Ya queda poco para la tan esperada primavera; las tardes se alargarán, se podrá correr con menos ropa, pasaremos menos frío y dará menos pereza calzarse las zapas. Esto ya se nota, cuesta menos salir a correr, y eso ocurrió el jueves pasado, no nos lo pensamos mucho. Además Merche tenía aparatito nuevo que estrenar, su Garmin Forerunner 10.
Fuimos al Parque Cervantes, dando un rodeo por la zona del Sabeco y volviendo por la Avenida de las Tinajas, llegando al recinto cuando casi llevábamos 4 kilómetros recorridos. Nos pusimos con los cambios, 600 metros fuertes y 400 suaves. Merche hizo bien el primero de la serie de 5, el segundo fue aún mejor, en el tercero se le subieron un poco las revoluciones, pero el cuarto y el quinto estuvieron controlados y mantuvimos la media. El Garmin pitando cada kilómetro y mi mujer loca con el invento. Que se prepare porque es para ponerse nervioso cuando uno se centra tanto en los ritmos. Regresamos a casa pero no descalentando sino continuando con los cambios y nos salió una media fabulosa de 5´39´´ en 9,7 kilómetros, 54´44´´ de sesión total. Durante los cambios el ritmo por kilómetro se movió entre 5´29´´ la mejor vuelta y 5´47´´ la peor. Todos los kilómetros por debajo de 5´45´´, incluyendo el calentamiento, salvo el primero que salió en 5´53´´.
Creo que Merche está en la onda, ahora tan sólo necesita acumular kilómetros y más kilómetros.
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