RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

DOMINGO 24: 18 KILÓMETROS BASTANTE PESADOS

Llamo un bache a lo que me está ocurriendo. Técnicamente podría ser que estoy acusando la carga, y no creo que se trate de sobreentrenamiento. ¿Por qué digo todo esto?, el domingo, tras haber corrido el sábado 32 kilómetros a ritmo constante y sin paradas técnicas, estaba bastante cansado, y tenía que hacer otro entreno relativamente largo; planifiqué 18 kilómetros y cumplí con lo que me decía el papel, pero no fue fácil...

Me fuí al Peral sin que mis músculos sintieran en ningún momento lo que estaban haciendo. Iba con las NB Fresh Foam Zante, con las que pretendo correr la Maratón de Valencia, y que no me acaban de entusiasmar (son ligeras, son cómodas pero no siento el asfalto como pretendo, al menos aún). En cualquier caso no fue las zapatillas lo que me transmitió las malas sensaciones, era el esfuerzo hecho unas horas antes. En cualquier caso me resigné yendo a un ritmo por encima incluso de 6´el kilómetro, tal y como me marca que en el kilómetro 6 por la zona de la Vera, llevase más de 37 minutos. Subí por el Camino Carretas y pasé por la zona alta del Peral y de ahí a la Carretera de San Carlos; a base de dar y dar zancadas la cosa se regularizó un poco y cogí algo de cadencia, pasé por el Albergue Juvenil el Cañaveral y de ahí a las Aguas, y pisando asfalto pareciera como que quisiera aumentar algunas marchas. Al final 18 kilómetros en 1 hora y 44 minutos, ahí es nada. Una media catastrófica en un entreno que se convirtió en regenerativo cuando tendría que haber ido treinta o 40 segundos más rápido de media por kilómetro.

Lo del entreno polarizado ese está muy bien, sigo confiando en eso, pero desde luego mi cansancio actual no hace más que crearme dudas.

 En cuanto a Merche, sigue con su plan. El día anterior había hecho 12 kilómetros y medio, pero amaneció con evidentes signos de resfriado y decidió tomarse la jornada dominical de descanso.



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