RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 9 de mayo de 2018

SÁBADO 21: EXCEPCIONAL ENTRENO DE CASI 32 KILÓMETROS EN ALDEAQUEMADA CON MERCEDES

La última tirada exigente de mi mujer antes de iniciar su periodo de tapering preparatorio para sus 101 kilómeros de Ronda. Habíamos decidido ir a Aldeaquemada, un lugar donde no había corrido antes, ¡mientro!, sí que había corrido, en el 84 y en el 85 cuando estuvimos acampados allí y yo hacía atletismo, pero eso casi no cuenta por ser una historia demasiada vieja. 

El caso es que marqué un circuito que prometía interesante, y no nos defraudó para nada. A las 10 de la mañana salíamos de Aldeaquemada dirección a Las Cimbarras, y menudo disfrute de cascada, con bastante agua aderezando las vistas, luego terminar la rutita circular hasta el aparcamiento para coger la pista hacia El Cimbarrillo, y yendo por un paraje precioso en paralelo al Arroyo de Martín Pérez que bajaba haciendo ruido por la fuerza del agua. Estupendas fotos las que nos echamos en dicho paraje, para luego volver y coger la pista en ascensión hacia el Arroyo de la Nava. Merche no llevaba buenas sensaciones, quizá por estas en "esos días", así que medio agotada y medio a regañadientes iba avanzando conmigo a sabiendas de que no le quedaba más remedio que sufrir esta tirada. 

En el casi 11 tocó cruzar el Río Guarrizas, para lo cual tuvimos que descalzarnos, y tras esto seguir subiendo pista para arriba, en los que quizá fueron los peores minutos de mi mujer. En el 15 continuando por la pista, pasamos una valla que impedía el tránsito de vehículos y continuamos subiendo, cuando ya apretaba el calor. No fue hasta el 18 cuando por fin comenzamos a bajar por la pista, y la verdad es que era un disfrute ver el campo tan verde, con tanta agua, con el inicio de la floración, etc. 

En el 25 pasábamos por un nuevo arroyo que bajaba lleno de agua y nos refrescamos un poco, y desde ahí tocaba la subida hacia Aldeaquemada, una pasada de vistas. La última bajada a Aldeaquemada fue una pasada y llegamos al pueblo tras haber recorrido 31,7 kilómetros en unos muy discretos 4 horas y 40 minutos, porque habíamos hecho diversas paradas, pero el objetivo estaba cumplido.

He aquí unas buenas fotos que muestran con imágenes la aventura:











No hay comentarios :

Publicar un comentario