RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 11 de mayo de 2013

OCTAVA SEMANA DEL PLAN DE MANTENIMIENTO PARA LA MARATÓN DE MÁLAGA

Se culminó la octava semana, marcada por la competición del sábado, que desde luego no pasará a la historia por las sensaciones conseguidas, al menos por las "buenas sensaciones". He conseguido acercarme de nuevo a los 80 kilómetros semanales, media que tengo que mantener muchas semanas más. Cuando llegue el plan específico en otoño será cuando subiremos kilómetraje y dureza, pero para entonces tendría que ser capaz de llegar con buena base, precisamente para iniciar con garantía el mencionado plan.

Así fueron los días de esta semana:

  1. Sábado 4: tocó el 10.000 de Manzanares, marcado por una salida demasiado fuerte, por el calor y por ser incapaz de mantenerme en carrera sin parar. Tras un par de descansos forzados, me incorporé a la competición y la terminé a duras penas marcando un 38´15´´.
  2. Domingo 5: me autocastigué, no podía ser de otra forma. Fui al Cerro del Ángel, y aún con las piernas recordando lo del día anterior, las obligué a subir cuatro veces el mismo. Me sentó muy bien la expiación y sus 13 kilómetros.
  3. Lunes 6: marqué una tirada a ritmo de 5´ que me llevó 68 minutos para hacer algo menos de 14 kilómetros. En la última parte, respondí bien a las cuestas: me sentí fuerte. 
  4. Martes 7: fui al parque y tras calentar bien, hice alternancia de trote con series de gradas, hasta cuatro repeticiones. Me sentó bien, sobre todo a mis piernas.
  5. Miércoles 8: trote suave con mi mujer algo más de 6 kilómetros, que vinieron bien para descargar.
  6. Jueves 9. recuperé la dureza de las series, ya que tras calentar convenientemente, hice 3*2000, con recuperaciones al trote. Al final, se me cargaron los isquios.
  7. Viernes 10: tiradilla a ritmo suave con Mercedes. Algo más de 10 kilómetros. No mal de sensaciones.
Por tanto, me han salido 79 kilómetros en esta ocasión y se puede decir que tengo que comenzar a sentir como me meto en faena para ir cogiendo fuerza en mis piernas. El verano será duro con tantas cuestas, tantas gomas y tantas gradas. Pero sobre todo por el calor.

Os pego la tabla:





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