RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 2 de mayo de 2016

SÁBADO 30: SE DESPIDE ABRIL Y YO LE DIGO ADIÓS SIN ECHARLE DE MENOS

No pasará ese abril como el mejor mes de entre todos los que colecciono desde que comencé a correr hace ya 5 años y medio. No voy hablar más de lo acontecido y me voy a centrar en mirar adelante, al mayo que se me abre ante mis ojos. En cualquier caso el sábado pasado tocaba iniciar una semana nueva en la que la intención es repetir o mejorar, incluso, los números en kilómetros de la anterior, y si puede ser con mejores sensaciones y más intensidad. No salí por la mañana, ya que me quedé en el despacho trabajando, eso sí, por la tarde Merche y yo cogimos la moto y aprovechando una tarde magnifica, algo ventosa eso sí, nos fuimos al Peral, desde donde salimos a realizar una tirada de algo más de 13 kilómetros. La primera parte era casi siempre subiendo y fui apretando lo justo, pero a la vuelta, por la Carretera de San Carlos del Valle, aprovechamos el asfalto y los toboganes para coger ritmo. Llegamos al Peral con buenas sensaciones, tras realizar 13,2 kilómetros en 1 hora 14 minutos, claramente por debajo de 6´el kilómetro.

Sabíamos que al día siguiente no íbamos a tener descanso ya que habíamos decidido ir con los del Extenuación a realizar una tirada llena de cuestas por Sierra Prieta, de unos 18 kilómetros, así que era buena piedra de toque para ir midiendo la resistencia muscular de mi mujer, y al paso la mía, que tampoco es que esté muy allá.


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