RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 9 de diciembre de 2017

DOMINGO 3: PEDAZO DE FRÍA TIRADA CON LOS EXTENUADOS DEL EXTENUACIÓN VALDEPEÑAS

Nos habíamos inscrito a un entreno grupal con los del club. Hubo que hacer un esfuerzo considerable en una madrugada muy muy fría, para levantarse a eso de las 7 de la mañana. Habíamos quedado en el Parque Cervantes con el resto de compañeros, donde un autobús nos estaba esperando para llevarnos a una aldeita llamada La Calera, en una zona situada cerca de Alhambra. Había grabado el recorrido en la aplicación de wikiloc en el móvil, y se veía desde el mapa una zona de uso cinegético, no de cultivos en las inmediaciones de las Lagunas de Ruidera.

Cuando nos bajamos del autobús tuvimos que hacer un valiente esfuerzo para posar en la foto y decidir salir a correr. Mis primeras zancadas fueron difíciles ya que llevaba bastante agarrotada la pierna izquierda en la zona alta de los isquios, como viene siendo habitual en los últimos tiempos. Así que salimos últimos y me costaba ir al ritmo propuesto. Pero poco a poco fuimos avanzando, y comprobé como Merche y yo nos poníamos en la parte de delante, al tiempo que nos desperdigábamos en varios pequeños grupillos. El recorrido no era muy exigente pero el frío era tal que costaba avanzar. Aún así las rampas y repechos cortaban bastante el ritmo. Sin embargo, pasada media hora Merche se puso el mono de trabajo y comenzamos a realizar kilómetros más cercanos a 5´ que ha 5´y medio, incluso llegamos a hacer uno en 4´52´´ y todo mientras mi mujer charlaba con nuestro amigo Juan de Dios. Como viene siendo habitual, conforme fue avanzando la sesión ella fue encontrándose mejor y nos ventilamos los 17,4 kilómetros en un buen tiempo, resultando un magnifico entreno en 1 hora y 34 minutos, a 5´24´´ de media, con tanto frío, tanta ropa, tantas cuestas y por terreno tan irregular. Merche ya está para bajar de 50´en el 10.000, de eso estoy seguro.

En cuanto a mi, una vez que entré en calor las molestias de mi pierna desaparecieron más o menos aunque no me encontré en ningún momento suelto. Es lo que me toca vivir.


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