El jueves por la noche nos fuimos toda la familia a Linares para dejar allí a los niños con mis suegros. A la mañana siguiente mi mujer y yo partiríamos hacia Cáceres para nuestro gran reto conjunto. Antes de la cena tocaba salir a corretear un poco y comprobar que la lesión de Merche había ido a mejor. Cogimos un camino paralelo a la vía verde y bajamos por una fuerte pendiente pedregosa para probar que tal se iba comportar la ingle de Mercedes en terreno un poco técnico; afortunadamente no notó nada extraño. Continuamos por otro camino bastante irregular y regresamos por la vía verde en sus últimos 3 kilómetros y medio cuando ya había anochecido, aunque la luna llena nos guiaba sin problema. Fueron 7 kilómetros que sirvieron para aportarle algo más de confianza y a mi me ayudaron a sumar kilómetros regenerativos. A esas alturas ya llevaba 83 y todavía quedaba el trail del viernes por la noche para cerrar la semana.
Ya estamos dispuestos a ir a Cáceres.
Lo mejor es que Merche no se resienta y que se vaya mejorando..todo sirve y suma.Un abrazo pareja
ResponderEliminarSí, y lo mejor es que el domingo dio el callo y aguantó estupendamente unos bastante duros 31 kilómetros con 27 grados de temperatura y 1000 de desnivel positivo. Creo que ha sido una gran prueba de fuego para coger confianza de cara a la maratón. Ya colgaré la crónica, estoy esperando las fotos. Ya nos cuentas como te encuentras después de tu proeza
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