RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 29 de diciembre de 2018

SEMANA DEL 8 AL 14: VIVIENDO DE LA ULTRA DE SANLÚCAR

La semana que aconteció después de la Ultramaratón de la Vida de Sanlúcar de Barrameda no tuvo nada de reseñable. Ni siquiera intenté que esa competición fuese un punto de inflexión en mi estado de forma, pero me sentía bien por como se había desarrollado dicha prueba, y aún sigo pensando que fue un milagro que la viviese como la viví. 

Este fue el resumen de aquella semana:
  1. Sábado 8: descanso. Tan sólo ví correr los 8K a Merche, pero eso no cuenta.
  2. Domingo 9: los 47 kilómetros de la ultra, que no está mal.
  3. Lunes 10: me procuré un merecido descanso.
  4. Martes 11: gimnasio con una sesión suave de 40 minutos alternando elíptica y bici. 9 kilómetros
  5. Miércoles 12: fui con Merche a realizar dos subidas al Ángel, pero ella estaba muy cargada y no hizo ni una subida. Yo por no hacerle esperar tan sólo subí y bajé: 7 kilómetros que supieron a poco.
  6. Jueves 13: de nuevo gimnasio, con 1 hora de bicicleta, unos 12,5 kilómetros. Merche se encontró mejor de sus doloridos cuadríceps.
  7. Viernes 14: descanso.
Terminaba la semana con unos  76 kilómetros, que tras ver lo que aconteció después, no me ayudaron a salir del momento malo de forma.


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