RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 28 de noviembre de 2016

DOMINGO 27: OTRA TIRADA DE 16,50 KILÓMETROS ESTA VEZ CON MÁS CALMA

El domingo por la mañana tocaba volver a salir. Merche iba a hacer lo propio pero decidimos no correr juntos. En buena lógica se debía tratar de un entreno suave, para no cargarme, pero no me sentía contento con el entreno del día anterior, y a veces ocurrer que por pura rabia me salto el entreno suave y realizo una sesión más exigente de lo que toca. No fue el caso porque en mi cabeza tenía claro que no debía forzar para no empeorar más que lo que tengo. 

Cogí el Camino del tanatorio viejo y llegué hasta los pinares del kilómetro 6. Aparecí por el Camino de las Casas de Santa María y en seguida subí por un camino estrello e irregular que me llevaba al camino donde está la Finca de la Gatera. Ritmo suave, sin ser lento, sin ir cómodo del todo, pero mejores sensaciones que las del día anterior. Bajé hasta la vaguada y de ahí una considerable subida hacia el Albergue Juvenil del El Cañaveral, aparecí por el Paraje de las Aguas y de ahí a casa tomando el camino que deriva en el del Peral. Desconozco la media, pero sí que sirvió de entreno regenerativo, quizá más rápido de lo que debiera, aunque había poco que regenerar por el mal entreno del día anterior.

Por resumir: sigo intentándolo porque no sé hacer otra cosa. No me he ganado el derecho a progresar...

La buena noticia vino de parte de Mercedes, que correr sin apenas molestias el viernes, hacía 11,30 kilómetros a un ritmo muy bueno para ella, concretamente a una media de 5´31´´. Viendo los datos de su garmin compruebo que está en muy buen estado de forma, marcando kilómetros a 5´08´´ y yendo por caminos y ella sola. Quizá no debería haber forzado después de estar lesionada y de venir de bastantes días de inactividad, pero al menos la sesión le sirvió para coger confianza ya que no tuvo molestias y para darse cuenta que está a tiempo para coger la Maratón de Castellón cuan si fuera un toro, es decir, por los cuernos.

Siento envidia sana...

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