RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 28 de marzo de 2016

LUNES 21: EL FUEGO ACOGEDOR DE ESA CUEVA QUE NOS IMPIDE CORRER






La primera vez que ví en clase de matemáticas lo del "n-esimo" me pareció una forma tonta de expresar una idea tan sencilla. Años después compruebo que tengo el término totalmente asimilado, no en vano me ha cabido aplicarlo en forma de intentos en este difícil arte que es vivir. ¡Bueno runner!, puedes estar seguro de que te tocará perseverar si tienes adentro este virus que nos agita, así que más vale que seas empecinado porque en algún momento tendrás que esmerarte en salir de una lesión, o habrá que poner toda la carne en el asador durante muchas semanas para bajar tu registro en la distancia X, quizá haya que entrenar hasta casi reventar para llegar con confianza a esa prueba tan larga/dura que tanto miedo te da...


...Pues siento los síntomas de ese virus pero la cueva donde me he instalado es oscura, y por desgracia también es acogedora. A veces dudo de si realmente quiero salir de ella o si este statu quo se perpetúa en el tiempo porque no deseo cambiarlo. Por eso no sabría decir si mis repetidos propósitos de enmienda son sinceros o si en cambio son fingidos desde lo más profundo. 

...Me preparo mínimamente para un nuevo intento, ya tengo planificados los pasos a dar para ir viendo poco a poco la luz. La hoguera de este habitáculo me aporta ese calorcito tan agradable que es el gran culpable de anular mi ambición. Quiero apagar el fuego de una vez y salir al frío de la íncomoda y excitante libertad, o... ¿quizá no quiero?,...y en esas que esta pequeña lucha interior me hace sentir sin rumbo, sintiendo una complaciente desdicha, es decir, bien por no tener que luchar por una meta aunque te halles "en zozobra" por haberse despojado de tí todo atisbo de ilusión. Te repites: "voy a resetear, hoy hago un reset y comienzo en serio", pero luego ocurre que no lo haces...

...Y el pequeño demonio de tu ego te grita ¡sabes que has entrenado duro todos estos meses oscuros!, ¡lo has hecho sin apenas más de 2 o 3 satisfacciones reseñables en estos últimos tres años! (fue a comienzos de abril 2013 cuando comenzó a emborronarse el lienzo tras aquel fugaz y maravilloso edén). El botón verde del "otra vez a comenzar" está delante mía y no sé si al pulsarlo tenderé a transformame en: opción a) ese corredor popular que tiene las cosas claras al saber que ya nada será como antes, opción b) ese corredor popular que pretende volver a flotar y lo acaba consiguiendo.


...Así que el  lunes me agarré el garmin a la muñeca  encontrando en él a mi mejor aliado para castigarme con un entreno medido; eso sí poniendo de antemano el listón lo suficientemente bajo para que no sufriera después el alma tras comprobar la existencia de expectativas no logradas.  Salí suave y con alguna molestia muscular, como casi siempre ocurre en los últimos tiempos: marco el primer kilómetro en 05:24 y pienso ¿tan agarratodo voy?, aprieto los dientes y trato de moverme con más agilidad; siento que las molestias se intensifican pero cuando veo 4:58 en el segundo kilómetro al menos mi conciencia queda algo más satisfecha. Ya me he puesto a correr y aunque cueste tengo que sacar adelante un entreno decente..., el tercero en 04:54, parece que los engranajes se han engrasado un poco y ya no es tan desgradable dar zancada, 04:46 el cuarto aprovechando que ya no voy subiendo, aunque el Camino de Membrilla no es muy agradable que se diga si se quiere marcar cadencias, 04:45 el cuarto, llegados a este punto la conciencia ya está más liberada y pienso que todavía hay algo de corredor dentro de mí, además comienzo a sentir el ritmo, y eso es algo que últimamente no me viene sucediendo a menudo..., es casi un privilegio; 04:40 el sexto, 04:39 el séptimo, la cosa sigue mejorando, y ahora giro a la derecha hacia el Camino Carretas. ¡Ya no es tan duro!, no es tan difícil, está sucediendo y me siento muy agradecido por ello. A la vuelta logro mantener la situación sin grandes dificultades; 04:39 de nuevo tanto en el octavo como en el noveno, entro en la zona de asfalto y sólo por ello correr resulta más natural y el décimo marco 04:35; pero viendo ante mí un repecho considerable decido parar el garmin y hacer un alto técnico. Hago recuento de desperfectos: la media va a 04:48, un ritmo otrora casi de calentamiento pero para los tiempos que corren es más que aceptable; la cintura está hoy muy bien, como viene siendo desde hace ya bastantes días, pero voy algo cargado,  lo habitual también y no me veo con fuerzas para continuar marcando ritmos por debajo de 04:40, así que pienso, ¡bueno, has salido de una importante gripe, hace una semana que corriste una maratón de montaña y esto es un buen comienzo para tomar la senda que tanto deseas coger!, ¡pero ahora date un respiro!. Me hago caso y comienzo de nuevo la carrera, ya bastante inhibido de toda responsabilidad, y me noto suelto, tanto que subo el repecho sin dificultad, cojo el camino donde está la Virgen del Peral, 05:07 el 11º, 05:03 el 12º y enfilo hacia casa por el camino del mismo nombre de la virgen, 05:03 el 13º, pero claro, esa zona invita a apretar y eso hago, 04:39 el 14º y 04:31 el 15º; me vuelvo a sentir bien, casi ligero, son sin lugar a dudas los mejores momentos de este entreno que me gustaría poder ir grabando, pero las sensaciones sólo se quedan en la memoria de uno, y vuelvo a entender que necesito bien poco para sentirme feliz corriendo (nada de podiums, ni reconocimientos, nada de marcas, con poder correr suelto ya me basta). Llego al carril bici y ahí pica pero mantengo el ritmo de tal guisa que marco unos 500 metros a 04:41 y llegados a este punto pienso que ya está bien por hoy, así que hago la segunda y breve parada técnica y compruebo que estos casi 5,5 kilómetros los he hecho a 04:52 de media, mejor de lo que esperaba al terminar los primeros 10. Reemprendo la marcha, noto la carga en mis piernas pero ya voy feliz y no me importa demasiado: pretendo descalentar pero el primer kilómetro sale en 05:07, así que pienso que puedo volver a apretar y marco el segundo, con un primer tramo en cuesta, dura cuesta en 04:53, así que ya es sólo cuestión de mantener el ritmo para cerrar este tercer ciclo a una media de 04:59.

Y al parar noto el agarrotamiento, no todo está OK, al menos en mi cuerpo, pero el espíritu se va contento hoy a la ducha; un microscópico logro, un pequeño paso para salir de la cueva, pero ¡ojo! las piernas me dicen que no les agrada todo esto, están más a gustito allí dentro junto al fuego.


8 comentarios :

  1. Javier, creo que no le debes dar tantas vueltas, lo tienes muy fácil, haz lo que te dicte la cabeza, pero debes disfrutar corriendo, debes de hacer que este deporte siga siendo el deporte donde disfrutas, olvidate de las marcas y de los ritmos si te atenazan y hacen que dejes de disfrutar. Sabes que no tienes que demostrar nada a nadie, incluso no te tienes que demostrar nada a ti mismo, así que mi consejo es que DISFRUTES.

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    1. Gracias por tu comentario, como siempre sabio. Ya sabes que yo tiendo siempre a ser un poco negativo. Quería expresar que sigo en la batalla tratando de encontrar las sensaciones. Sólo si las encuentro disfrutaré y para conseguirlo necesito entrenar más duro, o al menos eso creo. Al menos tengo una noticia muy positiva para mi, la pubalgia está pasando a mejor vida

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  2. Aúpa Javier¡¡¡
    estoy con Joaquín¡¡¡ ante todo debes de buscar el disfrutar del running¡¡¡¡
    poco a poco, sin saltarse los tiempos¡¡¡

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    1. Jo, lo sé Nacho, pero sólo disfrutaré si encuentro las sensaciones. La pubalgia se está yendo y ahora toca remar duro para ponerme a tono, sólo así acabaré disfrutando. ¡Aupa Nacho!, ánimo con tu reto

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  3. Poco tengo que añadir a las recomendaciones expresadas por Kino y Nacho, se corre para disfrutar, para reencontrarnos cada vez que lo hacemos, sin este objetivo básico no tendría sentido esta práctica, así que mi recomendación es que encuentres ese momento de disfrute y libertad cada vez que tengas la oportunidad de correr, cuando lo encuentres lo demás vendrá por añadidura.

    Un abrazo Javier.
    Emilio Díaz

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    1. Gracias Emilio, siento que estás viviendo un momento similar al mío (tu peor claro está) y creo que sabes que ansiamos disfrutar, pero ¿cómo conseguirlo si tenemos dolores o si no podemos encontrarnos bien?.

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    2. No es fácil Javier, no es fácil, como tampoco es fácil hacer en cada momento aquello que debiéramos hacer, a veces nuestros deseos no son nuestros mejores consejeros, nos gustaría volar, pero para hacerlo hay que partir de un buen apoyo en el suelo, y hasta ese apoyo debemos valorarlo en todo lo que vale. ¡Vaya rollo que he escrito!, !ya no lo borro!. Un abrazo.

      Emilio Díaz.

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    3. Jejeje, es un rollo muy sabio. Me ha gustado lo de: "lo de volar parte primero de un buen apoyo en el suelo", tiene hasta doble sentido y bastante fondo.

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