RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 5 de julio de 2015

MIÉRCOLES 1 DE JULIO: SEGUIMOS CON EL PLAN DE HELSINKI

No correr a tope Helsinki me puede llevar a la desmotivación, pero pretendo que esto no ocurra. He pensado que si logro seguir entrenando este duro mes de julio como si tuviese que exprimirme en Helsinki será bueno para mi. Tan sólo tengo que introducir tiradas más largas, aunque más lentas, y de esta forma podría llegar a la Madrid-Segovia con un mínimo para tratar de disfrutarla. Por ello el miércoles, de nuevo de noche, a eso de las 23:30 horas comenzaba el circuito de los cerros de la aguzadera sin mucha prisa, aunque poco a poco fui apretando y ya en la vía de servicio cogí un ritmo adecuado a lo que se debería entender con una sesión de cierta exigencia. Llegado a la falda del Angel bajé unos 450 metros hasta el punto marcado para hacer mis series, que de eso se trataba esa noche. En el papel 4 series de unos 530 metros con 25 metros de desnivel positivo. Sin ganas comencé la primera y me sorprendí por la soltura, aunque he de reconocer que la última parte cuesta, valga la redundancia. Las bajadas había que hacerlas al trote, y la segunda, tercera y cuarta no fueron difíciles de hacer y me fui sintiendo a gusto. Tras esto a casa y a buen ritmo también, con lo que me salieron 11,5 kilómetros de bastante intensidad.


No hay comentarios :

Publicar un comentario