RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

sábado, 29 de octubre de 2016

SÁBADO 29: A LUCHAR CONTRA LOS MOLINOS (EÓLICOS) QUERIDO SANCHO (QUERIDA MERCHE)

Era el último obstáculo, y ya no muy complicado, antes de nuestro reto de la Doñana Trail del sábado que viene (son las 20 horas y para esta hora la semana que viene me gustaría estar pudiendo disfrutar con Mercedes el haber finalizado juntos esta aventura)

Pero eso es el futuro y ahora toca contar como se ha dado la antepenúltima sesión de este plan. Esta mañana decidí realizar un entreno corto pero de cierta intensidad, consistente en dos subidas a la Sierra del Peral, cada una de ellas conlleva salvar 200 metros de desnivel positivo. Eso sí, fuimos hasta el Peral en coche, para no alargar mucho esta última prueba en un momento del tiempo tan delicado. Pues bien, comenzamos el entreno con bastante soltura y bastante frío también, ya que había niebla y estábamos a 9 grados. Aún así íbamos en manga corta y por momentos Merche se quejó de tal circunstancia. Ya subiendo por el camino hacia el cerro la niebla se fue levantando y con estas fuimos entrando en calor. Mercedes subió a ritmo constante la dura subida, sin pausa y sin altibajos. Tras llegar a lo más alto no hicimos parada alguna y bajamos suave para no forzar. Llegados a la casa que hay en mitad del recorrido dimos media vuelta y otra vez para arriba. La segunda subida fue aún mejor, a mayor ritmo, y también de un tirón. Bajamos a mejor cadencia y con más soltura, y llaneando lo hicimos aún más rápido, y de ahí hasta el coche. Salieron 14,5 kilómetros en un discreto tiempo de 1 hora y 40 minutos, pero a tener en cuenta que de la distancia total teníamos unos muy duros 5 kilómetros.

Contentos por varias razones: la primera es que ahora sí que podemos decir que está terminado este largo plan que nos ha traído hasta aquí; quedan dos sesiones para mi mujer que serán meramente testimoniales, para mover las piernas. La segunda razón es que noto sus progresos, que son evidentes, la veo más fuerte, más asentada y creo que lo puede hacer bien en tierras andaluzas; la tercera y última es por el hecho de que de todas las preparaciones que hemos llevado a cabo para grandes retos, esta tercera ha sido con diferencia la mejor, la de menos incidencias y mejores entrenamientos. Hace 6 meses no hubiera creído que esto que hemos hecho fuera posible de esta manera.

Ahora a ver qué pasa...

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