RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 30 de mayo de 2013

MIÉRCOLES 29: UN POCO DE INTERVAL CON MERCEDES

Últimamente los miércoles toca salida con Mercedes. La verdad es que se encontraba bastante recuperada del "tute" del pasado domingo, y esto es una señal de que comienza a asimilar las cargas, las cuales son totalmente nuevas para su cuerpo, poco acostumbrado a hacer deporte. Así que nos fuimos hacia el noreste hasta coger un camino al este que nos llevaba al Camino del Peral. A partir de dicho camino, llevando ya unos 4600 metros y 30 minutos de calentamiento, comenzamos unos cambios de ritmo a razón de 2´30´´ fuertes y otros 2´30´´ suaves. Obviamente le costó, pero de eso se trataba. Nos salieron cinco cambios y llegamos con un tiempo de 54´ para una distancia de 8.700 metros; ¡está genial!, prácticamente a poco más de 6´el kilómetro. Pronto hará 55´en un 10.000, estoy seguro.

En estos momentos nos vamos de puente, y no a un sitio muy original: Benidorm. Desde hace casi 20 años no voy a este "macrodestinodeturismoparatodo", pero aprovechando que los críos nunca han estado y que es económico, pues nos puede venir para pasar un par de días agradables. Nos llevamos las zapatillas de correr por si acaso (bueno, yo tengo planificado correr hoy y mañana).


miércoles, 29 de mayo de 2013

MARTES 28: ENTRENO PARA EL RECUERDO. HARTAZÓN DE MOLINOS EÓLICOS

Lo tenía planificado pero no sabía como llevarlo a cabo, hasta que esta mañana pensé en cómo podía hacerlo. Era la tarde perfecta para ir a correr, ni frio ni calor, y me puse la ropa justa, salí sin crono, pero esta vez no fui corriendo, sino en coche, hasta el Paraje del Peral. Allí aparqué, me metí la llave en el bolsillito del pantalón y a correr. La idea era ir por la Carretera de La Solana hasta coger el camino que sube hasta los molinos eólicos del Cerro del Peral. Comentar que desde la falda del cerro hasta la parte alta hay una pendiente positiva de nada más y nada menos que 235 metros y en tan sólo 3200 metros, es decir, una pendiente media del 7,3%. Las sensaciones eran buenas, y esto era importante para acometer el entreno que me traía entre manos. Pasé por la casa que había marcado como el lugar de giro para iniciar posteriormente la segunda ascensión y continué por el camino que en seguida se empina endiabladamente (desde dicha casa hasta la cima hay 2.100 metros y se pasa de los 763 metros de altura hasta los 943 metros finales, es decir, una pendiente media de más del 9%, con tramos que llegan al 14,8%, ¡ahí es nada!). No me sentía pesado ni se me subieron las pulsaciones, pero mi primera ascensión fue relajada, sin forzar demasiado. Llegué al descansillo donde siempre suelo dar la vuelta, a unos 350 metros de la cima, pero esta vez continué hacia los molinos y pude comprobar que los últimos 150 metros también eran duros, pero sin llegar a tanta pendiente. Una vez arriba, no me relajé y bajé sin parar, pero también sin forzar. Por el camino me encontré con unos ciclistas en bicicletas de montaña que subían, no sin sufrimiento, la empinada cuesta, y es que en bicicleta es un entreno muy duro de realizar. Llegué a la casa, que como he dicho antes se encuentra a algo más de 2 kilómetros de la cima y dí media vuelta, con la intención de subir esta vez a ritmo vivo, y así fue: las piernas respondían muy muy bien y cogí un muy buen ritmo; alcancé al primer ciclista, al segundo, al tercero... y llegué a la cima justo cuando bajaban otros dos. El descenso fue vertiginoso tratando de darles caza, pero resulto imposible. Sin embargo, me los encontré 1 kilómetro más abajo, ya  que habían parado y se habían reunido todos; uno de ellos me dijo que si no había tenido suficiente con dos subidas, y le dije que sí; otro exclamó, ¡vaya tela, no te podemos seguir ni en bicicleta!, a lo cual yo contesté que corriendo se hacía menos duro. Bajé a lo que calculo que sería 3´25´´ o así, sin pensar que me podría romper, pero no me pasó nada y en un pis pas llegué a la carretera. Me sentía tan suelto que también fui ligero en este tramo, y ya casi llegando al Peral, me adelantaron los ciclistas que volvían ya para el pueblo. Conclusión: ¡muy muy contento con el entreno de hoy!. 13.450 metros de dura y buena calidad que seguro que le han venido muy bien a mis piernas. De esa distancia, 4200 metros han sido de dura subida, y otro 1000 de pendiente positiva ya considerable. Además, la segunda bajada y el tramo de la carretera las he hecho a muy buen ritmo y con muy buenas sensaciones. En estos momentos siento que los músculos "me bullen", y esto es para mi un indicativo de un trabajo bien hecho.

Os pego el recorrido:


martes, 28 de mayo de 2013

LUNES 27: RECUPERANDO EL RITMO DE LOS ENTRENOS

Si bien el lunes pasado, hace 8 días, fue uno de los peores entrenamientos que recuerdo en mi nueva etapa como corredor, el de ayer se caracterizo por la vuelta a la normalidad, en lo que parece que es la superación de la minilesión que venía arrastrando y que tanta guerra me dio los días anteriores. Para ello he tenido que seguir entrenando a pesar de casi no poder correr en los primeros días de la semana pasada. Sin embargo, soy Consciente de que para conseguir una recuperación completa necesito andar con ojo a la hora de introducir intensidad en las siguientes sesiones.

Bueno, decidí hacer el circuito de los Cerros de la Aguzadera, sólo que a la vuelta me dirigí al Parque Cervantes en lugar de ir a casa. En cuanto al ritmo, bastante suave, aproximadamente a 5'40". Ya en el parque hice 5 series de multisaltos en las gradas que hay allí, centrándome en tobillos y gemelos. Después, descalenté de camino a casa, completando 1 hora y 12 minutos para casi 11000 metros. No tuve noticias de mis molestias, así que a partir de ahora dejo de nombrarlas no vaya a ser que regresen.

lunes, 27 de mayo de 2013

¿DE QUÉ COLOR SON LOS SUEÑOS?. DEDICADO A GERMÁN FERNÁNDEZ GONZÁLEZ


Tras mi participación en la Carrera Popular Ciudad de Manzanares, hace ahora poco más de tres semanas, mi mente no hacía más que devolverme pensamientos negativos en forma de negros fracasos: ¿que me había pasado?, ¿por qué había sido tan blando?, ¿no he pecado de ambicioso?. Toda esta repetitiva cantinela deambulaba en mi cabeza y todo por el hecho de haberme parado en el kilómetro cinco. Mi expiación se había consumado cuando unos segundos después había dejado el orgullo en la cuneta y había reanudado la marcha, olvidándome ya de marcas y puestos, buscando algo más básico, más vital: terminar con dignidad la prueba. Mercedes, en su primera carrera seria, llegó muy cansada y como confesó después, en algún momento pensó en retirarse, pero buscó y encontró el pundonor suficiente, ese que luego te hace sentir satisfecho de lo conseguido. Hoy escribo estas líneas volviendo a esa carrera, y no lo hago con el objeto de redundar hablando de nuestras historias; hoy hablo de una historia que estaba sucediendo justo allí, tan sólo había que fijarse, estar atento...

"Trato de capturar la esencia de esta entrada, como algo que se escapa entre las yemas de nuestros dedos, que está ahí flotando pero que rara vez podemos alcanzar a rozar, y mientras, se nos esfuma el tiempo y también ese algo escurridizo; quizá el centro de nuestro universo sean nuestros problemas, quizá la vida se condene a ser menos vida desde el momento que decidimos que hemos comenzado a morir ...";

...siguieron llegando corredores y cuando ya había pasado el tiempo de control, más allá de la hora y cuarto de carrera, llegó él. Mi hermana Mari Carmen exclamó: ¡ahí llega, es el hombre mayor que corre tantas carreras!, ¿por qué no vamos a saludarlo?. Nos acercamos ante  la silueta de aquel anciano exhausto. Hubiera costado encontrar en él un halo de juventud o esplendor, su apariencia no era la de un hombre mayor al que la vida le hubiera tratado bien, sino más bien, la de un anciano muy cansado, que prácticamente había sido superado por un gran esfuerzo. Pese a todo no me inspiró pena, sino más bien una dulce admiración y una rara especie de envidia, como si él tuviera algo que yo quisiera tener y no supiera cómo conseguir. Le saludamos, le felicitamos y él, con una sonrisa sincera, nos contestó un simple pero casi imperceptible "gracias". Se alejó en busca de su bolsa de corredor en un avanzar lento, casi agónico. El episodio se me quedó grabado y en seguida fue archivado en el cementerio de los recuerdos no urgentes. Este oscuro almacén es especial porque revive recuerdos catalépticos que nunca llegaron a ser cadáveres, simplemente estaban aletargados. Por eso hoy, de forma espontánea ha vuelto a la vida.

Germán Fernández González es madrileño. Su pasión por el running es tal que a sus 80 años multiplica las carreras en las que participa. Es como sí pensara que le queda poco tiempo y tiene que aprovecharlo al máximo.  Ya sabe qué se siente al terminar un maratón, acumula un montón de medias maratones en sus maltrechas articulaciones, y viéndole uno sólo puede pensar que le está echando un auténtico pulso a la vida. A la misma vez que yo andaba jugando al mus con mi ego buscando explicaciones sobre mi rendimiento, Germán avanzaba paso tras paso en su lenta pero segura carrera hacia una nueva meta conseguida, un nuevo revivir. Hoy creo que el verdadero protagonista de aquella prueba en Manzanares fue él, aunque para muchos pasara totalmente desapercibido.





Germán hace cuatro años

domingo, 26 de mayo de 2013

LA CRÓNICA EN IMÁGENES DE LOS 10 KILÓMETROS POR LA INTEGRACIÓN

En esta edición les dimos trabajo extra a los organizadores. Más corredores que el año pasado, supone más dedicación, pero también más satisfacción...




Hacía un buen día para pasarlo bien con los amig@s en el parque. Ahí podéis ver a mi hijo con una representación femenina del Extenuación Valdepeñas. Su padre nunca tuvo mucho éxito con las mujeres, pero igual el vástago nos sale distinto...¡Ay golfales!




Antes de dar comienzo la prueba nos echamos unas fotos...

En esta primera, mi hermana y yo parecemos de la ONCE. Difícil creer verme en fotos como corredor, yo que llevaba una vida cada vez más sedentaria; pero más increíble es posar con mi hermana y mi mujer luciendo dorsal. Jamás me lo hubiera creído si me lo llegan a decir hace unos años. 




Mercedes no parecía nerviosa en la siguiente foto, pero os aseguro que le temblaban las piernas. Con los entrenos de las últimas semanas dice que ha notado los primeros cambios físicos. Espero que no pierda 16 kilos como yo, porque de ser así nos quedamos sin "La Merche"...




En la siguiente foto mi hermana, definitivamente, se ha metido en el papel. Me recuerda a Stevie Wonder.




Hasta hace bien poco, las fotos en pose pre-carrera iban dirigidas a mi. ¡La cosa comienza a cambiar!.




¡Merche!, dejémonos de tantas fotos y vamos a estirar...que luego dices que te duele la rodilla...



Dieron la salida e iba abriendo camino un coche que como mínimo era curioso...¡Ahí se va mejor que corriendo ¿eh?!




Todavía estábamos saliendo Merche y yo  y esos que veis ya estaban girando en la primera curva. ¡Jugaban en otra liga! 




En esta ocasión, Javier Araque no me acompañaba, le tocaba correr para sí mismo. Junto a él otro pedazo de atleta, Rafael Doña...¿mejor compañía que la de la semana pasada, Javier?




¡Ahí podéis ver en la primera curva a Patricia Sáez!. Da gusto ver correr a esta chica. ¡Merche, aplícate!. Al lado de ella Joaquín Bellón del Club de Atletismo Membrilla. ¡Había buenos runners hoy en Valdepeñas!.




Muchos extenuados (del Extenuación Valdepeñas) disfrutando del día, además había de diversas edades, como gustos hay en una buena heladería. Si miráis de izquierda a derecha veréis como va rejuveneciendo la cosa. Envejeciendo si lo hacéis de derecha a izquierda. En esta ocasión posan para nosotros Victoriano, Julián y David (en el orden en el que se rejuvenece). 




También había muchas extenuadas, y para muestra un botón...




Nosotros también estábamos, ¡eh!, y si no fijaros como Mercedes parecía "volar" sobre al asfalto...




Y esta foto unos segundos después...Pobre del de la mascarilla, se avecina unos malos días para los alérgicos. En cualquier caso nos ganó...




Mi hermana puso "pies en polvorosa" y le tuvimos que ver la matrícula trasera en la primera parte de la carrera...Es la que se ve en el grupo de la foto...Por cierto, a esos dos que se ven a su lado, les pasamos en la parte final. Mercedes iba lenta pero segura...




Jesús Madrid iba a lo suyo. ¡Este tío es un crack!, ¡mira como va riendo!




Rafael Doña, otro "héroe local", iba "tan pancho". ¿qué le dan de comer a toda esta gente?




Ahí iba a Javier Araque; tampoco se iba despeinando, aunque hizo un muy buen crono al final. ¡Claro!, reservó fuerzas la semana pasada cuando me hizo de liebre y ahora tenía el depósito de gasolina lleno.




Ahí van Benito Carrero (el de naranja) y Leandro Pintado (el de blanco). Yo ya corría con ellos hace casi 30 años. Parece que no han cambiado mucho las cosas; ahí siguen, dando el callo, y además muy bien por lo que se les ve.



Ahí va Enrique Cidfuentes, si hoy hubiese corrido con él le hubiera visto la matricula trasera como se la vi el otro día subiendo el Cerro del Ángel...




Había hasta familiares: ahí tenéis a los hermanos Taviro. ¡Pepe!, ya puedes entrenar que Paqui esta muy fuerte.




Y ahí podéis ver a mi hermana, que estaba que se salía...




Justo un rato después pasábamos Merche y yo. La cara te delata, ibas cansada, pero ¡así se hace!, pulgar arriba.




A mi también me dio por saludar...La semana pasada en Almagro no se me veía tan feliz corriendo.



Y ahí tenéis la llegada del campeón, Jesús Madrid. ¡Parecía una gacela!




Y tras casi una hora de intensa carrera llegábamos al final. Aún quedaba dar la vuelta al parque. Le dije a Mercedes, ¡sonríe a Jorge que no vea que vas mal!. Lo hizo, aunque el oficio iba por dentro...¿reconocéis a los dos que ven por detrás?




Mari Carmen luchó por pegarse a nosotros en los últimos metros, y prácticamente llegamos juntos. Mi hermana se lo curró, y eso que no está en su mejor forma...¡Ya veréis cuando afine su puesta a punto!




Y por fin llegó el final. Mereció la pena estas tres semanas de entrenamiento, ¿verdad Mercedes?




Esta llegada es para el recuerdo. No siempre puede uno presumir de correr con su mujer y llegar a meta cogidos de la mano...




Ojo, mi hermana unos metros atrás. ¡Qué mérito tiene!




¡Así se hace hermana!




Y esta foto es para engañaros. No se hizo después de la carrera, sino antes, pero refleja bien la satisfacción sentía Mercedes tras la carrera, así que no va mal como colofón a esta humilde crónica...




Nos vemos en la siguiente...

PD: gracias a los fotógrafos no oficiales: Ana, Pitu y Jorge.





LA CRÓNICA ESCRITA DE LOS 10.000 METROS POR LA INTEGRACIÓN

Amaneció un día perfecto para correr, soleado, buena temperatura (para mi gusto 10 grados menos hubieran ido mejor) y había nervios por parte de Mercedes; no en vano se lo había tomado muy en serio. Me cuesta acostumbrarme a verla en una disposición similar a la mía a la hora de afrontar las carreras. Dejamos a Inés en casa de mis padres y nos fuimos al Parque Cervantes desde donde iba a darse la salida. Un muy buen ambiente, y casi 200 corredores inscritos, en definitiva, un éxito para una carrera modesta y que tiene tras de sí una una buena causa. Una vez allí, y tras recoger el dorsal, pues lo típico: hablamos con un montón de conocidos, calentamos un pelín y llegada la hora, nos acercamos a la salida. No dio para más, sonó el pistoletazo y: ¡a correr!...

Había que dar dos vueltas a un circuito urbano no exento de cuestecillas, así que había que reservar fuerzas. El primer kilómetro lo pasamos en 5´44´´, ¡muy buen ritmo!, y Mercedes respondíó perfectamente. Mi hermana iba unos metros por delante, pero en las primeras cuestas se nos fue yendo. El segundo kilómetro discurrió a un ritmo peor que el primero, lógicamente, pero en seguida me dí cuenta que Mercedes iba a poder con el reto, a pesar del calor, que siempre hace bajar el rendimiento. Tras las cuestas de la Calle Postas, cogimos la Calle Constitución y luego cogimos el Paseo de la Estación. Allí vi a Mercedes algo tocada, pasada de revoluciones, así que traté de bajar una pizca el ritmo y le transmití varias veces que fuera tranquila y no se agobiara ni por la marca ni por la posición en la que fuésemos en la carrera. Esto pareció surtir efecto y noté como su respiración se normalizaba. Lo peor de esta primera vuelta lo pasó en el repecho hasta llegar a la rotonda de San Marcos, donde emitió un par de quejidos indicativos del mal trago que estaba pasando, pero al coger la Avenida de los Estudiantes, ya cuesta abajo, la cosa mejoró. Nos había ido adelantado algún que otr@ corred@r, pero el ritmo no había decaído y lo estaba haciendo muy bien. Llegamos al parque y mi mujer necesitaba agua, así que cogí dos botellitas y le fue echando con la mano en el cuello, los hombros, las piernas, etc. ¡Tenía que ser aguador personal, además de su liebre y su psicólogo! ¡qué menos que eso!. Llegaron las cuestas otra vez, pero para entonces ya habíamos comenzado a recoger algún que otro "cadáver" y eso animó un montón a Mercedes. Comprobé como afrontaba la parte más dura del recorrido de forma incluso más decidida que en la primera vuelta y en todo momento traté de arengarla para que no pensara en lo que quedaba hasta terminar y sí que me ponía justo delante de ella y le pedía que se concentrase en la cadencia de su zancada, en el ritmo de mis pies, etc, ;¡trucos de un viejo runner!. Llegamos al Paseo de la Estación nuevamente, y sentí que comenzaba a crecerse: habíamos cazado a tres o cuatro corredoras y llevábamos cerca a otras dos. Mis esfuerzos se volcaron en convencerla de que podíamos pillarlas, y ella, que ciertamente iba al 100% tuvo que hacer un esfuerzo extra para conseguirlo: lo hizo en la cuesta justo antes de San Marcos, en una parte bastante dura, y ya cuesta abajo incrementó el ritmo: ¡tan sólo quedaba 1 kilómetro y medio!. Para nuestra sorpresa comprobamos cómo estábamos pillando a mi hermana, y cuando lo hicimos traté de animar a Mari Carmen para que nos acompañara. Una vez llegados al parque, Mercedes no sabía que todavía tenía que dar casi una vuelta completa al recinto, y cuando se dio cuenta de tal circunstancia se me vino un poco abajo; pero yo no dejé que el ritmo decayera, así que le pedí que se concentrara en la zancada y no pensara en que estábamos terminando. Mi hermana, que se había quedado un poco, volvió a recuperar terreno, y justo a unos 400 metros de la meta cazamos a dos runners, uno de ellos iba muy justo. Giramos a la derecha, justo en la recta final y "la Merche" se creció incrementando el ritmo y cruzó la meta como hay que hacerlo: con una sonrisa en la cara pero habiéndolo dado todo. El crono: 1 hora justa, había cumplido el objetivo. Mi Garmin marcó 10.150 metros, por lo que había ido a una media por debajo de 6´el kilómetro. ¡Mi mujer es una auténtica crack!. Una vez terminada la prueba no le dejé que se sentara, y la insté a que estirase para que su maltrecha rodilla no le diera luego "la vara", pero la verdad es que esto no ocurrió.

Felicitar a otra que no es menos que Mercedes, mi hermana. ¡Menudo pundonor!. Se quedó primera en su categoría y a buen seguro que eso le habrá hecho mucha ilusión.

Tras la carrera, y los pertinentes estiramientos, fui a casa de mis padres y volví con Inés y con sus abuelos, para tomarnos un buen plato de paella y charlar con los amigos y conocidos.

Conclusión, mucha satisfacción: ¡mi mujer cumplió su objetivo!, y creo que se ha acabado de enganchar a esto y encima hemos pasado un muy buen día con los familiares y amigos. ¿Qué más se puede pedir?. A Jorge nos hizo de fotógrafo, igual se acaba haciendo profesional de la fotografía.

En cuanto pueda os saco la crónica en imágenes.

Gracias por seguirnos...


sábado, 25 de mayo de 2013

SÁBADO 25: TIRADA DE 20.450 METROS CON CUESTA

Estoy muy satisfecho, porque poco a poco el problema que arrastraba se ha ido disipando y hoy he podido entrenar casi con total normalidad. Hace 5 días estaba muy preocupado y si supero esto sin dejar de haber entrenado creo que será para estar contento. La idea estaba clara hoy: iba a salir cuando el calor comienza a apretar, a eso de las 11:20, y ya se nota en la época del año en la que estamos. Otra novedad es que iba a ir sin reloj, no me refiero al Garmin, ¡sin reloj!, es decir, ni siquiera con cronómetro. ¡Quería disfrutar del campo!. Por ello tampoco me llevé el mp3, y para más minimalismo, a los pocos metros me quité la camiseta y fue con el torso "al aire". El primer kilómetro fue el peor porque tuve que entrar en materia pero en seguida me dí cuenta de que hoy las molestias iban a ser muy pasajeras. Acabé cogiendo la Carretera de La Solana, pasé por el Paraje del Peral y llegué al camino que sube a los molinos eólicos de la Sierra del mismo nombre, tal y como hice justo dos semanas antes, sólo que en aquella ocasión el ritmo fue otro y el recorrido más largo. Había ido a no menos de 5´20´´, yo diría que cerca de 5´30´´, y la cuesta se me hizo menos desagradable que en aquella ocasión; eso sí, el calor apretaba en aquella zona. La bajada también la hice suave, y tal y como sospechaba, comencé a encontrarme muy bien muscularmente. Cogí por una vereda, por llamarle algo, atravesando la falda del cerro y como anécdota, había un pastor con sus cabras y el hombre no me esperaba, con lo que le dí un considerable susto; seguro que pensaría dónde puñetas podría ir ese loco corriendo por terreno tan agreste. Bajé al Paraje del Peral, atravesando zona de labranza y me jugué los tobillos, como había hecho justamente 14 días antes, pero pienso que esto puede venirme bien. Cogí el camino que pasa por la zona alta del Peral y desvié hacia el mismo, lo atravesé y para casa. La vuelta se hizo cómoda, sin forzar, sin aumentar el ritmo, disfrutando, aunque con más calor del deseable. No puedo deciros qué tiempo empleé por lo que os he mencionado antes, pero sí que distancia recorrí porque la he medido con el Google Earth: 20.450 metros.

Al llegar a casa, muy contento, muy bien muscularmente y con fuerza.

Os pego el recorrido (tal y como hace dos semanas la cuesta que subí se las trae porque son casi 200 metros ganados en 2,6 kilómetros):




III 10 KILÓMETROS SOLIDARIOS POR LA INTEGRACIÓN

Esta carrera comienza ya a ser un clásico en el calendario de los runners locales de Valdepeñas. Mañana, a eso de las 10:30 darán el pistoletazo de salida desde el Parque Cervantes:





Además, es por una muy buena causa, ya que lo recaudado va a parar a la asociación AFAD, y es un buen motivo para juntarnos y salir a correr por las calles del pueblo. Este año han cambiado el recorrido, ya que en las ediciones anteriores se salía desde la Avenida Primero de Julio y se recorría gran parte de la prueba por esa zona para luego terminar en el Parque Cervantes. Este año la salida y la meta será en dicho recinto, y serán dos vueltas que discurrirán entre "nuestro pulmón verde" y el Paseo de la Estación, pasando por la Avenida de los Estudiantes.




En cuanto a los dos ediciones anteriores, en las cuales participé, malos recuerdos los que tengo ya que en la del año pasado acabé casi literalmente "muerto". El remate fue el "episodio del seto", ya que llegando a meta, y aún no me explico cómo, mi pierna se comió un seto recién podado con la mala suerte de que me rajé la piel quedando una cicatriz que estará ahí para revivir "el sufrimiento del runner popular". 





Si os fijáis, se aprecia en mi pierna derecha la "herida de guerra"



La primera edición también fue muy sufrida y acabé con un dolor de tendones de aquiles de aquí te espero.  Ahí me tenéis terminando(estaba más rellenito, ¿verdad?):





Quizá lo peor de la prueba sea el calor, que en estas fechas siempre aprieta. Pero más allá de batallas particulares, como decía, es una buena ocasión para salir a correr con los amigos por Valdepeñas. ¡Ah!, esta vez no habrá superación personal porque acompañaré a Mercedes en su reto: bajar de la hora. Espero que lo consiga, pero si no es posible, al menos mi idea es que disfrute de la experiencia.


DÉCIMA SEMANA DEL PLAN DE MANTENIMIENTO PARA LA MARATÓN DE MÁLAGA

Ha sido una semana muy rara, marcada por la competición del domingo en Almagro, y el dolor que se me quedó que prácticamente me impedía correr los días siguientes. Lo más positivo ha sido:

  1. Rendí muy bien en Almagro habiendo bajado ya mi estado de forma, dos meses después de la Maratón de Roma; y lo hice con bastantes molestias y dudas. 
  2. Después del domingo he seguido corriendo empecinado en no parar, y las molestias han ido remitiendo.
Estos dos aspectos son para mi importantes porque me dan confianza de cara al futuro. Otoño será cuando me tenga que poner a tono para encarar la Maratón de Málaga, y dejar bien grabado a fuego lo que ha pasado esta semana es positivo para el futuro.

En cuanto a como fue sesión por sesión:
  1. El sábado se trataba de ir a mover las piernas para la competición del día siguiente, y le coincidí en el parque con Deogracias y Patricia, que son dos máquinas y hasta en sus descalentamientos van por debajo de 5´. Sólo hice tres kilómetros pero a ese ritmo y sin haber calentado sentí que mi piernas se quejaba. Me fui a casa molesto con la pierna y molesto con la mala decisión de ir más rápido de lo que debía.
  2. Domingo: llegué a Almagro con serias dudas, pero en el calentamiento no sentí muchos impedimientos. Salí a por todas, mala decisión, pero en esta ocasión salió bien. En el primer tercio de carrera los isquios avisaron y avisaron, pero acabaron por claudicar a mi cabezonería. Lo mejor, el rendimiento en malas condiciones y la solidaridad de Javier Araque, que me hizo de liebre.
  3. Lunes: el peor día que recuerdo como entreno desde que comencé esta nueva etapa como runner. Me resultaba más rápido y práctico andar que correr y sólo conseguí hacer tres eternos kilómetros en casi 30´. 
  4. Martes: lleno de dudas, pero optimista, salí otra vez con la idea de hacer un poquito más que el día anterior, y lo hice. Con la pierna arrastra al principio, mejoro la cosa después. Hice unos 42´y 6 kilómetros.
  5. Miércoles: salí con Mercedes y la cosa mejoró otro poquito. De nuevo fue cuestión de calentar. 10.400 metros y ya a un ritmo cercano a 6´.
  6. Jueves: el mejor entreno de la semana sin duda. Mejoré otro poquito e hice cuestas en el Ángel. A la vuelta, acompañado de Enrique Cidfuentes, nos pusimos a ritmos por debajo de 5´y las molestias eran leves.
  7. Viernes: Mercedes y yo movimos las piernas de cara a su prueba de fuego del domingo. Bien la pierna y tan sólo hicimos 32´suavitos.
Al final han salido tan sólo 61 kilómetros esta semana, pero peor hubiera sido parar. Creo que puedo sentirme satisfecho. Os pego la tabla:


VIERNES 24: DESCARGANDO LAS PIERNAS

Salimos por la tarde toda la familia y fuimos al parque. Sorprendentemente, a pesar de que hacía buena temperatura no había apenas nadie corriendo. Lo niños se quedaron jugando y nosotros trotamos suave. Mercedes tiene molestias en su rodilla desde el miércoles así que iba un poco preocupada, y además, la temperatura, ideal para salir a pasear, no lo era tanto para correr. En cualquier caso, la idea era hacer poco, más que nada con el objeto de que ella moviera las piernas para la carrera del domingo. Al final, 4.750 metros y 32´de trote. Mi pierna bien, aunque al principio me molestó un poco. Hoy sábado toca tirada larga y tengo algo de miedo.

viernes, 24 de mayo de 2013

MI GRAMOLA: PAUL SIMON "SURPRISE"

Esta vez no os dejo en mi gramola algo que haya escuchado recientemente, sino que os pongo un trabajo al que le tengo mucho cariño y mucha admiración: es el "Surprise" de Paul Simon, editado el año 2006. Sonido limpio, étnico, rítmico, evocador y lleno de vida. No os tiene por qué gustar pero me haría ilusión que le echáseis un vistazo:

Para más información, aquí tenéis una buena página que contiene una gran base de datos musical:
http://www.allmucis.com

Y concretamente:
http://www.allmusic.com/album/surprise-mw0000411916

He cambiado el orden de las canciones a mi antojo:
  1. Father & Daughter: es la última canción del disco y una de las más famosas. Es bonita pero no insípida y habla del amor entre un padre y su hija.
  2. Sure don´t feel like love: ritmo que se pega y habla pues de eso, de sentirse o no sentir el amor.
  3. Another Galaxy: esta me pone triste, pero a su vez me ilusiona. Una chica que deja todo y huye.
  4. One upon a time there was an ocean: ensoñación y ritmo étnico, muy recomendable.
  5. How can you live in the Northeast: pues otra muy buena canción, originalmente era la primera del álbum.
  6. Everything about it is a love song: lenta y trepidante a la vez, y por momentos corriendo con esta canción te pones a 100. También la recomiendo.
  7. That´s me: es un recorrido en la vida de una persona. Interesante.
  8. Outrageous: marchosa pero al estilo "Paul Simon".
  9. Wartime Prayers: una oda a la no violencia.
  10. I don´t believe: simplemente una maravilla de canción.
  11. Beautiful: una buena forma de cerrar este grupo de canciones.
¡Que lo disfrutéis!

JUEVES 23: CUESTAS EN EL CERRO DEL ÁNGEL

Salí, como no, por la tarde, y tras las primeras zancadas donde de nuevo sentí el problemilla, poco a poco fui cogiendo cadencia, y me sorprendí yendo más fuerte que los otros días de la semana, llegué a la falda del Cerro del Ángel. Allí estaba haciendo series en cuesta hasta la cima un extenuado (del Extenuación Valdepeñas), Enrique Cidfuentes (al que podéis ver en la foto)




El caso de Enrique es como el de la mayoría de nosotros: totalmente enganchado a esto del running y cada día mejorando, porque pone empeño en ello. En dos meses se ha hecho dos maratones: Sevilla y Madrid, con buenos tiempos en su debut en la distancia de Filípides. Además luce un buen estado de forma y seguro que seguirá progresando, para bien del atletismo valdepeñero. A lo que vamos..., me uní a él, subimos la primera vez suave, ¡que mi pierna no daba para más!, y ya de nuevo abajo, mi segunda serie, que fue su tercera, comenzó mucha más rápida y no podía acompañarle ni debía, así que le seguí con la vista y en la distancia. Arriba me estaba esperando para bajar y acometer la última, esta sí más suave. Desde ahí a casa, con buena conversación y también buenas sensaciones. Por un momento nos pusimos en 4´30´´ y la pierna respondió, así que: ¡qué más puedo pedir!.

Tiempo de entreno: 1 hora y 6 minutos y unos 11.200 metros.