RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 28 de noviembre de 2016

SÁBADO 26: 16,25 KILÓMETROS. HABRÁ QUE MEJORAR MUCHO

El sábado tocaba volver a realizar un entreno similar al del sábado anterior, unos 16 kilómetros, y es que la idea es ir llevando a cabo sesiones de distancias medias a un ritmo constante y poco a poco ir aumentando la distancia. Para no aburrirme tocó realizar el mismo recorrido que la semana anterior, pero comencé en sentido contrario, iniciando el mismo por la vía de servicio de la A4. Sin ser malas sensaciones, NO acabo de notar las mejoras que busco. Las molestias no acaban de remitir y me cuesta coger un ritmo constante en el que pueda ir cómodo. Por tanto, me ocurre que me pongo por debajo de 4´45´´ durante unos minutos y a continuación en otro tramo, no soy capaz de mantener la cadencia. Eso fue lo que volvió a ocurrir el pasado sábado, aunque no tengo información del ritmo que llevé ya que decidí no darle ni al crono. Sólo a ratos conseguí ir cómodo, porque en otras ocasiones sentí justamente lo contrario. ¿qué pasa conmigo?, no lo sé, no logro ser regular, y por ello no logro avanzar, no consigo mejorar.

En mi descargo decir que las sensaciones finales no fueron peores que durante el resto por lo que se puede decir que los 16,25 kilómetros que realicé no pesaron más al final. A veces veo luces tras mis entrenos y otras veo sombras. Parezco bipolar, quizá lo sea, pero es que es la realidad, me encuentro con sentimientos enfrentados de forma que no hay manera de conseguir ser optimista y dejar atrás la oscuridad.

Por otra parte no se me acaban de ir las molestias en la parte inferior de la zona interna de mi rodilla derecha

Seguiré peleando, no cabe otra.

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