RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 19 de junio de 2015

MIÉRCOLES 17: HAY QUE SUBIR ALLÍ DOS VECES..ESE ES EL TRATO

"Visto el obstáculo ahí delante lo suyo es ponerse manos a la obra y gestionarlo, nada de pensárselo dos veces"

El miércoles tenía en previsión entreno con cuestas y ni las piernas ni mi mente estaban muy preparadas, pero...la obligación va antes que la devoción. Por suerte, en estos días había cumplido bien con lo previsto y mi acumulado de kilómetros iba conforme al plan, así que sólo había que ir al Cerro del Ángel, subirlo dos veces, con sus correspondientes bajadas y ¡a casa!. Uno sabe ya claramente lo que lo mejor que te puede pasar en un entreno es disfrutarlo, pero por desgracia, y al menos en mi casa, muchas sesiones no se disfrutan, incluso algunas se sufren. En este caso no fue sufrimiento pero sí esa sensación de ir cansado y no tener ganas de hacer lo que estás haciendo. Aún así las dos subidas las hice a buen ritmo, sintiendo que las piernas se me quejaban (de eso se trataba). Ya abajo y camino de casa me sentí más suelto, y sin llegar a disfrutar, sí que pude correr más plácidamente. Nueve kilómetros con algo de intensidad en las subidas que supongo que algo sumarán.


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