RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 29 de diciembre de 2018

SEMANA DEL 15 AL 21. TAMPOCO DESPEGO

Sin metas a la vista, tan sólo pensaba en seguir corriendo, y además la pierna izquierda seguía con "tiranteces en la parte alta posterior, en una clara inflamación de los tejidos, con molestias similares a las que provocaron en su día la puñetera y larga pubalgia. Eso, unido a mi falta de determinación y a que anochece tan pronto, no hubo mucho que reseñar:
  1. Sábado 15: tirada por la zona sur de Valdepeñas, lentos 15,7 kilómetros hechos en 1 hora y 47 minutos. Pesado y con molestias.
  2. Domingo 16: salí con Merche a realizar una tirada por el circuito del Albergue Juvenil El Cañaveral, y tuve mejores sensaciones que el día anterior. 13 kilómetros justos en 1 hora y 13 minutos.
  3. Lunes 17: gimnasio con una sesión de bicicleta de 8 kilómetros.
  4. Martes 18: realicé dos subidas al Ángel por el asfalto y hallé mejores sensaciones. 9 kilómetros que me dejaron un buen regusto.
  5. Miércoles 19: descanso. No debería haberlo hecho pero quise ir a ver bailar a Inés fin de curso.
  6. Jueves 20: tenía viaje a Madrid, así que se terminó de fastidiar la semana.
  7. Viernes 21: de nuevo gimnasio, el refugio de los perezosos, con tan sólo 7 kilómetros de elíptica.

Así había transcurrido otra semana más, escasa de kilómetros. Tan sólo me quedaba el consuelo de que cogía vacacione y ello suponía contar con más tiempo y correr con el solecito.

Había realizado unos pobres 54 kilómetros.

 

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