RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 30 de octubre de 2016

DOMINGO 30: CORRIENDO SOLO MUCHOS DOMINGOS DESPUÉS

Nuestros domingos se caracterizan por muchas cosas, una de ellas es que toca correr juntos. Sin embargo hoy ha sido una excepción: con Merche en pleno tapering le dí descanso pero yo no me lo podía permitir, así que salí a ritmo medio en una mañana estupenda, con la idea de ir en progresión. Sensaciones que no eran buenas, aunque tampoco malas, al principio, pero con el paso de los minutos, como ya suele ocurrir, me fui encontrando mejor y los últimos 4 kilómetros podrían ser catalogados de bastante buenos. Se nota que ya no estoy lesionado, incluso llevo muchas sesiones en las que ni siquiera arrastro molestias musculares y articulares; me hallo suelto y lo único que echo en falta es coger ese punto en el que correr cueste menos (supongo que ello está mucha gente, ¿cierto?). Hice el circuito de los cerros de la Aguzadera, algo alargado al principio, con lo que salieron 9 kilómetros

No puse el crono a correr y no me fijé por tanto en tiempos, que no está el cuerpo para eso en estos momentos, pero como decía, terminé contento.

Mañana tengo puente, y pasado festivo, así que aprovecharé para mover las piernas y tengo previsto hacer una sesión suavita el miércoles y casi testimonial el jueves, a ver si termino la semana con unos 60 kilómetros que son pocos pero suficientes para estar a unos días de correr una ultra

 

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