Y llegó ese momento. La escalada de mi mujer ha sido constante, sin mirar nunca atrás, y ahora puedo decir ¡quien te ha visto y quien te ve!, ya no recuerdo a aquella chica que daba de lado al deporte, sólo veo a esa guerrera que no hace más que avanzar de reto en reto, y el de mañana, Merche, es mayúsculo
Por el camino, ha ido preparándose como suele hacerlo ella, sin agobios, sin sobrecalentamientos, sabedora de sus fuerzas y de sus debilidades. Tras la Maratón de Valencia, algunas pruebas de montaña, entre ellas la dura MAMOCU, alguna tirada no excesivamente larga, y ya está preparada, al menos lo está de coco, y creo que también de piernas.
Probablemente, por no decir con toda seguridad, sea la primera valdepeñera (afincada en Valdepeñas) que haga esta prueba, probablemente sea la primera mujer de mi comarca que acometa un reto de más de 100 kilómetros, pero no basta con intentarlo, ahora hay que conseguirlo. ¡Yo estaré animándote!
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