RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 18 de marzo de 2015

LUNES 16:ESTOS ENTRENOS O ME MATAN O ME HACEN MÁS FUERTE

Sin duda que no estaba acostumbrado a forzar tanto en los entrenos. Sé que hay mucha gente cuyo secreto en su progreso estriba en esa intensidad que meten, pero en estos casi tres meses que llevamos de 2015 he cambiado el chip en mi forma de entrenar y de alguna forma he ido perdiendo el miedo a sufrir mientras corro más rápido. Para muestra un botón: el lunes quería tomármelo con más calma ya que el domingo me había exprimido bien; notaba las piernas algo cargadas y no era cuestión de forzar. Sin embargo, cuando me puse a dar las primeras zancadas dirección al Ángel, me sentí con ganas de apretar, así que en apenas un minuto desde mi salida me ví corriendo a ritmos que no parecían propios de un calentamiento. Hice una vez más el circuito de los Cerros de la Aguzadera y llegué a la falda del cerro mencionado con buenas sensaciones tras algo más de 6 kilómetros hechos en 26 minutos pelados. Lo mejor vino cuando hice las dos subidas al cerro, de forma que tenía 2 kilómetros de pendiente positiva y la misma distancia para bajar. Liquidé esos 4 kilómetros por carreterín irregular en 20 minutos justos, a 5´el kilómetro, pero tras haber ascendido 200 metros (cada subida supone 100 metros ganados de altimetría). Ya abajo fuí a casa bastante suelto y continuando con el buen ritmo. De hecho 56´en 12500 metros, teniendo en cuenta cómo era el recorrido me deja muy buen sabor de boca.


No hay comentarios :

Publicar un comentario