RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 5 de julio de 2014

SÁBADO 28: SESIÓN MATUTINA INAUGURAMOS PLAN

El sábado se presentaba duro porque tocaba doblaje obligado. Nos habíamos inscrito a las 2 leguas y media que organiza el Club Extenuación todos los años y que se realiza todos los años una noche de junio. Como no me cuadraban los kilómetros por escasos, planifiqué la realización de casi 23 kilómetros. Me fui al Paraje de las Aguas con mi mochila de hidratación, la cual pronto comprobé que pedía nuevamente agua. Cambié la bolsa en dicho paraje, pero lejos de agobiarme por el accidente, pensé que no habría demasiado problema porque había dos puntos en el recorrido donde recargar la mochila. El ritmo no era muy muy vivo pero sí lo suficientemente alegre como para huir de ritmos ultras que no quiero desarrollar ahora. Hacía bastante calor por lo que el agua me sirvió más para refrescarme la cara, los brazos y el torso que para otra cosa. Se hizo algo pesado el Camino Carretas, el cual cogí desde el Paraje del Peral hasta su finalización en la Gasolinera Shell del punto kilométrico 191 de la AIV. Cuando llegué a este punto tuve que vaciar nuevamente la bolsa, ya que el líquido estaba ya caliente, y además toda la tela iba chorreando debido a lo ya comentado. Me quedaban algo menos de 9 kilómetros y llevaba un ritmo cercano a 5´45´´, que el que me propuesto marcar en las tiradas largas, al menos en estas primeras semanas. Llegué sin mayores problemas a casa, sin más contratiempo que el calor que hacía a eso de las 13:30, y lo único preocupante fue un reflujo digestivo que me subió un par de kilómetros antes de llegar a mi destino. No había comido nada durante el entreno, y apenas había bebido agua, pero no llevaba sed, así que no sé como demonios pude crearme problemas digestivos. Ya en casa mi mujer me dijo que quizá el problema había sido llevar el estómago vacío durante más de 2 horas de esfuerzo, porque el desayuno había sido ligero.

Me salieron algo menos de 23 kilómetros que fueron dados por buenos.

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