RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 15 de mayo de 2017

JUEVES 11: MERCHE ESTABA QUE SE SALÍA: RECUPERADA

El jueves salimos los dos a correr para evaluar cómo se encontraba ella tras el gran esfuerzo de los 63 duros kilómetros disputados. Nos fuimos por el Camino de Membrilla para hacer el circuito de los cerros de la aguzadera y pronto sentí que iba bien, incluso le imprimí ritmo y ella respondió. Por mi parte iba muy muy suelto, mejores sensaciones incluso que las de los días anteriores. Capeamos bien la cuesta de la vía de servicio y una vez llegados al inicio de la Avenida de las Tinajas tiramos hacia el Parque Cervantes para que nos salieran 10 kilómetros. Fue una buena finalización de entreno, sin molestias para ninguno de los dos y demostrando mi mujer su buen estado de forma y su rápida recuperación.

Con este entreno daba por finalizada la semana que entre pitos y flautas me había llevado hasta los 85 kilómetros, con competición traumática incluida. Sentía para mis adentros que mi estado de forma es bueno, que hacía tiempo que no me encontraba tan bien, pero una cosa es sentirlo y otra cosas es plasmarlo.

Por su parte Mercedes cerraba la semana con unos muy buenos 79 kilómetros, y tan sólo en tres sesiones, pero claro, es que el sábado había disputado la ultra. Muy bien en su recuperación y aceptando el reto de volver a competir en un duro trail a tan sólo 7 días de un esfuerzo tan grande como el del domingo anterior. Mentiría si no admitiera que temía que se lesionase.


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