Mi estrategia hacia Helsinki está clara (otra cosa es que acabe funcionando). Entrenos diarios con tres días de calidad y cuatro días más suaves en los que acumulo kilómetros pero que me permiten regenerar. De esta forma los sábados hago la tirada larga que por ahora van a ritmos en torno a 1,20 del ritmo objetivo en la maratón (4´10´´), los lunes hago cuestas a ritmo fuerte y los miércoles realizo o fartlek o interval (fartlek por distancia). En cuanto a los días para regenerar: aprovecho los martes, jueves y viernes para ir con Mercedes a un ritmo que para ella es exigente y para mi es como un descanso pero "muy activo". En esas tres sesiones también metemos cuestas, series, interval, o simplemente carrera continua y/o en progresión. Por último los domingos suelo regenerar pero lo hago en progresión de forma que tras venir tocado de la exigencia del sábado comienzo muy suave pero acabo corriendo a ritmos moderados de entorno 1,15 mi ritmo objetivo. Con todo esto logro acumular entre 90 y 100 kilómetros semanales (más cerca los 90 que los 100) y logro "descansar", porque meto muchos minutos suaves que lo que permiten es "descargar" mis piernas. A eso llamamos regenerar: es decir, darle a tu organismo la posibilidad de un respiro para que asimile los entrenos de calidad (hechos en mis sábados, lunes y miércoles). ¿Por qué entreno todos los días?, por falta de tiempo lo que unido a la necesidad de acumular una cantidad considerable de kilómetros semanales me lleva a estar día tras día dale que te pego. Pero también hay una razón subsidaria: puedo correr con mi mujer varios días a la semana y no dejo que se "desenganche" de sus objetivos, que también son ambiciosos: "terminar la Maratón de Helsinki". Probablemente allá por agosto cuando regresemos de tierras escandinavas, ni ella haya terminado la maratón ni yo haya conseguidos esos ambiciosos 2:55, pero al menos lo habremos intentado y esperemos que no lo pasemos bien durante el intento.
En cuanto al jueves, pues lo comentado..., unos muy cortos 8 kilómetros suaves pero con subidillas al Cerro del Ángel que le vinieron bien a Merche. Además tuvimos la noticia esperanzadora de que su ingle se quedó callada todo el rato. El regreso lo hicimos a buen ritmo y todos satisfechos.
y habrési disfrutado del running en pareja¡¡¡
ResponderEliminarque con la vida que llevamos, poder compartir ese tiempo juntos no es cualquier cosa¡¡¡
Desde luego. Aunque me esté machacando para mejorar, a la larga lo importante será todos estos ratos que pasamos juntos corriendo
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