,5. Veo a uno de la organización </span><span style="font-family: arial;">que se me acerca con lo que parece ser un vaso de agua y yo le hago un aspaviento para comunicarle que no quiero beber. Él, a su vez, me mira incrédulo, hasta que descubro que no es un vaso, sino el aparatito de lectura del chip. "C" se monda de risa con el malentendido y, es entonces cuando me confiesa que a él también le ha pasado lo mismo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En ese punto llevo 1 hora y 35 minutos, a un ritmo medio de 9'03'' el kilómetro. Ahora que analizo los datos, compruebo que el que iba a primero había pasado por ese punto veinte minutos antes. Sólo me consuela el hecho de saber que él juega en otra liga y que, además, es veintitantos años más joven que quien escribe estas líneas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Desde el 12 a la Estación de Esquí de Valdelinares</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hemos comenzado a bajar y la cosa se pone bastante más complicada. "B" se ha parado a "hacer sus necesidades" y yo avanzo con "C", capeando el terreno lo mejor que puedo, hasta que, por fin, alcanzamos un valle. Novedades, y eso ayuda a romper el esquema. Ahora el terreno permite correr mejor, aunque no mucho, porque estamos en una carrera de las de montaña de verdad. Me sorprendo cuando veo cómo "C" se saca los bastones. Es extraño, no hay apenas subida. Decido continuar solo, aunque presiento, equivocadamente, que coincidiremos más adelante, pero eso no ocurrirá.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Las sensaciones no han empeorado, y eso ya es un logro, porque los kilómetros si que han pasado. Me fuerzo a correr hasta que veo delante mía a una pareja de compañeros, "D" (Ángel) y "E" (Lluc). No puedo evitar venirme arriba en el momento en el que les doy alcance.... es lo que tiene el Descendiente del Cromagnon, que siempre arrastra consigo ese gen competitivo. Llegamos casi a la vez los tres al tercer avituallamiento. Allí me paro por primera vez y, debido a la lesión, me muevo torpemente, ya que me cuesta abrir los soft flasks. Sin haberlo pensado hago lo que hice en Alto Campoo: </span><span style="font-family: arial;">como sandía y bebo Coca-Cola (ese protocolo será el que seguiré a partir de entonces). Justo antes de arrancar me examino la mano, cuyo dedo índice apenas si puedo mover. En cualquier caso, no lo pienso demasiado y arranco de nuevo...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me topo con gente </span><span style="font-family: arial;">de la de 12 kilómetros. Han salido a las ocho de la mañana e irán por la mitad de su carrera aproximadamente. A ellos les quedarán seis kilómetros y a nosotros veintiocho. Por momentos me pregunto si quiero ser ultra fondista, si no sería mejor pelearme en batallas mucho más cortas... </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">«No pienses tanto y ve al lío»</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Lo bueno de esa parte es el constante adelantar. Me crezco al comprobar que tengo más fuelle que los jovenzuelos iniciados en el mundo del trail con los que me cruzo. Sin embargo, "B" me baja inmediatamente los humos cuando me adelanta por mi izquierda impasible a ritmo de sus bastones. Se ve que le ha sentado bien "evacuar" porque le veo más ligero. Le persigo con determinación mientras subimos un repecho bastante empinado dedicado al remonte hacia la estación. En esa recta </span><span style="font-family: arial;">se acumula una hilera de luchadores multicolores que bregan lo mejor que pueden.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ya en lo algo siento que las piernas se me mueren fruto del esfuerzo, a la par que "B" se ha venido arriba arengado por su familia, que lo estaba esperando. En esta guisa, el </span><span style="font-family: arial;">chaval se me escapa de mi plano mientras bajamos... lo hace sin forzar... todo lo contrario que yo, qu marcho totalmente oxidado. Discurrimos por la pista de esquí, que, por supuesto, no tiene nieve, hasta que giramos y cogemos otra pista, ésta en clara ascensión, cacho en el que aprovecho para acercarme de nuevo a "B". No obstante, son mis últimos coletazos, ya que, al llegar a llano y ponernos a correr, se me va, ahora sí, definitivamente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Lo que viene ahora es, sin lugar a dudas, lo peor de lo peor para mi. En la parte más sencilla y corrible del trayecto descubro que estoy amortizado, hasta tal extremo que por mi mente sobrevuelan los fantasmas del abandono. Uno de los siete jinetes de la apocalipsis, al que no había visto desde hacía una hora, me adelanta sin piedad... otro al que ya no volveré a ver. Así pues, me peleo con un par de viejos que, como yo, luchan por ir lo más engrasados posibles. Por suerte, ellos corren en la corta, aunque no por ello yo logre sacar pecho.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por fin alcanzo la Cruz de la Gitana, kilómetro 20,7. Llevo </span><span style="font-family: arial;">3 horas y 4 minutos y una media de 8' 53'' el kilómetro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Desde la estación de esquí hasta el final de bucle</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Por qué lo llamaran bucle cuando lo deberían llamar tormento? Esa es la pregunta que me hago, máxime si tengo en cuenta que cuando el cuerpo no está para florituras es una auténtica putada pasar por un sitio a sabiendas que regresarás a él... con la sensación de no estar avanzando. Sin embargo, los de la organización ya contaban con ese desaliento, por lo que instalaron el avituallamiento justo allí. Al llegar siento que es mi final y, para mi sorpresa, con un poco de sandía, Coca-Cola y una ducha de agua garrafa en mano, en seguida veo las cosas de otro color...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Reinicio la marcha con algo parecido al brío, pero con mucho menos brillo que el que se le supone a alguien que está seguro de sí mismo. </span><span style="font-family: arial;">Afortunadamente, el tramo que toca tiende a bajar. El hecho de cruzarme con algún que otro corredor de la de 25k me ayuda a valorar lo que estoy haciendo y las bellos paisajes colaboran, aunque poco, a mi motivación. Cuando llego a una pista y no encuentro la siguiente baliza, toca sacarme el móvil, con el consiguiente dolor de mano. Me lleva un par de minutos encontrar la senda y, cuando lo hago, me resigno ante la idea de que lo toca es una pronunciada ascensión: el Pico Peñarroya, a 2016 metros de altura. Si me aburría en mi soledad, ya tengo compañía, porque a mis espaldas siento a "D" y a "E" conversar. Me han cazado vilmente y suben igual que máquinas con sus palos...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Las piernas se quejan, aunque hay algo que está cambiando: me estoy haciendo el callo. Es la primera vez en toda la mañana que me siento seguro de que podré con el reto, pese a las dificultades. Tanto es así que corono justo por delante de ellos y, en la bajada, para mi sorpresa, los dejo atrás, pese a no marchar precisamente como una bala. En lo algo he fichado llevando 3 horas y 33 minutos, kilómetro 23, a 9' 15'' el kilómetro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Al alcanzar un cruce de caminos sito en un valle llamativamente verde, compruebo que el recorrido me lleva a través de un bonito collado por el cual tendré que correr, a no ser que decida ir andando, con el consiguiente bajón anímico. No hay mucha pendiente, así que aprieto los dientes y eso hago. Obtengo mi premio un rato después, oyendo de vez en cuando el murmullo de mis perseguidores, pero en terreno en franca bajada, hasta que alcanzo nuevamente la Cruz de la Gitana. Kilómetro 25,5 en 3 horas 57 minutos</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Mi segunda ducha, la Coca-Cola y la sandía me dan fuerzas, aunque pierdo más tiempo del debido con la brega logística, debido, fundamentalmente a la torpeza de mi debilitada mano. Sorprendentemente cojo ritmo y, en la zona del campiña llena de pastos, alcanzo un sentimiento alejado aunque alineado con el disfrute. Noto que las piernas se desenredan un poco, justo cuando siento el aliento de "D", "E" y "F", un nuevo actor, Pere. Si no es por ello me hubiera terminado perdiendo, ya que, en un despiste me largaba hacia el Este. Sólo las voces de aviso me sacaron de mi ensimismamiento.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La hierba y la maleza, junto al agua, conforman un terreno cómodo por lo blando, pero incómodo por su perfil, máxime si voy diligentemente dispuesto a dar caza a aquellos que, durante bastante kilómetros, me habían perseguido. Al llegar al cruce donde se bifurca la de 25k y la nuestra, presiento que estoy cerca de Valdelinares y que, al tomar hacia la izquierda me estaré alejando de la felicidad... ¡qué remedio!. Y si mis extremidades habían respirado durante un tiempo, ahora el terreno se pone complicado. En esa zona de escorrentías es donde un rato después se terminará cayendo Merche...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Alcanzo el avituallamiento siguiente, bajo un puente, donde reparan líquidos mis compis, en el kilómetro 30. En esta ocasión, la parada es más breve, hasta el extremo que les dejo allí y me decido por iniciar la última subida, de unos tres kilómetros de larga, la que nos dejará en el Alto de los Hornillos, a 1992 de altitud...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La zona de camino y pastos es bonita de ver, pero desagradable de correr, porque siempre es subiendo, aunque peor es lo que viene después, cuando toca echarse la mano en los cuádriceps atravesando el campo. Allí me alcanzan "D" y "F", pero "E" se queda tras mío. En esta guisa, las piernas parece que están llegando a su límite, justo cuando el calor ya me ha desgastado lo suficiente como para sentir la deshidratación. He sido muy chulo y no me he tomado ni una sola pastilla de sales, así pues, tendré que asumir las consecuencias si esto termina mal...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Finalmente llego a la cima, donde nos espera otro avituallamiento. He visto salir a "D" soltando virutas por la bajada y "E" quien llega justo después que mi, apenas se para y sale también escopeteado. Me siento torpe con los elementos y lo suficientemente cansado para perdonarme el estrés de perseguirles. Mientras "F" me dice:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">—Me voy a ver si les pillo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Desde al Alto del Hornillo hasta meta</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Yo salgo unos segundos después, notando bajo mis caderas el peso de los 33 kilómetros que llevo, tras 5 horas y 13 minutos de pelea.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Eso de bajar siempre ayuda, sobre todo cuando el terreno es algo más amable. Ahora bien, más vale que tengas fuerzas para ello, porque si no comprobarás que le gente se te va. Pronto pierdo de mi plano a "F"... si bien he llegado tan lejos que siento que estoy cumpliendo, lo cual es lo más importante.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Esa parte de la historia es en franca soledad. Pienso que, con un poco de buena (o de mala suerte) ya no me cruzaré con nadie más hasta Valdelinares.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Muy mal no lo tengo que estar haciendo al comprobar que, cuando menos me lo esperaba, he vuelto a ver ante mí a "E" y a "F". De hecho, en el siguiente avituallamiento, ya a seis kilómetros para el final, compartimos un rato en el mismo espacio.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De nuevo solo, dándole vueltas al último tramo, en la zona donde me caí, ya que regresaremos en un tramo de unos dos kilómetros sobre nuestros pasos. Ya estoy en la zona técnica, y la cosa cuesta y mucho. Siento cada obstáculo, lo bueno es que también los recuerdo, por lo que los voy descontando. Subo por los bancales y, por fin, engancho el camino... esto sí que es lo último. Allí parece que el calor se esmera en ponernos delante la última dificultad, de manera que el kilómetro final se hace pesado como él solo...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ya estoy llegando, las primeras casas y llevo a "E" ahí delante, se le ve medio muerto, no obstante, gira por las callejuelas unos segundos antes que yo, de tal suerte que cruza el arco de meta a no más de diez metros por delante.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¡Qué alegría!, ¡Lo he conseguido! y no ha sido fácil. Paro la aplicación en 44,75 kilómetros, con +2000 positivos en 6 horas y 47 minutos, a una media de 9'05'' el kilómetro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>La espera</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Lo primero que noto que soy capaz de mantener la verticalidad. No necesito tumbarme, aunque necesito beber algo muy frío</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">—Una cerveza muy fría con limón —le pido a una voluntaria.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En ese instante llega la primera chica. Un poco más y me pilla. No esta el horno para cábalas comparativas, así pues agarro el vaso de plástico y noto que la cerveza está fría, pero no lleva limón. </span><span style="font-family: arial;">En cualquier caso, pese a no gustarme ese jugo a palo seco, mi gaznate lo agradece. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tras esto, me desabrocho el chaleco y me refresco en la fuente. Poco a poco me inunda el cansancio. Decido ir al apartamento a ducharme, para que me dé tiempo a ver llegar a Merche. Rezo para que no se haya perdido, porque necesita llegar como el comer.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Una vez aseado, me muevo con mejor brío, aunque me sienta exhausto. No tengo molestias en ningún sitio, salvo en mi mano. Veo como se acerca "B" y me pregunta, le digo que bien, pero que me ha resultado muy larga... le pregunto y me dice que se ha quedado segundo, con 6 horas 5 minutos. Tela, me ha sacado cuarenta y dos minutos..., por tanto, me habré quedado, por lo menos, sexto o séptimo máster.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Desando el recorrido siguiendo el trazado del móvil y espero ver llegar a Mercedes. Finalmente, acabo en el camino, en una zona soleada. Me tumbo en un piedra desesperado, porque pasan los minutos y ella no llega. Tampoco lo ha hecho la segunda chica y ya han pasado más de ocho horas desde la salida. De vez en cuando aparece algún corredor, casi todos llegan con signos claros de agotamiento, señal de lo duro que ha sido, sin embargo ella no llega... comienzo a desesperarme, hasta que le pregunto a un chaval y me dice que está al llegar, que han ido juntos gran parte de la carrera. También me dice que se ha caído.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y, como en otras ocasiones, me deleito orgulloso al verla aparecer, una vez más cumpliendo. Viene muy tocada, con la rodilla echa trizas, pero aprieta los dientes y cruza la meta en 8 horas y treinta y dos minutos. La tercera, una muchacha rusa, lo hará trece minutos después, y todavía quedarán por llegar los últimos y esforzados héroes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Qué decir?. La curan en la ambulancia. Los sanitarios me miran preocupados la mano... me dicen que me tengo que hacer una radiografía, pero yo paso, no creo que sea muy grave. Un rato después, la </span><span style="font-family: arial;">veo de nuevo en el pódium y me siento muy bien. Soy feliz si ella lo es y el final de esta historia es de lo más inesperado, porque cuando ya nos vamos, miro la clasificación y no puedo creer lo que ven mis ojos:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¡He sido tercer máster!. Para unos viejos como nosotros bastante hay con terminar semejantes pruebas, como puedo analizar al ver que la ristra de viejunos que hay después de mí sólo dejan constancia de lo locos que estamos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me dan el trofeo y posamos. No me importa el hecho de no haber subido al cajón. Yo con lo de Merche ya tenía bastante, aunque a nadie le amargue un dulce, sobre todo tras haber sufrido tanto como lo he hecho.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Y el resto es estupendo. Nos echamos la siesta y luego cenamos en el pueblo. Sentimos una plena satisfacción y mucha paz. Es en ese instante cuando me olvido de todos y cada uno de mis problemas, esos que me agobiaban justo antes de dar las primeras zancadas. Sí, ha merecido la pena esta cura.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGk-_J093N2gyxYCzH7wmcwjlC5CBD6pi7iWy2MCMpAVHhkIbx4vGNUU6sCHmkKnX2w-4FCsVij2193dxvXa-HOKuX-aHbPZ7MThUE906-bJZDDoxx2BYZu4zGPoDJJNEZ4d9k6EkmpT5f2gYiByQVPZNcM_4HCzT7UnIRtNeR-cE13x-KZVxDvwWitg/s1200/sufriendo%20en%20la%20estaci%C3%B3n%20de%20esqu%C3%AD.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="803" data-original-width="1200" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGk-_J093N2gyxYCzH7wmcwjlC5CBD6pi7iWy2MCMpAVHhkIbx4vGNUU6sCHmkKnX2w-4FCsVij2193dxvXa-HOKuX-aHbPZ7MThUE906-bJZDDoxx2BYZu4zGPoDJJNEZ4d9k6EkmpT5f2gYiByQVPZNcM_4HCzT7UnIRtNeR-cE13x-KZVxDvwWitg/s320/sufriendo%20en%20la%20estaci%C3%B3n%20de%20esqu%C3%AD.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-19758462223682483262022-07-28T18:30:00.003+02:002022-07-28T18:30:56.207+02:00CRÓNICA DE LA MARATÓN LA HERRADURA DE CAMPOO. NO TE CORTES MERCEDES<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Preámbulos</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Aquella prueba era la excusa perfecta que se nos había ocurrido para escaparnos y hacer un break en nuestras vidas, últimamente tan repletas de estrés. Así pues, aprovechando que era festivo local en Manzanares, no así en Valdepeñas, Merche se tomó el viernes libre y pudimos viajar sin mayores problemas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Y qué contar que no verse sobre la decadencia de dos corredores de montaña? (que ya integran más de 100 años a tenor de la suma de sus edades), pues básicamente que aquella carrera se presentaba bien dura y, para nuestra desgracia, no tan fresquita como cabía esperar, debido a la ola de calor que nos tocó atravesar en aquellos días. Ese esfuerzo también tenía por propósito lo de servir de test preparatorio para el Ultra de 57 kilómetros de la </span><span style="font-family: arial;">Trail Weekend de Santiago-Pontones, el cual tendrá lugar en septiembre... </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es decir, por un lado se trataba un viaje de placer y de desconexión, aunque por otro, una odisea montañera con exposición al calor... ambos atributos eran ciertamente incompatibles...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A "toro pasado", puedo decir que la aventura terminó cumpliendo los dos objetivos: la de relajarnos y la de prepararnos, porque resultó una formidable excursión a una zona preciosa, con esfuerzo incluido. La pena fue que no todo salió conforme a lo previsto, como ahora contaré. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pues bien, e</span><span style="font-family: arial;">l jueves por la tarde pusimos rumbo a Aranda del Duero, tras haber hecho, atropelladamente, las maletas, tanto que me dejé los soft flasks de 500 mililitros olvidados en casa. Hicimos noche en un hotel muy chulo que, a su vez, era una bodega: Hotel Tudanca Arandina II y, al levantarnos, Merche comprobó en el facebook de la organización que habían decidido adelantar una hora los tiempos de corte, los cuales ya eran, de por sí, exigentes. Ese cambio hacía prácticamente imposible que mi mujer pudiera llegar a tiempo al kilómetro 27 (no en vano pedían realizarlo en menos de 4 horas y media). Leyendo esto, alguien podría pensar: ¡qué lenta es esa chica! El problema era el tipo de prueba: técnica, de mucha altimetría y expuestos al calor. Para más datos: en ese punto de control llevaríamos unos +2100 positivos, habiendo dejado atrás tramos de </span><span style="font-family: arial;">difícil acceso y avance... y no es por nada, pero al final tuvieron que abandonar prácticamente la mitad de los corredores.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El caso fue que esa </span><span style="font-family: arial;">mala noticia condicionó bastante el disfrute que teníamos previsto para aquel viernes, de tal guisa que no hicimos más que darle vueltas al tema, olvidándonos de desconectar, que era el principal objetivo de todo aquello. </span><span style="font-family: arial;">Ni la estupenda comida que nos regalamos en Fontibre (así se llama la aldea donde nace el Ebro), ni el interesante paseo por Reinosa, con introducción de pies en el río más caudaloso de España incluido, ni tampoco la visita a las ruinas romanas, consiguieron que nos evadiésemos del todo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuando llegamos a Brañavieja, se sentía ese tipo de paz que sólo tienen los sitios altos y poco concurridos. Ese quizá fue el momento en el que, por fin, respiramos mayor paz. Al llegar la hora de la cena, nos pasamos por el restaurante y repusimos hidratos, aunque Mercedes se arrepentiría unas horas después de haber pedido carne. Durante la velada, estuvimos echando cuentas de los tiempos que ella debería realizar para conseguir el reto de no ser cortada, aunque todas esas cavilaciones serían absurdamente planteadas, conforme a lo que luego sucedió...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para finalizar la jornada: preparativos, algo de tele y a empiltrarse. </span><span style="font-family: arial;">Había que madrugar, ya que el autobús nos recogería a las </span><span style="font-family: arial;">05:40 (no era una carrera circular, ya que se salía de Fontibre para llegar a Brañavieja).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaTUoUj9FkOqaZEjjXukh4woZcyTyYet8rWxA0dWbMDqFhi0s_13p8oipO4xd5LyKnc02sB6iZ-NVExRxT1ONbK09XbToLt8EaCnX2yd-e7JShOtqGQ2mKmLh1j4_hG2IbZZE33GpoPyRkPtgDhE1aSNWHhx62QQSdJxQshbcHmfTeBoqCJCzcLkphcg/s591/IMG_20220715_135413-min.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="443" data-original-width="591" height="331" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaTUoUj9FkOqaZEjjXukh4woZcyTyYet8rWxA0dWbMDqFhi0s_13p8oipO4xd5LyKnc02sB6iZ-NVExRxT1ONbK09XbToLt8EaCnX2yd-e7JShOtqGQ2mKmLh1j4_hG2IbZZE33GpoPyRkPtgDhE1aSNWHhx62QQSdJxQshbcHmfTeBoqCJCzcLkphcg/w442-h331/IMG_20220715_135413-min.jpg" width="442" /></a></div><br /><p style="text-align: center;">Nacimiento del Ebro</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Maratón Herradura de Alto Campoo: de Fontibre hasta el kilómetro 8 Puerto de la Palombera</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A eso de las 5:20 ya estábamos desayunando. Mercedes se cortó un poco porque tenía ardor debido a las ricas costillas de cerdo de la noche de antes. En mi caso, tampoco me pasé comiendo, ya que también me sentía bastante lleno. No dieron para más los preámbulos, de manera que nos introdujimos en el autobús a la hora prevista y conforme el vehículo fue bajando al valle, comprobé cómo el termómetro que lucía en el habitáculo descendía, desde los 24 grados en los +1600 metros de inicio a los 14 grados que había en la salida, a +930.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La escasa media hora que transcurrió hasta dar el pistoletazo no hizo más que ponernos más nerviosos. Por mi parte, estaba deseoso de arrancar, así pues, se me hizo bien largo. Sin embargo, todo llega, por lo que, por fin, nos vimos en movimiento...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La primera parte de la carrera es siempre en subida, pero con ese tipo de pendiente que no te debería impedir correr, lo que supone el peor escenario de entre todos los posibles para dos viejunos que huyen del asfalto, como somos Merche y un servidor. Ella se ha quedado atrás desde el comienzo y yo trato de medir esfuerzos, aunque consciente de que no puedo dormir mucho en los laurales. </span><span style="font-family: arial;">Unos minutos después de haber salido, pasamos por delante del Castillo de Argüeso, una fortificación muy bien conservada, mejor, sin duda, que mis piernas, las cuales, en ese tramo, no dejan de quejarse. Voy haciendo lo que puedo, empecinado en no quedarme rezagado del grupo de gente con el que comparto tiempo y espacio, algo que sólo consigo a medias...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">«¡Quien te ha visto y quien te ve!...» no dejo de pensar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">«No hace demasiados años hacías carreras 10k a poco más de 3' 30'', y ahora te cuesta no echar a andar en la primera rampa que ves...»</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A resultas de la brega, no encuentro sensaciones buenas, batiéndome el cobre, sin mucho sentido, con uno de mi categoría que parece no sufrir ni lo más mínimo. También me mido con un par de corredores de físico algo dudoso, aunque, para mi asombro, con más ritmo que yo. En cuanto a las chicas, compruebo con resignación cómo me terminando dejando atrás las que luego serían tercera y cuarta de la general femenina. ¿Demasiada pista? puede ser, pero es que últimamente todos son impedimentos. El paisaje es espectacular, aunque yo parezca no querer apreciar esas vistas...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuando por fin estoy llegando al avituallamiento del </span><span style="font-family: arial;">Puerto de Palombera, me recreo un poco transitando por una senda, la primera del recorrido, pero decido ir con cuidado, con el fin de reservar fuerzas. Finalmente ficho en 57 minutos, con unos 8 kilómetros y +450. Pienso: </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">«Le dijiste a Mercedes que en este punto exacto debía tratar de bajar de la hora. Aunque se lo estabas diciendo a ella, los deberes en realidad eran para ti»</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A esas alturas de la mañana ya tengo claro que la cortarán y ello me cabrea bastante. Habíamos hecho seiscientos kilómetros de ida (serían otros tantos de vuelta) y todo para que ella no pudiera ni completar la prueba.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Maratón Herradura de Alto Campoo: desde el Puerto Palombera al </b><b>segundo avituallamiento</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No he recargado agua en el primer punto, aún a sabiendas de que el siguiente avituallamiento está a, ni más ni menos, once kilómetros, gran parte de los mismos son de alta montaña. Así pues, con dos trozos de sandía doy por buena la parada.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me sigue acompañando esa ascensión continua, casi sin respiro, sin embargo, la mayor parte del tiempo la hago corriendo, o al menos, correteando. El terreno se ha puesto más bonito, también más virgen, pasando por zonas en las que las vacas y los caballos son ajenos a esos humanos locos que pasan por allí como Juan por casa. Comienza a merecer la pena el esfuerzo, disfrutando de tramos como el del Barranco de las Hachas, de singular belleza. Tras pasar por el Collado de Rumacco, alzo la mirada: se inicia la Herradura...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ante mi el primer pico de 2000, Pico Laguardi. Difícil avanzar con esa vegetación que a veces resbalaba bajo las suelas de la zapatilla. Por momentos echo de menos los bastones, pero ya era tarde. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1bQCh7GRQCDsX7WGc-tkTf-TnLZNvnFH6ksoJ1ffJfszUTzNcQRkOrlUsnXt_c30hUugb3JJLhgIensDMKWh3IgxtWPWZFiIlZ4xh-It0uRhaCn9JxOaDIULO2sC5RwSyrh4l4zEep_73ba0UIGD-8fwgcg3rCR-xd2Vfe_jNLoexNXA557ROEUeQqA/s977/001-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="977" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1bQCh7GRQCDsX7WGc-tkTf-TnLZNvnFH6ksoJ1ffJfszUTzNcQRkOrlUsnXt_c30hUugb3JJLhgIensDMKWh3IgxtWPWZFiIlZ4xh-It0uRhaCn9JxOaDIULO2sC5RwSyrh4l4zEep_73ba0UIGD-8fwgcg3rCR-xd2Vfe_jNLoexNXA557ROEUeQqA/w474-h266/001-1.jpg" width="474" /></a></div><br /><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La bajada es de todo menos aburrida: rápida, a veces cómoda, distinta y, sobre todo, verde, muy verde. Sin embargo, en seguida toca volver a subir. En ese cacho las piernas se resienten un poco, aunque alcanzo la cima del Pico Cordel, ya a casi 2050 conservando aún bastante entereza.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRB9ay1X18OtFx-7zM0A4G4BMgNBISoKfTR8mwoeXWOVAPDMgcMzFvBrPrDqzi9TLDa4D34Jlhj-sszdBu3ylVWG7HzO9dXkt2HuHw1zzx8rC3lmSLUZlB-dHYoZlX70yVj4nYkbpiFC7iCeBgU2pU-P1X2LRoHBCExhAIrVxpo7TBOUDrIbS1p2psyA/s700/8992407.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="371" data-original-width="700" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRB9ay1X18OtFx-7zM0A4G4BMgNBISoKfTR8mwoeXWOVAPDMgcMzFvBrPrDqzi9TLDa4D34Jlhj-sszdBu3ylVWG7HzO9dXkt2HuHw1zzx8rC3lmSLUZlB-dHYoZlX70yVj4nYkbpiFC7iCeBgU2pU-P1X2LRoHBCExhAIrVxpo7TBOUDrIbS1p2psyA/w444-h236/8992407.jpg" width="444" /></a></span></div><span style="font-family: arial;"><br /><div style="text-align: justify;">Lo que viene después es un tramo no muy largo, pero endiabladamente técnico, transitando entre rocas, donde las zapas se agarran bien y me siento seguro, hasta que el terreno se pone blandito y más fácil, viviendo, quizá, el mejor momento de la mañana. En esa zona de toboganes voy viendo cómo pasta el ganado a más de 1750 metros de altura, y me siento afortunado. En esta guisa llego al segundo avituallamiento. Lo hago en buena predisposición, pero algo castigado ya por el calor. Bebo agua, lleno los soft flasks, tomo sandía y también Coca-Cola, aunque echo en falta que todas esas cosas no estén frías, pero estamos en un sitio de difícil acceso (demasiado han hecho los de la organización con llegar hasta allí).</div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Maratón Herradura de Alto Campoo: </b><b>Desde el segundo avituallamiento a La Tabla</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Antes de salir, un chaval pregunta por lo que viene después y le digo que es justo ahora cuando comienza lo bueno. No conozco in situ el terreno, pero me lo imagino, tras haber analizado el plano y haber visto algún que otro vídeo. Estoy en lo cierto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No hay descanso, </span><span style="font-family: arial;">porque enseguida acometo el tercer pico importante, el Cueto Iján, tan alto como el anterior. De nuevo se hace duro y lento, echando de menos por segunda vez en la mañana los bastones Aonijie que unos días antes había comprado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA5s-xcmHqDtLAd8IpMeaozzfrKmp1NDuISEhrBSyddoTRVIjBCcQo5_HPl_s4yyB41x3qq3CeKk5RCvgDNjshPuyiUARwj4Ennd7O2yrk9s7M7PwJEkmjov6ZUdQvnE_PdOGSL5jKa3jLlNWYrhHzTQxJ9QA185QG0mfmGIOg8s_EWaQuvMUARgPKxw/s1920/Ijan.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1182" data-original-width="1920" height="271" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA5s-xcmHqDtLAd8IpMeaozzfrKmp1NDuISEhrBSyddoTRVIjBCcQo5_HPl_s4yyB41x3qq3CeKk5RCvgDNjshPuyiUARwj4Ennd7O2yrk9s7M7PwJEkmjov6ZUdQvnE_PdOGSL5jKa3jLlNWYrhHzTQxJ9QA185QG0mfmGIOg8s_EWaQuvMUARgPKxw/w440-h271/Ijan.jpg" width="440" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuando por fin toca bajar, disfruto mucho, aunque en soledad. No hay mucha pendiente y ya no veo a nadie por detrás. Miro el GPS, de manera que compruebo que tendré que esmerarme si quiero pasar el corte. Me fastidia no equivocarme. Sin embargo, el terreno es más complicado, con tramos de canchales y roca que ralentizan, no en vano estamos en la definitiva cadena de cresteos que nos llevará hasta el Pico Tres Mares, moviéndonos siempre cercanos a los +2000, como cuando atravieso el Pico Cordela, justo cuando comienzo a adelantar a andarines que me arengan, y eso me hace crecer en moral.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgTAgBUMUvvK2gp8bG_Vw1MiKwhO9TezPog7TCbzO-tDsPgqASaCSvyQz0yHi8MrjQBbTBwhzcibWREpA6eFhElAs98NN4qjPVVlS0PALQif6PDEfUq7jPoxdTePzcgDDI605ntlW5wSYsRfFnjYCREP76QJ2KbQf1r8ni4YNineS0BE3QxPRSxcpnPw/s1200/cuencagen-o-pico-cordela-campoo-cantabria-88254-xl.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="752" data-original-width="1200" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgTAgBUMUvvK2gp8bG_Vw1MiKwhO9TezPog7TCbzO-tDsPgqASaCSvyQz0yHi8MrjQBbTBwhzcibWREpA6eFhElAs98NN4qjPVVlS0PALQif6PDEfUq7jPoxdTePzcgDDI605ntlW5wSYsRfFnjYCREP76QJ2KbQf1r8ni4YNineS0BE3QxPRSxcpnPw/w426-h268/cuencagen-o-pico-cordela-campoo-cantabria-88254-xl.jpg" width="426" /></a></div><span style="font-family: arial;"><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p>Miro el GPS, veintitrés kilómetros y ni rastro del siguiente avituallamiento. Me agobio un poco, hasta que llego a una imponente cresta rocosa, donde está habilitada la zona de cuerdas. Tras esta, llego al avituallamiento de La Tabla, a 2015 metros de altitud.</span><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9ahqpAZRbYyZsF87I9iQEr2AeonmGpJeYSVHFNgkKm-QYVncd5gaz7T3EideOls90R-BpDHuP0AkLNCpeT2SKqE6ecQMg2fvi4QtWkB0IWshQW_RPA3mndkAua42omewz_g8LDJlReNdUTkveGdmRVddWnsNNpCh_MDSyY1vlnouK5pg8WOVp-y2rsg/s450/img_6835.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="338" data-original-width="450" height="322" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9ahqpAZRbYyZsF87I9iQEr2AeonmGpJeYSVHFNgkKm-QYVncd5gaz7T3EideOls90R-BpDHuP0AkLNCpeT2SKqE6ecQMg2fvi4QtWkB0IWshQW_RPA3mndkAua42omewz_g8LDJlReNdUTkveGdmRVddWnsNNpCh_MDSyY1vlnouK5pg8WOVp-y2rsg/w429-h322/img_6835.webp" width="429" /></a></div><br /><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Me ducho con agua, bebo, relleno los envases, como algo de sandía y, ante todo, bebo Coca-Cola caliente. Soy consciente de que apenas estoy comiendo y me encomiendo a sobrevivir a base de esa fruta y ese líquido tan sanador. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuando salgo de allí analizo los tiempos: llevo 3 horas y cuarenta y un minutos. A Mercedes le había dicho que tenía que llegar en menos de 3 horas 30 y yo no soy capaz de hacerlo. La cosa se pone movidita...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Maratón Herradura de Alto Campoo: </b><b>Desde La Tabla a el Mirador del Chivo</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Este tramo corto será, sin lugar a dudas, el peor de mi aventura. Las piernas se me vienen un poco abajo, al mismo ritmo que mi moral hace lo propio. Por momentos temo no llegar en 4 horas 30 al Chivo, porque el avance es sumamente dificultoso, en zonas en las que cuesta ir por encima de los 2 kilómetros por hora. En un momento dado arrojo la toalla y decido ralentizar la marcha adrede para no pasar así el corte. Sin embargo, todo eso sólo ocurre durante unos segundos en mi mente... en realidad no he bajado el ritmo, sigo en la pomada, así que, acto seguido, me animo y me arengo con la idea de que Mercedes se sentirá orgullosa si me ve llegar a meta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No obstante sufro bastante, en unos interminables 3,2 kilómetros que se convierten en una eternidad. Todo cambia en el momento en el que un corredor me adelanta, sin duda acuciado por el tiempo de corte. Trato de seguirle, pero es en vano. Aún así, esa novedad, me ha hecho despertar la adrenalina. Cuando por fin bajo hacia el avituallamiento de El Chivo, kilómetro 27, compruebo que voy a llegar en 4:25, con cinco minutillos de margen...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hago recuento de daños: no voy tan mal como para que se me pase por la cabeza no seguir. Más al contrario, parezco más entero que muchos de los que están llegando tras de mi. Me cojo media garrafa de agua y me la echo por encima, maldiciendo que no está lo suficientemente fría. Me contrario porque apenas queda un cachito de sandía y bebo Coca-Cola muy caliente... es lo que hay... Justo cuando la organización comienza a cortar a los corredores, un servidor reanuda la marcha, no sin antes asomarme por última vez al valle, donde se otea </span><span style="font-family: arial;">Brañavieja, a no más de cuatro kilómetros y medio. Soy consciente de que tendré que dar un rodeo para llegar hasta allí.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2uX2xp8dt_V5N6A4O1TXmEx7MiTuIW5PP6MG9Vows42e6A61s-V5_CS1wLyF1lMnn3YqnGAgmLAPYrfQeaSJwSHG2j_Xv-g0E5Eda0-ODw3LEl6nkCR_DWfGmvOwpR0qwjapBsQLmrtryyQabu1UazmIDhO8ozDqO7FaGltQYN0XS0-bcDsKGoH3C3w/s700/Mirador-de-la-Fuente-del-Chivo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="304" data-original-width="700" height="181" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2uX2xp8dt_V5N6A4O1TXmEx7MiTuIW5PP6MG9Vows42e6A61s-V5_CS1wLyF1lMnn3YqnGAgmLAPYrfQeaSJwSHG2j_Xv-g0E5Eda0-ODw3LEl6nkCR_DWfGmvOwpR0qwjapBsQLmrtryyQabu1UazmIDhO8ozDqO7FaGltQYN0XS0-bcDsKGoH3C3w/w417-h181/Mirador-de-la-Fuente-del-Chivo.jpg" width="417" /></a></div><br /><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>Desde el Chivo al Cuchillón</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los nueve kilómetros que restan me los tomaré de otra forma, con otro talante. Siento que le he ganado la partida a mis dudas y debilidades, porque he pasado el corte, no sin antes haber sufrido. Así pues, pienso que ha llegado la hora de disfrutar, aunque no vaya como para ir tirando cohetes. El GPS marca +2400 que no está nada mal... pienso que ha llegado la hora de olvidarse de los tiempos y comienzo a correr, sí, corro, a pesar de la cuesta, sorprendiéndome. Me acerco al Pico Tres Mares, desde donde dicen que mana el agua que vierte al Ebro, al Pisuerga y al Nansa. A decir verdad, no me cuesta mucho avanzar, ni tan siquiera cuando me desvío hacia la zona rocosa donde un voluntario nos espera para coronar. Además hay una novedad, desde el Chivo voy compaginando carrera con los de la corta, y eso ayuda, porque compruebo que voy más rápido que ellos, aunque se trate de la parte de esa prueba que anda más retrasada.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZU3B4vVJNFZe8tWZWLVNelvTyeWYXNRrPFMDxn9R3GtIQcjd3g1sj9PXa2u130aWxd654JA-nIpC0Q7CJkwH1kMnf_4SQ_ZpBIOSECWU1OoORGwqSQxIXeO04HFl3BteRt0OyAe_8wZ0gFk3cwrcPhsz4fGIi-pU8b8RKNQ7m4Pof_s-vZ_Ms4r8gMA/s800/Pico-Tres-Mares-Cantabria-Cantabriarural-C-800x533.jpg" style="font-family: "Times New Roman"; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" height="281" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZU3B4vVJNFZe8tWZWLVNelvTyeWYXNRrPFMDxn9R3GtIQcjd3g1sj9PXa2u130aWxd654JA-nIpC0Q7CJkwH1kMnf_4SQ_ZpBIOSECWU1OoORGwqSQxIXeO04HFl3BteRt0OyAe_8wZ0gFk3cwrcPhsz4fGIi-pU8b8RKNQ7m4Pof_s-vZ_Ms4r8gMA/w422-h281/Pico-Tres-Mares-Cantabria-Cantabriarural-C-800x533.jpg" width="422" /></a></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tras llegar a lo alto, me aturullo un poco al bajar por una zona complicada, y luego capeo algún que otro cacho difícil, consciente de que en el 31 sólo quedará bajar, pero antes habrá que llegar al Cuchillón, que sólo con el nombre ya asusta. El caso es que cuando alcanzo eso que llaman el "Laberinto" pienso que todo aquello es una mala broma. Doscientos cincuenta metros absolutamente impracticables, que me llevan atravesarlos al menos 8 minutos, hasta que, por fin, alcanzo el avituallamiento...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Allí me vuelvo a duchar, bebo lo de siempre y me alegra sentir que la Coca-Cola está fresquita. Me sienta muy bien, aunque al reiniciar la marcha me desanimo al ver que aún toca subir... sólo son trescientos metros lineales, pero se me hacen un mundo, hasta que las piernas se acostumbran y llego a la zona rocosa donde conquisto el Cuchillón, al tiempo que me resbalo y me hago daño en la muñeca, aunque ya no importe demasiado, porque me he ganado de premio los últimos cinco kilómetros de bajada.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGHne9w6-2Ox3zAfGdIpcq39StCfUSbjaVxOjNj1HNKSwa_xfW90Ycx50DMs5okKUobNjhhxsklxpjI4VKAMps9VI-KCFLH-r1WV-EYUQzXo_Q87baGyJw2o7ycX7rTJMwBAFLMX3j0QZ2evpxie9EAOyjI3qUKLJScMmQUcmgsFieZt_q8P_7N71Vgg/s800/P1010686cuchillon1.jpg" style="font-family: "Times New Roman"; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGHne9w6-2Ox3zAfGdIpcq39StCfUSbjaVxOjNj1HNKSwa_xfW90Ycx50DMs5okKUobNjhhxsklxpjI4VKAMps9VI-KCFLH-r1WV-EYUQzXo_Q87baGyJw2o7ycX7rTJMwBAFLMX3j0QZ2evpxie9EAOyjI3qUKLJScMmQUcmgsFieZt_q8P_7N71Vgg/w367-h275/P1010686cuchillon1.jpg" width="367" /></a></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La primera parte de descenso es complicada, pero la hago bien, empoderado presintiendo el final. El segundo tramo es mucho mejor y yo aprieto los dientes. Me mojo en un par de ocasiones la cabeza con el agua del arroyo que busca el valle, hasta que alcanzo el punto extra de líquidos que la organización, dadas las altas temperaturas, decidió añadir con buen criterio. Allí me doy mi cuarta ducha y salgo pitando.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOBufdJRoWlqyS9a-YD7cYsbA2TGvjwaP4VFEcQ5e5hEiapjllqNPZown8uryZ2nSpAX4S3Wr2AbVhI0ydqsW-oiXTNV3Zq4Avdc-kamzSbX04F2YeYlnFfdkXq1vPFNB4cQTUXs1vIZq_nZqUq5wTcb3K-hcqcSH1K1nq_MNdeR-jTJ_s5dICTurF4g/s800/img_20160709_094226.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="449" data-original-width="800" height="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOBufdJRoWlqyS9a-YD7cYsbA2TGvjwaP4VFEcQ5e5hEiapjllqNPZown8uryZ2nSpAX4S3Wr2AbVhI0ydqsW-oiXTNV3Zq4Avdc-kamzSbX04F2YeYlnFfdkXq1vPFNB4cQTUXs1vIZq_nZqUq5wTcb3K-hcqcSH1K1nq_MNdeR-jTJ_s5dICTurF4g/w516-h290/img_20160709_094226.jpg" width="516" /></a></div><br /><span style="font-family: arial;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El valle se muestra precioso y cuando acometo la bajada final, sigo adelantando gente y más gente, incluso a alguno de mi carrera que marcha totalmente acalambrado...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por fin llego a la carretera, me ofrecen agua, pero la obvio...último kilómetros y noto que puedo estirar zancada... eso hago, aunque debido a la pendiente apetezca andar En cambio me resisto a hacerlo y llego a Brañavieja apretando los labios mientras subo la última rampa callejeando hasta alcanzar el arco de meta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">LO HE CONSEGUIDO, 36,3 kilómetros y +2600 en 6 horas y 7 minutos. No está tan mal viniendo de un viejo de 52 años.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Merche me está esperando y, en esta ocasión, no hay vómitos, ni calambres. A pesar de no encontrarme como para celebrarlo. No obstante, permanezco erguido y no tirado por los suelos, y eso ya es mucho para mi.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es entonces cuando me siento orgulloso... de mi, pero sobre todo de ella, que lo ha intentado, aún a sabiendas de que lo tenía imposible. Habría terminado de no haber sido obligada a dejar la carrera, aunque eso ya no importe.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><b>El cuarto tiempo y el regreso</b></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Bebo y bebo, aunque el estómago no se me abre. He llegado parcialmente deshidratado, algo con lo que ya contaba, debido a mi limitación al respecto, por tanto, sin tener el estómago totalmente cerrado, no me apetece comer aún. Si puedo charlar, eso hago.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Llegado el momento me felicito de no tener ninguna molestia, así que, andando de forma más o menos fluida subo a la habitación a darme un baño de agua helada. Allí, dentro de la bañera, me da una rampa en el gemelo que me quedo tieso, sin poder incorporarme. Merche me mira sin poder hacer nada, hasta que por fin logro incorporarme. Ese termina siendo el momento más traumático de todo el día, porque de ahí en adelante sólo mejoro...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ya abajo, comemos algo de pasto y, en seguida, mi cuerpo responde. Después toca cháchara, durante la entrega de trofeos. Sin embargo, cuando decidimos que ya hemos tenido bastante, nos subimos a echarnos la siesta...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuando nos levantamos, todo es extraño, estamos aturdidos. </span><span style="font-family: arial;">Apenas si queda gente en aquel precioso y recóndito lugar, lo cual añade más singularidad. Cenamos y nos acostamos, sin más, para retornar al día siguiente a casa. Y así fue esta nueva aventura... aún quedó el largo retorno, en el que aprovechamos para conocer Burgos y comer en Lerma. El camino sirvió para la reflexión y, quizá por ello, no tardamos mucho en apuntarnos a otro reto, el que tendrá lugar pasado mañana den Valdelinares, otra estación de esquí.</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-78319724252970804702022-07-08T06:46:00.003+02:002022-07-08T07:54:01.776+02:00EL MIEDO DE VOLVER CAER EN LA MISMA ZANJA<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Atrás quedó, muy lejos, lo que fui en eso que es correr. Pasé por las lógicas etapas que, sin yo saberlo, estaban marcadas para mi, y fue todo un proceso, una catarsis: descubrimiento-obsesión-reto-ilusión-consolidación-decadencia-empecinamiento. Entre todas esas fases, de la que me siento más orgulloso es de la última, el empecinamiento. Eso que me mueve a seguir, pese a los inconvenientes, aún a sabiendas de que ya nada será como fue. Es una de las menos gratas y también la más larga de todas. Quizá sea la última...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pues bien, en ese constante "querer y no poder" me movía en septiembre del año pasado, mientras Mercedes estaba en otra onda, disfrutando más y sin pretensiones de ningún tipo. Hace tiempo que sé que las carreras de larga distancia no son lo mío, máxime si, además, se celebran en verano y en el sur. Era el caso de la carrera por montaña de 56 kilómetros correspondiente a la Trail Weekend Santiago-Pontones. Nos pusimos en línea de salida y yo no estaba para nada convencido. Sin embargo, ya no había vuelta atrás. Sonó el pistoletazo y avancé como pude. En los primeros kilómetros, la parte que mejor llevaba era la que supusiera dificultades, por tanto, hubo tramos hasta llegar al avituallamiento de La Toba, kilómetro 17, en los que no lo pasé bien con eso de mantener un ritmo. Tras ese break, tocaba subir, y ahí sí que me entoné. Cuando llegué al avituallamiento de la cima, sentí que era otra carrera. En esta guisa continué por sendas corribles y con menos pendiente, hasta que alcancé Miller. Ahí no debía ir tan bien como pensaba, porque no repuse fuerzas ni me lo tomé con calma, pese al calor que hacía. La altimetría se puso complicada, de forma que en ese tramo hasta Marchena, pagué el esfuerzo y la deshidratación, tanto que, al alcanzar ese avituallamiento, kilómetro 43, ya estaba totalmente amortizado. Hasta allí llegué, no pude continuar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Esa es la crónica abreviada de aquello. El caso es que en un par de meses me toca repetir la aventura y querría llegar a meta, sea como sea.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> </span><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5710359329374480086.post-47114187073369650442022-07-03T13:06:00.116+02:002022-08-09T14:21:51.542+02:00Segunda quincena de preparación para los 56 KILÓMETROS DE LA TRAIL WEEKEND DE SANTIAGO-PONTONES<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"> Comenzaba esta segunda quincena con el objetivo de alcanzar los 150 kilómetros. No iba a ser fácil, teniendo en cuenta el calor y la falta de tiempo. Tras este segundo periodo comenzaría el tercero a lo grande: con los 36 kilómetros de la Herradura de Campoo, sin duda una buena piedra de toque.</span></p><ol style="text-align: justify;"><li><span style="font-family: arial;"><span style="color: #2b00fe;"><u><b>Sábado 2</b></u></span>: nos habíamos ido a Linares la noche de antes. Así pues, el sábado bien temprano nos fuimos Merche, Miguel Ángel (de nuestro club), Ziggy y un servidor a Cazorla. Hicimos una ruta muy maja por Puente de la Herrería y Poyos de la Mesa. Como se nos quedó algo corta (18,80 kilómetros), decidimos alargarla acercándonos a la Fuente del Oso, para luego volver. Total 21,5 kilómetros.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><span style="color: #2b00fe;"><u><b>Domingo 3</b></u></span>: con las piernas aún cargadas, volvimos a madrugar en Linares. Habíamos quedado con J.J., otro compañero del Safa Linares Trail y, en esta ocasión, este crack nos guion por la zona norte de las minas, realizando una estupenda ruta de 15,5 kilómetros llenos de cambios de ritmo y toboganes. Sin duda resultó ser un entreno de calidad, el primero desde el comienzo de esta planificación.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><span style="color: #2b00fe;"><u><b>Lunes 4</b></u></span>: tras la jornada de trabajo y con un calor considerable, me decidí a salir sin demasiadas ganas. Hacía calor y lo notamos los dos (Ziggy y el que suscribe). Sirvió para sufrir un poco yendo a un ritmo condicionado por la temperatura. 8,25 kilómetros por la zona del aeródromo.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><span style="color: #2b00fe;"><u><b>Martes 5</b></u></span>: aproveché la ventaja de contar con la elíptica en casa, así pues, 7,24 kilómetros bien acalorados realizando cambios de ritmo durante algo más de 40 minutos.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><span style="color: #2b00fe;"><u><b>Miércoles 6</b></u></span>: costó ponerse, pero finalmente, tras la cena, Merche y un servidor, acompañados por Ziggy, nos fuimos de noche a realizar una ruta que finalmente nos sentó bastante bien. 10,5 kilómetros probando los nuevos bastones Aonijie en la subida al Ángel.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><span style="color: #2b00fe;"><u><b>Jueves 7</b></u></span>: tocó bici. Merche se animó con la elíptica, motivada sin duda por el vídeo que había visto de un par de montañeros entrenando en la Herradura de Campoo. Parece ser que uno de ellos se quedó tieso, y hacía hincapié en la dureza del terreno. El caso es que el reto quizá nos venga grande. En cuanto al entreno, 8 kilómetros de bicicleta con pequeños cambios de ritmo, unos 42 minutos. Merche, algo similar pero en el otro aparato.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><span style="color: #2b00fe;"><u><b>Viernes 8</b></u></span>: siendo fiel al pequeño objetivo de la quincena (conseguir 150 kilómetros con cierta intensidad), decidí salir a correr por la mañana bien temprano. Con este entreno, cerraba la semana habiendo realizado. Hice 7,5 kilómetros por la zona del cementerio.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><span style="color: #2b00fe;"><u><b>Sábado 9</b></u></span>: decidimos NO madrugar, porque la semana había sido agotadora. Sin embargo, sabíamos que no podríamos realizar la tirada entrada la mañana, ya que iba a hacer calor. Así pues, me levanté a eso de las 8, y Merche hizo lo propio. No obstante, cuando bajó a la cocina me miró con el semblante de la impotencia. Le dije, sube y duerme otro rato y, resignado, llené los soft flasks, me calcé las Evadict y me fui a la Finca Castellanos, conforme al guion establecido. Ya sabía yo que no iba a resultar una buena aventura: cansado desde el principio, engarcé un poco de cadencia, los kilómetros cayeron y llegué a la subida hacia el camino Peñalba, pero ya no me quedaba bebida y hacía 32 grados. Por tanto, anduve más que otra cosa, para luego dejarme caer un poco y, llegado al mencionado camino, comenzar a sufrir a base de bien. Harto de tanta presión, corté la grabación de wikiloc, con casi 20 kilómetros hechos. Había llegado la hora de terminar como fuera, y eso hice. Llegué a Finca Castellanos muy mal. De hecho, sólo me he podido recuperar de esos calurosos kilómetros cuando me he bañado en agua fría. En cualquier caso... necesitaba hacerlo.<br /></span></li><li><span style="font-family: arial;"><b><u><span style="color: #2b00fe;">Domingo 10</span></u></b>: el domingo no estaba muy cargado. Merche, obviamente, tampoco. Nos cogimos a Ziggy y nos fuimos los tres al Peral, donde probamos los bastones realizando una calurosa subida a lo alto por la senda técnica. Desde ahí bajamos por la pista y luego regresamos por el camino paralelo a la carretera. Poco más de 8 kilómetros en los que entrenamos la alta temperatura y la técnica de los bastones, aunque luego no los estrenásemos en Alto Campoo.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><b><u><span style="color: #2b00fe;">Lunes 11:</span></u></b> con un calor tremendo, en plena ola de calor, Merche y un servidor nos dejamos la piel en las máquinas de casa. En mi caso 8 kilómetros de bici. En el suyo, algo parecido en la elíptica.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><b><u><span style="color: #2b00fe;">Martes 12</span></u></b>: descanso.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><b><u><span style="color: #2b00fe;">Miércoles 13</span></u></b>: decidí madrugar, de forma que subí al norte atravesando el pueblo, hasta llegar a la cuesta de la Libertad, atravesé el cerro, bajé a la circunvalación, tomé por la paralela para rodear la loma de la finca que hay en todo lo alto y, tras esto, regresé a casa por el nuevo velódromo. Salieron 9,75 kilómetros hechos de menos a más, pero sin tirar ningún tipo de cohetes. Mercedes se quedó en la cama y luego a la tarde no hizo nada.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><b><u><span style="color: #2b00fe;">Jueves 14</span></u></b>: el día de mi 52 cumpleaños, madrugué sin ninguna gana de darme un regalo tal. Sin embargo, el no hacerlo hubiera supuesto sentirme mal, así pues, hice de tripas corazón y salí a corretear un rato. Estaba cansado, así que decidí ir suave. Subí el Ángel por la parte de atrás y bajé para dirigirme luego hacia la zona del parque Cervantes. Un entreno que solamente sirvió de relleno.</span></li><li><span style="font-family: arial;"><b><u><span style="color: #2b00fe;">Viernes 15</span></u></b>: por computar, podríamos meter los 3 kilometrillos que hicimos Merche y un servidor paseando por Reinosa y sus alrededores. Era el preámbulo a la gran batalla.</span></li></ol><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No alcancé el objetivo de los 150 kilómetros en la quincena, ya que logré sumar 146. Menos da una piedra.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">VALORACIÓN: me pongo un 5,5. He de seguir mejorando. Sin duda, lo mejor fueron los entrenos del sábado 9 y, sobre todo, del domingo 10. Se ve que acompañado por gente de fuera se hacen mejor las cosas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><p style="text-align: left;"><br /></p><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0