RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 11 de mayo de 2019

SEMANA DEL 27 AL 3: YA NO CREZCO

La semana en la que hemos finiquitado abril ha sido aquella en la que he notado que he dejado de crecer. Quizá el ritmo de competiciones, quizá el hecho de no terminar de alcanzar el pico de forma, el caso es que no he conseguido tener buenas sensaciones.

Este es el resumen:
  1. Sábado 27: 26 kilómetros en la quedada con mis amigos de Despeñaperros, Aurelio y Paco y un montón de corredores más. Lento, pero el tendón de aquilés me dio la lata.
  2. Domingo 28: salida con los del Extenuación en la zona del Peral, para hacer 14 kilómetros en la que me sentí sin ritmo ninguno.
  3. Lunes 29: 12 kilómetros que hice en solitario y por la mañana ya que ese día no trabajé. Idem, no hubo buenas sensaciones.
  4. Martes 30: entreno con Mercedes subiendo al Ángel y regresando por el circuito de la aguzadera. Traté de forzar un poco el ritmo, al final me encontré algo mejor.
  5. Miércoles 1: Merche y yo despedíamos abril y festejábamos el trabajo con una tiradilla por las sendas de la Sierra del Peral, 10 kilómetros en los que de nuevo no encontré mi sitio.
  6. Jueves 2: sesión de gimnasio para hacer algo de bicicleta, 7 kilómetros. El sábado teníamos competición.
  7. Viernes 3: descanso.

Conclusión: sensación de estar cansado y con molestias, sobre todo en el tendón de aquilés. Parece que no hay forma de coger el pico, y conforme entra el calor lo veo más difícil.

 

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