RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 24 de enero de 2019

MARTES 23: ENTRENO MENOS DESAGRADABLE DE LO PREVISTO

El martes pasado lo que menos me apetecía era salir a correr con el frío y de noche, pero en mi afán de que la rueda siguiese girando (debía suponer el 25º entreno consecutivo), me cambié de ropa "haciendo de tripas corazón". La verdad es que cuando comencé a correr todo se simplificó y descubrí, para mi regocijo, que no iba a ser un penadero. Las molestias recurrentes de mi pierna izquierda pasaron desapercibidas y el frío pronto dejé de notarlo. El circuito elegido fue el del Restaurante de la Aguzadera para pasar por detrás del cerro del mismo nombre, aparecer por el carreterín asfaltado que sale a la Carretera de Daimiel y en lugar de coger éste hacia el pueblo, tomar dicha carretera y desde ahí llegar al Parque Cervantes y a casa. 9,5 kilómetros sin referencia de tiempo, ni falta que hacía.

Este fin de semana sí que resultará difícil sacar adelante dos entrenos completos, ya que viajamos a Murcia donde Mercedes correrá su quinta maratón de asfalto, la primera que correrá sin mi compañía.


No hay comentarios :

Publicar un comentario