Los viernes son los del remate de todo el trabajo de la semana. Quizá no salgan unos entrenos magnificos, pero en una planificación en la que apenas hay descansos reales, al menos hay que poner sesiones que supongan descansos activos. Si además, se puede realizar ese trabajo con tu mujer, sin presión, sin crono, sin necesidad de llevar un ritmo, sólo para mover un poco las piernas y charlas, pues resulta una auténtica gozada entre tanto estrés de entrenamientos. Nos fuimos a realizar algo menos de 8 kilómetros, sin crono, con buena temperatura y poca ropa. Desde el comienzo fuimos charlando con lo cual ni fuimos muy conscientes de otra cosa que no fuese seguir el hilo de nuestra charla, con lo que sin darnos apenas cuenta hicimos el entreno como aquel que no quiere la cosa.
7,7 kilómetros y la sensación de haber hecho nuevamente los deberes. Yo nuevamente unos 90 kilómetros y Mercedes en esta ocasión casi 55 kilómetros que debe ser de las semanas en las que más ha acumulado.
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