RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

viernes, 29 de diciembre de 2017

JUEVES 28: UN ENTRENO CARGADO DE ESPERANZA

Ayer, un poco antes de que anocheciera salimos Merche y yo a realizar una tiradilla, aprovechando que la lluvia había dejado el terreno más blandito, y con la esperanza de que no me doliera mucho. Salimos muy suavito y las sensaciones fueron mucho mejores de lo que había esperado, sin apenas sentir molestia alguna. Conforme fui calentando la ausencia de problemas me fue invitando a aumentar el ritmo y así fui llevando a Mercedes hacia un buen entreno. Llegamos al Peral en 37 minutos y regresamos por el camino que baja a la Carretera de San Carlos para coger por los olivos y tomar hacia el Camino del Peral de nuevo, con largos cambios de ritmo y recuperaciones más breves que nos hicieron completar lo que considero un muy buen entreno para ella y un buen entreno, dadas las circunstancias, para mi. Sin molestias, todo un premio que se suma al del lunes. Completamos 12 kilómetros y medio, a ritmos muy dispares con una media discreta, lo hicimos en 1 hora y 13 minutos.


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