RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 1 de diciembre de 2016

LUNES 28: INTERVAL EXTENSIVO MEDIANO

El lunes tocó llevar a cabo una sesión de interval más corta de lo que venía haciendo en otras temporadas, en las que me iba claramente a los 2´30´´ incluso 3´en los cambios de ritmo. Tenía planificado correr durante un 1´ exacto en torno al 70% de mi ritmo de competición en 1.000 metros, que estimo en 3´20´´ siendo muy optimista. Eso suponía cambios a 4´10´´. Tras calentar durante unos 10´comencé con el programa de carga, sin mucha motivación la verdad, porque de noche y con el fresquito ya se sabe, cuesta entrar en faena. Aún así no comenzó mal, aunque podría haber ido mejor sin hubiera sido por las molestias que no me abandonan en la pierna derecha (zona interior de la parte baja de la rodilla y también músculo poplíteo). No hice mala subida por el Carril del Yeso e incluso fue mejor el asunto cuando comencé mi regreso por la zona de la escombrera que lleva a la Carretera de La Solana. Así que conseguí sentirme bien bajando por el Camino de Membrilla con los constantes cambios a razón de 1´ fuertes y  1´30´´ suaves. Desvié al llegar a la zona del carril bici por donde sale el camino hacia la parte de atrás del cementerio, y rodeando el muro del mismo sentí lo que suelo sentir cuando hago este recorrido de noche: que al girar por una de las esquinas me voy a encontrar con un espíritu que va absorber mi vitalidad. Nada de eso ocurrió, afortunadamente. La bajada por el carreterín fue buena y también lo fue por el paseo que regresa al pueblo, así que conseguí realizar 12 kilómetros, de los cuales unos 10 con cambios que me sentaron bien, tanto que he decidido repetir la fórmula para ver los avances.


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