RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 9 de julio de 2020

PARECE QUE NO HE APRENDIDO MUCHO. DE NUEVO DE PLANES

Y el verano avanza y nos lleva a no sabe muy bien dónde. Pero ahí estamos, con un nuevo trabajo que ahora absorbe incluso más tiempo que el anterior y con ganas de poner los cimientos de un nuevo renacer. Si este virus no lo impide, a primeros de octubre regresará Filabres, justamente el trail que tenía en mi cabeza el día en el que corrí la última carrera de montaña, el día que me lesioné, y que fue suspendido y en última instancia aplazado

Muchas cosas han pasado desde primeros de marzo, pero lo que no ha cambiado ha sido las ganas de ponernos a tono, algo que por momentos se está convirtiendo en tarea ardua y difícil. Parece que el tendón izquierdo de mi pie me va dejando seguir, pero no acabo de coger la forma, y si hablamos de Mercedes, estamos seriamente preocupados porque los problemas que le surgieron en su pie han ido a peor; hemos descubierto que se trata de tendinitis del tibial posterior, y ni las plantillas le permiten mejorar, pasándolo peor en terrenos complicados de montaña. Por ahora la he convecido de que no cancele su inscripción en Filabres, con la intención de que coja ritmo en llano, poco a poco, y no pise la montaña hasta septiembre, pero mucho tendrá que remar

Y sí, ahí estamos, de nuevo con planes y planificaciones. Hace mucho tiempo que no cuelgo en este blog las semanas de entrenamiento y creo que ha llegado la hora de retomar esa costumbre. Por lo pronto, esta semana ha sido complicada pero prolija, y ya llevo acumulados 81 kilómetros en seis días seguidos, a falta de lo que haga mañana.

Pero no está resultando fácil, no logro hilar las mejoras, y saltar de 70 kilómetros semanales está siendo prácticamente imposible. Al menos no lo he dejado, ni tan siquiera cuando no podíamos salir de casa, ¡vaya tiempos aquellos!.

Estos últimos meses me ha dado para regresar a Despeñaperros, hasta en tres ocasiones. También he descubierto un circuito de casi 20 kilómetros en San Carlos del Valle, que he realizado cuatro veces, y las tiradas han ido incremetándose en dificultad y en distancia gradualmente, hasta que la semana pasada hice unos muy sufridos 30 kilómetros sin mucha altimetría pero con mucho calor, que no me sentaron muy bien. La clave está en continuar aumentando la carga y quitarme los tres kiletes que me están lastrando e impidiendo dar ese pequeño salto que necesito.

Mantendré la esperanza porque tengo algo menos de tres meses para regresar a Serón, en un trail de 34 kilómetros bastante duro, y si no llego en condiciones lo pasaré mal.

 


No hay comentarios :

Publicar un comentario