RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 23 de septiembre de 2018

DOMINGO 23: CORRIENDO CON LAS PIERNAS BIEN DOLORIDAS

Esta mañana tocó salir a correr justo cuando ambos teníamos las piernas bastante cargadas del esfuerzo del día anterior, que había sido considerable. El caso es que cuando eché las primeras zancadas noté que me encontraba bien. Merche lo llevó algo peor. Fuimos al Peral por el camino del mismo nombre y regresamos por el camino que lleva a la Carretera de San Carlos del Valle, desviando por los olivos hasta encontrar nuevamente el Camino del Peral.

13 kilómetros que me sentaron bien y que para ella fueron una buena sesión de aumento de estrés a sus cansadas piernas.



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