RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 24 de junio de 2015

SÁBADO 20: SE APRIETA LA AGENDA LA COSA SE PONE INTERESANTE

El sábado 20 hubo claro cambio de planes. Habíamos quedado con mi amigo Kino y algunos corredores de su club "Club Atletismo Membrilla" para hacer una tirada el domingo en el Paraje del Peral por lo que Mercedes y yo decidimos salir juntos a realizar "su" tirada larga el sábado y dejar para el domingo este entreno fuerte para mi. Mercedes tenía ganas de correr pero el día no iba a acompañar mucho debido a las altas temperaturas. Conseguí que madrugase de forma que a eso de las 09:00 horas nos pusimos en marcha y fuimos por un circuito poco transitado por ella, la zona noroeste del pueblo, hacia Sierra Prieta. No le costó coger ritmo y pronto fuimos marcando kilómetros cercanos a 6´, y se le veía fresca. Cada 15 minutos sorbos de isotónica y cada poco tiempo refrescándola con agua, porque no me importa llevar peso si con ello mi mujer va ir más cómoda. Alcanzamos el camino que cruza la Carretera de Daimiel y lleva al Hotel El Hidalgo 8 kilómetros y medio después de salir y en esa zona, más corrible, Merche se puso claramente por debajo de 6 minutos el kilómetro. Marcamos varios sub 6´ y sin paradas técnicas e interrupciones llegamos a la autovía, a la zona del hotel. Sin embargo, tras 14 kilómetros recorridos y bajo un sol que calentaba bien, Mercedes se mostraba ese día fuerte, con ganas. El recorrido por la vía de servicio no se hizo complicado y pese a notar el calor siguió marcando muchos kilómetros rápidos, alguno en 5´40´´. Llegamos a casa tras 20 kilómetros justos de tirada a una media de 6´12´´ que puede que no sea espectácular pero es que los últimos 10 kilómetros fueron los buenos. Terminó sin molestias, corroborando que la clave estaba en las plantillas.

Por mi parte, un entreno demasiado suave, que sólo me sirvió para que las articulaciones sufrieran un poco, y es que a esos ritmos pareciera que todo duele más.


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