RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

martes, 26 de enero de 2016

LUNES 25: ¿Y TÚ POR QUÉ CORRES?

Analicemos las posibles razones por las qué corremos. Hay una multitud de causas, y en muchas ocasiones para un corredor/a no se da una única sino una concatenación de varias. Yo, a bote pronto encuentro las siguientes:
  •  El placer que siento cuando tengo el reconocimiento de los demás si correr se me da bien o sin ser así la gente aplaude mi esfuerzo.
  • El disfrute que supone conocer otra gente como yo, y sentirnos tod@s un poco especiales por haber encontrado una forma de vivir distinta (cada vez menos especial, por cierto, a juzgar por las horda de runners que asaltan las calles, parques y caminos).
  • Espíritu de superación en el mecanismo-bucle de meta-planificación-resultados.
  • Realizar una actividad orgánica que influye en mi bienestar físico y psíquico.
    Sentir que mi cuerpo está en forma huyendo de las sensaciones de sentirme cansado por la inactividad.
  • Hallar emociones y satisfacciones en las carreras. La adrenalina que se dispara cuando vas a salir en una maratón, el sentirte bien por los deberes bien hechos.
  • Encontrar eso que sólo a veces te llega: el flow corriendo. Dicen que esa sensación que a veces te llega y te embriaga, te sientes como flotando y piensas que no hay otra cosa mejor que podrías estar haciendo en ese mismo instante que lo que estás haciendo.
  • Puro masoquismo que deriva de luchar contra tu cuerpo, su cansancio, estar machacado y sentir que aún puedes ir más allá, más al límite. Una manera de sentirte fuerte de espíritu (lo que no te mata te hace más fuerte).
  • Huir de la rutina, algo que se da en ciertos momentos de la vida de las personas, cuando entran en una edad en la que ni la carrera profesional, ni las relaciones personales ni casi ningún placer terrenal les crea la suficiente motivación como para no caer en barrena al pensar que están envejeciendo. Correr puede ser la manera de sentir que estás haciendo algo que merece la pena.
  • Por la adicción que supone una barrera de salida; dejarlo supondría regresar a lo anterior y aunque no correr no te esté dejando beneficios en ese instante, abandonar supondría una regresión (ganar peso, volver a lo anodino, no tener metas, dejar de conocer gente, dejar de ser un poco masoca, dejar de ser reconocido, dejar de sentir la adrenalina fluyendo, olvidarse de momentos inolvidables, etc).
  • Cualquier otra razón que podáis encontrar y que a mi se me escape en estos momentos
Como veis, muchas razones para seguir corriendo. Pues bien, últimamente mi principal razón estaba siendo la adicción, sin apenas días en los que disfrutase, sin emociones positivas, sintiendo que correr se estaba conviertiendo en esa rutina de la que trato de huir, cuando el masoquismo ya comienza a desagradar...., y todo debido a mi pubalgia, sin lugar a dudas....

Hoy, y cuando digo hoy digo hoy martes, estoy feliz; siento que estoy superando un obstáculo, siento que poco a poco recupero la ilusión por entrenar y que de aquí a no mucho tiempo sentiré el gusanillo de inscribirme a alguna carrera y competirla (sin esperar subir al podio, algo que nunca hice..., me refiero a que nunca subí no a que nunca esperé subir). El viernes completé un entreno de los de antaño, sin flow pero es que el flow sólo te llega en contadas ocasiones; no hacía falta sentirse flotar, con sentir que uno corría sin molestias ya era suficiente placer. Pero el sábado también disfruté y el domingo corrí con Mercedes sin pensar cuánto quedaba de recorrido. Quedaba saber si ayer lunes podría forzar sin ser un suplicio, así que crucé los dedos y salí a probar: un interval de esos exigentes, con noche cerrada y caminos por medio, largo intervalo rápido y corto el intervalo de recuperación, y estoy agradecido de poder haber entrenado sin notar nada en mi cintura, ninguna molestia, pese a haber ido rápido. Eso sí, no medí el tiempo, bastante tenía con medir mis sensaciones. Algo más de 13 kilómetros que suman y mucho. Hoy ya siento que no sólo corro por adicción.



7 comentarios :

  1. Javier, me alegra de que tu recuperación física y de motivación avance satisfactoriamente, es fundamental que así suceda para encontrarnos en cualquiera de los múltiples casos que nos "hace correr", estoy contigo.

    Un abrazo.
    Emilio Díaz.

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    1. A mi también me alegra que tu también estés obteniendo avances. Un abrazo

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  2. Javier, me alegra de que tu recuperación física y de motivación avance satisfactoriamente, es fundamental que así suceda para encontrarnos en cualquiera de los múltiples casos que nos "hace correr", estoy contigo.

    Un abrazo.
    Emilio Díaz.

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  3. Creo que nunca corremos por el mismo motivo, o yo personalmente.
    Hay días que salgo porque es parte de un plan, otros días porque estoy demasiado estresado, a veces me lo pide el cuerpo o porque he quedado con amigos y así un largo etcétera.
    Correr la mayoría de la veces me carga la pila de la vida!!!
    Un abrazo

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    1. ¡Qué haríamos sin correr!. Me alegra saber que vas a correr el Trail de los Castillos. Yo no me atrevo aún, no hasta que no se me haya ido el problema del todo. No creo que llegase a tiempo

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  4. No recuerdo quien dijo, y yo estoy de acuerdo, que corría por el gran placer que sientes cuando te paras, jeje.

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    1. Pues no es ninguna tontería. Desde luego a mi pasa, que cuando regreso de alguna tirada de esas que cuestan o un trail, cuando llegas sientes placer por la ausencia de sufrimiento y placer psicológico por haber terminado la tarea. Espero que estés mejor de tu lesión. Un abrazo

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