RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 1 de abril de 2017

MIÉRCOLES 29: ENTRENANDO UN MINITRAIL DE 10 KILÓMETROS

El miércoles era el día en el que Mercedes se incorporaba al trabajo de los entrenamientos, tras dos días de merecido descanso para sus piernas. Yo aproveché que llegué antes a casa para irme por mi cuenta. Decidí ponerme en "modus trail" a la vista del compromiso que tenemos este domingo con el IV Reto Víctor Araque de Jamilena, Jaén. Mejores sensaciones que las del día anterior, y por fin sentí las piernas descargadas. Aún así salí con las Saucony Peregrine, que a Mercedes le van muy bien pero que a mi, sin embargo, no me acaban de encajar, ya que me siento un poco encorsetado con ellas, aunque les reconozco su respuesta en la montaña. Tomé un camino de subida por la parte derecha del Cerro del Ángel, hacia el Norte, y luego bajé al camino que tomó cuando mi trillado circuito de los Cerros de la Aguzadera, para subir después por una senda que lucía muy bonita con la siembra tan verde. Llegué a lo alto del cerrillo que hay tras el cerro grande y en lugar de bajar hacia la vía de servicio tomé la senda pedregosa de la derecha, para acabar bordeando los cerros de detrás y regresar campo a través en paralelo a la vía de servicio de la autovía. Llegué al carreterín del cerro, recién asfaltado, por cierto, y subí por él con sensaciones mejoradas, y luego tomé un camino empinado hacia lo alto, bajé por el carreterín y subí nuevamente por el caminillo intermedio, para bajar por última vez por el camino orientado hacia el sur. Ahí me dejé caer para probar mínimamente mi técnica de carrera en las bajadas, y al paso medir el estado de mis isquios; lo primero regular pero bien lo segundo. Cuando llegué abajo giré a la izquierda y en seguida tomé la tierra campo a través comiéndome la labranza de los terrenos. Llegué a casa tras casi 10 kilómetros recorridos y algo más de una hora de sesión. Una vez allí hice abdominales, estiré bien los isquios y me sentí genial por llevar tan bien la semana.

En cuanto Merches, se fue a hacer un circuito circular bordeando el Parque Cervantes y le salió casi una hora. Estaba contenta por no encontrarse demasiado cargada.


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