RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 6 de septiembre de 2020

SEMANA 8 HACIA FILABRES: DEL 29 DE AGOSTO AL 4 DE SEPTIEMBRE

Seguía acumulando entrenos sin descanso y estaba contento por ello, pero en esa semana tenía el dulce escollo de nuestro viaje del sábado a Bogarra, Sierra de Segura en Albacete.

  •  Sábado: lo hice bien al salir a correr por la mañana, 5 kms con Merche y Ziggy, para luego continuar haciendo, ya solo, otros 7 a mayor ritmo; ya en nuestro reposo serrano, salimos a la tarde a realizar una ruta senderista (La senda de las esculturas), hasta llegar al Nacimiento del Río Batán, increible y difícil de describir con palabras. Se hacía de noche y volviamos por la pista, con el perro e Inés ya muy cansados, así que decidí ir corriendo hasta el pueblo, 4 kilómetros a buen ritmo con el fin de coger el coche para regresar a recogerlos. En fin, un sábado bastante intenso que se saldó con un total de 22 kilómetros. 
  • Domingo: mi mujer y un servidor saliamos del Hostal Atalaya, a menos de kilómetro y medio de la ruta que, siguiendo gran parte el curso del río Madera, habíamos hecho tres años atrás. Pasamos por Las Mohedas y desde ahí entre bosques continuamos hasta llegar al Hostal Sierra del Agua, donde desayunamos, para después proseguir hacia el Pico Peñalta. Merche salvó los durillos 350 positivos que salen desde el inicio de la pista, en el valle, hasta el collado de lo alto. Desde ahí tocó correr por pistas, siempre cobijado por bosques frondosos, hasta que bajamos por un sendero bastante técnico hasta, de nuevo, Las Mohedas, y de allí a nuestro alojamiento. 21,4 kilómetros en 2:58. Por la tarde, ya en Valdepeñas, hicimos medio andando medio corriendo el circuito del aeródromo, con Ziggy persiguiendo a Inés en su bici, así que, por segundo día consecutivo, hicimos un extraño doblaje para conseguir una buena carga.

  • Lunes: estaba literalmente reventado y no me levanté a la hora habitual a correr, pero por la tarde hice en el gimnasio 9 kilómetros de bici, con cambios de ritmo.

  • Martes: había menos pereza en el ambiente tras haber logrado aires de mayor descanso. Hice el circuitín del Cerro del Ángel, sintiendo buenas sensaciones. Otros 8 kilómetros
  • Miércoles lo dejé aplazado a la tarde, cuando Merche y el que escribe nos fuimos al gimnasio nuevamente. Hice 15 minutos de elíptica y 26 de bici, 9 kilómetros en total.
  • Jueves por la tarde salimos los dos acompañados por Ziggy. De nuevo el circuito del Cerro del Ángel en su versión trail, y el perro disfrutó de lo lindo, pese a venir ya cansado de jugar con unos galgos amigos que se había echado. 
  • Viernes había que continuar con el proceso, pero sabedor de que la semana había resultado fructífera, 86 kilómetros, me relajé y no entrené, rompiendo así una racha de 55 días, algunas sesiones más si contamos doblajes.

Me fastidiará si finalmente suspenden la Extreme Filabres, porque tanto esfuerzo no habrá servido para mucho.






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