RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 24 de junio de 2018

COSAS QUE DEBÍA Y QUE POR DEBERLAS ME HICIERON SENTIR CULPABLE

Anoche la voz de mi conciencia me sacudió el alma, y tras soportar su breve monólogo acabe descubriendo que en realidad no escuchaba a mi yo interior más moralista, no era mi conciencia la que me hablaba, sino el espíritu de este blog que había tomado una forma etérea saliéndose de la red y metiéndose en mi cabeza. Han sido tantas las horas que he pasado "buscando Zihuatanejo", y, lo que es peor, es tanto el tiempo que llevo en otra nebulosa distinta que estuvo bien recibir noticias de este ente, para hacerme espabilar y hacerme entender que tengo que sacar huecos para poder atenderle, y si no corro el riesgo de que me persiga hasta en la nada futura.

Es por ello que hoy domingo aquí en mi despacho, en mi buhardilla habilitada como lugar de trabajo, soporto el calor que desprende el techo, sudo y pienso a la vez, y es el segundo verbo el que más me atañe, el verbo que tiene que llevarme a volver a hacer visible a este espíritu burlón que tanto me ha dado en estos últimos casi 7 años

Así que pues eso..., que toca poner este espacio un poco al día.

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