El jueves comenzó el día con un profundo remordimiento, y es que el miércoles, dia de curso, día de agobio, me había dejado las zapas en Valdepeñas y al no echarlas en el coche no pude salir a correr. Al final del día, cuando regresaba a casa a las 22 horas y sin cenar, todavía albergaba la esperanza de salir a correr y cumplir, pero entre el cansancio y el hambre me convencieron para tomarme un descanso de esos que te dejan sentimiento de culpa. Por ello tuve la oportunidad de redimirme el jueves, día del Corpus, y es que al ser festivo no tenía curso, aunque sí curre en Manzanares (lo habíamos programado así cambiando ese día por el lunes siguiente). A la hora de comer salí a correr con todo el calor del mundo y llegué extenuado tras unos 10 kilómetros bastante duros. Pero a las 19 horas, ya en Valdepeñas volví a calzarme las zapas y realicé un minicircuito con subida al Cerro del Ángel por la parte de atrás, justo por el mismo sitio por donde unos días antes habíamos corrido Merche y yo. En esta ocasión me metí caña y la verdad es que me salió un entreno corto pero intenso de unos 7 kilómetros que sumados a los 10 del mediodía suponían unos buenos 17 kilómetros de doblaje. Nada de buenas sensaciones, pero al menos la cintura me había respetado.
RELATOS
Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.
martes, 7 de junio de 2016
JUEVES 26 DOBLAJE SUDANDO Y LUEGO SUBIENDO POR LA TARDE
Publicado por
JAVIER AYUSO
en
15:27

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Etiquetas:
ENTRENAMIENTOS
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