Es cierto que me siento bien sabiendo que llevo 61 sesiones seguidas sin dejar de entrar, es decir, sin tomarme un día de descanso, pero también es cierto de que no soy tan tonto como para correr riesgos de sobreentrenamiento. Una cosa es que no me esté tomando días de descanso pasivo y otra bien distinta sería afirmar que no estoy descansando...Lo estoy haciendo, pero activamente, y lo hago con Mercedes, en lo que llamo entrenos de regeneración muscular, con ritmo bajo. Suele ser los martes y los jueves, y en menos medida los domingos, y de esta forma ambos podemos compaginar y compartir entrenos y así no la dejo sola ante el plan a seguir.
Regenerar no sólo es necesario, sino que también es indispensable para progresar. Aconsejo que leais este artículo cuyo link pego: http://running.es/consejos/el-descanso-en-nuestro-entrenamiento#.VQw-u9KG-E4
Pero adelanto que como este artículo hay miles con la misma idea en la red y que vienen a decir lo mismo: "no por mucho entrenar, no por meter tanta intensidad vas a progresar; lo más fácil es que te pases de rosca por no marcar tiempos de descanso".
Dicho todo esto el martes estuvimos corriendillo Merche en el parque, allí castigados a dar vueltas, y es que para mi es un suplicio realizar allí mis sesiones, porque se me hace eterno (soy más bien de campo abierto y no dar rodeos por el mismo sitio). Allí estuvimos rodando suave para mi y moderado para ella, hasta que tras 5 vueltas, con algún aumento y bajada posterior para que no se hiciera muy monótono, nos dirigimos a casa tratando de no ir directos para que nos salieran los 9 kilómetros finales que pudimos completar. La idea inicial hubiera sido haber realizado una sesión más larga, con más chicha, pero Merche llegó tarde del trabajo y no quisimos llegar a las tantas.
No hay comentarios :
Publicar un comentario