RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 2 de octubre de 2020

SEMANA 11 HACIA FILABRES. DEL 18 AL 25 DE SEPTIEMBRE


Conforme se acercaba el momento podía comprobar como se nublaba todo. Extraño, esperando todo el verano y al final, en el momento de la verdad no es cómo esperabas, no estás a punto, desearías que no hubiera llegado aún.

Pero al menos en estos siete días no desconecté del todo, continué tratando de girar la rueda. En cuanto a Mercedes, la cosas marchaban de forma distinta: tras un verano totalmente desenchufada llegó septiembre, y con la rodilla totalmente recuperada se puso las pilas y creció en motivación e intensidad. 

 Esto sucedió...

Sábado Merche y un servidor nos desplazamos a Despeñaperros para repetir la experiencia que siete días atrás había llevado a cabo con Eugenio. La verdad es que resultó una muy buena sesión en la que ella dio el callo, prácticamente sin paradas y corriendo en todos los repechos, justamente donde no suele correr. Además el día acompañó con una temperatura verdaderamente fresquita, y apenas necesitamos líquido. Las cifras hablan por sí mismas: 20,5 kilómetros en 3 horas y 2 minutos, tres minutos más que lo de la semana pasada, eso sí, apenas hubo paradas técnicas. Ya justo al final resbalé con una roca húmeda y me hice una raja al lado del tobillo. Nada muy serio, pero me ha estado dando la lata más de una semana.

Domingo: teníamos viaje a Linares los cinco (el pleno familiar incluyendo a Ziggy). Mi mujer y yo hacíamos una rutilla por la vía verde de 10,5 kilómetros y aunque no hacía calor, ella tuvo una pequeña pájara, aunque no me preocupó mucho, visto el rendimiento del día anterior.

Lunes: descanso. No estaba programado pero atendiendo al a cercanía del reto de Filabres nos lo podíamos permitir.

Martes: ya por la noche me fui con Ziggy al Cerro del Ángel, sólo 6,5 kms que se hicieron un poco desagradables porque allí en lo alto no había forma de ponerle la correa. Lo mejor las sensaciones de la bajada por el camino asfaltado.

Miércoles: me acerqué al gimnasio donde llevé a cabo una buena sesión con elíptica y remo.

Jueves: Merche y un servidor hicimos por la noche el circuito que llamo "de los pistachos",algo agarrotado muscularmente, preámbulo a lo que después vendría. Unos 10 kilómetros más

Viernes: descanso

La semana terminó con unos 60 kilómetros en pleno tapering.

 



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