Aquel lunes por la mañana tocó madrugar, nuevo hábito que me ha cambiado el ánimo y ha encendido mi motivación. Fui por el Camino Carril del Yeso y aparecí por el Camino de Membrilla. Me sentía bien, no estaba muy cargado de los 28 kilómetros hechos el día antes con Mercedes, así que cuando llegué al carril bici, giré a la izquierda y cogí los caminos que van por la parte de detrás del cementerio; pasé por nuestro campo santo y cogí la Carretera de San Carlos del Valle. Nada que ver con aquellos calurosos, accidentados y desmotivantes entrenos a la hora de comer en Manzanares; a esas horas se corre bien, con ganas y encima se queda uno descuidado. Hice unos 10 kilómetros que venían a sumar buenos números en esa semana. Cero molestias y ya eran muchos días en esta situación
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
miércoles, 20 de julio de 2016
LUNES 11: ENTRENO FRESQUITO Y AL CEMENTERIO PERO NO PARA QUEDARME
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
01:04

Enviar por correo electrónico
Escribe un blog
Compartir en X
Compartir con Facebook
Compartir en Pinterest
Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario