RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 15 de enero de 2017

DOMINGO 15: EN SIETE DÍAS REGRESO AL PUNTO DONDE ESTABA

Como si del juego de la oca se tratara caí en en la casilla de "el pozo" y me quedé tres partidas sin jugar, ahí parado, todo un retraso que incluso pintaba peor, podría haber tenido que regresar a la casilla de salida. Sin embargo cuando por fin me tocó turno encadené dos seis dobles y en nada me veo otra vez donde estaba antes de que me saliera la fatídica jugada del pozo. ¿Qué quiere decir esto?, que 8 días después de lo que parece ser que finalmente ha sido una contractura en el biceps femoral de mi pierna izquierda (la buena, la nunca daba problemas), he podido correr prácticamente con molestias cero, y eso después de que ayer hiciera una tirada larga de 21,5 kilómetros con subida a las molinos eólicos incluida. Hoy iba a ser una sesión de transición, donde no había que forzar, prácticamente ir suave, pero me he sentido bien y he tratado de ir ganando terreno, apretando por fases, yendo cómodo, eso sí, no he medido ritmos. He podido seguir, de haber querido, pero ya llegando a casa me he encontrado con Mercedes que iba hacia la zona del Hotel El Hidalgo en su "tirada larga de ritmo medido", para ella un entreno muy importante, así que cuando he llegado a casa me he pasado rápidamente el rulo por los isquios, un par de minutos estirando y he cogido el coche para ir a buscarla y seguirle. La he encontrado en un punto de la vía de servicio entre el citado hotel y Bodegas Navarro López (empresa donde tuve el gusto de trabajar tres años), y la he seguido por la vía controlando con mi garmin su cadencia. Se le veía cómoda y cuando hemos llegado a la gasolinera Shell, donde normalmente solemos coger el Camino Carretas para regresar en oblicuo a casa, le he dicho que siguiera por la vía hacia Consolación, el barrio de Valdepeñas que se encuentra a 15 kilómetros entre mi localidad y Manzanares. Siempre a ritmo controlado entre 5´45´´ y 5´50´´ la he visto constante y cómoda. No le ha costado mucho alcanzar el puente que tenía que cruzar para su regreso. En la vuelta ha apretado, conforme estaba marcado en el plan, y se ha puesto a correr entre 5´30´´ y 5´40´´. El entreno ha terminado en el Hotel el Hidalgo justo para hacer 21 kilómetros a un ritmo medio de 5´50´´, pero claro, contando con que los primeros 5 kilómetros han sido de calentamiento casi todos por encima de 6´. Muy buen entreno para ella.

En estos momentos no barajo la posibilidad de no correr en Castellón, y estoy dudando si hacerlo con Mercedes o en solitario. La idea es correrla individualmente y si de aquí a la fecha marcada todo va rodado y lo de los isquios queda como un mal susto, así lo haré.


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