RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 12 de julio de 2016

DOMINGO 10: 28 KILÓMETROS CON MERCEDES EN LINARES.¡ MI MUJER ES UNA CRACK!

Habíamos llegado a Linares el sábado por la tarde dispuestos a realizar nuestra tirada allí, en el pueblo de mi mujer. Merche está cada vez más motivada y concienciada con esto del ultrafondo así que no nos llevamos ropa para salir, tan sólo ropa para correr más todos los accesorios necesarios para la ocasión. La idea era realizar la tirada saliendo desde esta población hacia el Pantano de Las Fernandina y antes de llegar al mismo regresar por la zona de la Urbanización de La Cruz, no sin antes atravesar el Cerro de las Mancebas, un paraje bastante bonito, entre monte mediterráneo, olivos y chimeneas. Así que a las 7 de la mañana ya estábamos posando para la ocasión






Segunda vez que Merche se echaba encima la mochila, mi vieja mochila Quechua, el Sol recién salido nos esperaba en el horizonte y ante nosotros un recorrido a realizar tranquilamente, sin grandes excesos, pero eso sí, otros más de 27 kilómetros....


Cogemos el Camino de Vilches, casi siempre picando hacia arriba,  y Mercedes sin prisas, vamos lentos pero eso no importa mucho; estamos trabajando la capacidad de adaptación a esfuerzos continuados y también entrenamos el peso, beber y comer durante la carrera. En el cuatro y pico, llegamos a la circunvalación a tiempo para echar esta curiosa foto en la que se retrata la carrera de mi mujer, el puente que la envuelve e indirectamente al fotografo.


Cogemos la cuesta, larga cuesta de la carretera JV-5102, que lleva a el Complejo Recreativo de La Garza y por extensión a La Fernandina (localidad y pantano), La Isabela y por último a La Carolina. En la bajada que lleva a las urbanizaciones Llanos de la Encina, Llanos del Arenal y La Alameda cogemos buen ritmo y a Mercedes se le ve muy bien, disfrutando. El ritmo no es gran cosa pero pretendo, como decía antes, entrenar aspectos fundamentales de una prueba larga. En las miniparadas, en las fotos, en cualquier asueto no paro el Garmin para ir viendo la media que sale teniendo en cuenta los descansos, tal y como luego ocurrirá y ya la llevamos por debajo de 7´el kilómetro que está bastante bien. La JV-5102 se convierte en la JV-6035, también de asfalto, pero ahora más carreterín, menos carretera. El paisaje se vuelve algo más abrupto, con más vegetación y tendremos que continuar unos 4 kilómetros más hasta desviar por caminos de tierra.


Cada 45 minutos comiendo, básicamente Merche se toma algún gel y pica frutos secos; cada 15 minutos procuramos echarnos un trago de isotónica o bien agua, y pronto vamos notando que el calor va a hacerse notar, de hecho cuando apenas llevamos 1 hora de aventura ya estamos cercanos a los 30 grados.

Llega el momento de girar, kilómetro 12 y justo cuando lo hago me encuentro con el peor de los escenarios, el camino existe pero enfrente mía hay una puerta metálica blanca cerrada con carteles que dicen que es una finca privada y un coto de caza. Toca decidir qué hacer, así que o bien damos media vuelta y deshacemos lo andado, mala elección, o bien continuamos por el carreterín hacia el pantano para luego regresar por un camino que creo que conozco del año pasado, en este caso un porrón de kilómetros más, o bien, última alternativa, saltamos la valla y sea lo que tenga que ser; esto último es lo que hacemos. El camino es muy cómodo, blandito, pero sin muchas piedras y vamos contentos, aunque algo acojonados ante la incertidumbre de si nos van a pegar un tiro confundiéndonos con una pieza de caza mayor de "colores vivos". Se oye algún disparo, pero pronto nuestros temores se van esfumando, al menos ese tipo de temores...; nos acercamos a una finca en la que se oye ovejas balar, y pronto también oímos a un montón de perros ladrar; ahora tenemos miedo de que estén sueltos y nos muerdan el culete, así que apretamos, pero parece ser que no, que están atados. Trescientos metros más adelante, afortunadamente hay otra puerta metálica de similares características a la primera: es sin duda la salida de la finca, así que la saltamos con buena predisposición  y cogemos el camino público perpendicular que marca la ruta, ruta que por otra parte no hemos abandonado en ningún momento aunque hayamos discurrido por terrenos privados. 

El camino me es familiar y pronto me doy cuenta de que forma parte del recorrido que el año pasado me llevó a Guarromán en una tirada de unos 43 kilómetros. Voy siguiendo las indicaciones que me marca el aparatito y me doy cuenta de que ya no reconozco el camino. Llegamos a una mina abandonada y ahí vuelta a posar...




Llegamos a una zona de invernaderos y placas solares y pronto el terreno comienza a ponerse abrupto. Toca subir para alcanzar el Camino de Radio Faro que nos llevará a la Urbanización La Cruz no sin antes pasar por el mencionado Cerro de las Mancebas. Seguimos disfrutando de lo lindo pese al calor y pese a las cuestas



Por fin llegamos a lo alto, a unas imponentes antenas donde también quedamos inmortalizados




Y desde ahí toca bajar hasta La Cruz no sin antes correr entre inmensos pinares y disfrutar de los monumentos que los mineros dejaron





Llegamos a la Urbanización La Cruz cuando ya llevamos más de 20 kilómetros, pero con las fuerzas aún con nosotros; bajamos, bajamos hasta por fin ver Linares, cuando ya estamos a 34 grados por lo menos..¡mucho calor!


Cuando llegamos al Paseo de la Virgen nos topamos con una fuente de agua fresquita que hace nuestras delicias, ya sólo nos quedan unos 2 kilómetros que hacemos sin muchos problemas. De hecho cuando llegamos a nuestro destino nos dedicamos a callejear un poco para que nos salgan los 28 kilómetros que nos hemos marcado como objetivo. Han sido 3 horas y 25 minutos, hemos ido suave, despacito, pero nos ha servido de experiencia, sobre todo a Mercedes.


No hay comentarios :

Publicar un comentario