RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 1 de mayo de 2013

SÁBADO 27: SE MODIFICA EL PLAN PREVISTO. ¡A CORRER POR LINARES!

"Los domingos paella", "Los sábado por la mañana tirada larga"..., upss, a veces los hábitos se rompen y se cambian los planes; esto no viene mal de vez en cuando porque si no corremos el riesgo de hacer nuestra vida un poco más aburrida. Ese fue el caso del sábado pasado. La tiradilla hecha el viernes con Agustín Quintana provocó que el sábado no fuera conveniente realizar la tirada de más de 20 kilómetros prevista; así que el sábado por la mañana nos desplazamos a Ciudad Real por una cuestión laboral y desde ahí a Linares, a comer con mis suegros. Fue en Linares donde tras una comida que me supo a gloria y una siesta que me supo aún mejor, realicé el entreno previsto. Me desperté entumecido, pero el deber me llamaba. La idea era realizar el circuitín Linares-Estación Linares/Baeza que tantas veces he hecho, pero que hacía tiempo que no realizaba. Salí de Linares para coger la Nacional que me lleva al mencionado poblado, y una vez llegado al mismo, giré hacia el norte, para luego subir por el puente que pasa por encima de la red ferroviaria y seguir por un camino empinado hasta el inicio de la vía verde: (la foto de abajo muestra el inicio de dicha vía por en Linares, es decir, el otro extremo):


Desde aquí quiero poner en valor las dos vías verdes con las cuenta Linares. La que más transito es una joya paisajística aunque cuenta con menos chimeneas que la otra (las chimeneas son auténticos monumentos que quedan para rememorar el pasado minero de esta ciudad).

Vuelvo a lo mío: cogida la vía verde, sé que me tocan casi 7 kilómetros de pendiente positiva, no muy empinada, pero si dura, hasta llegar a la entrada de Linares, en las inmediaciones de donde viven mis suegros. Hasta ese momento, y ya llevaba unos 7 kilómetros, el entreno había sido plácido, casi siempre bajando, y sin forzar la máquina, y desde ahí tocó realizar el verdadero entreno.


Fueron pasaron los puntos kilométricos y las piernas respondieron, y terminé la sesión en algo menos de 1 hora y 10 minutos para 13.500 metros.


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