RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 9 de julio de 2015

DOMINGO 5: RÉCORD DE KILÓMETROS DE TIRADA EN ENTRENO PARA MERCEDES

Había que hacerlo pese a que hiciese calor, pese a que hubiera que buscar la motivación y aunque hubiera dudas de cómo iba a responderle el físico a mi mujer. El día antes, mientras yo hacía casi 33 kilómetros ella realizaba una sesión suave de casi 10 donde de nuevo, y de vuelta, había tenido problemas en su pierna derecha, sobre todo de rodilla para abajo. Así que en una decisión movida más bien por una intuición pensé que lo mejor es que corriera con una sola plantilla, algo que parece casi descabellado (no he visto ninguna referencia a este hecho en google). Nos fuimos no todo lo temprano que hubiesemos debido al Peral, eso sí en moto. Llegamos a las 08:30, aparcamos el vehículo y nos dispusimos a acometer una de esas duras tiradas donde la respuesta de Mercedes iba a ser toda una incógnita. Salimos muy suaves y cogimos los mismos caminos que un par de semanas antes había recorrido con Kino y su gente de Membrilla. El calor era ya ostensible pese a ser tan temprano, pero por suerte Merche fue cumpliendo sin mayores problemas y fueron cayendo uno a uno los kilómetros. El ritmo no era gran cosa, pero tampoco era malo y conforme íbamos avanzando en la sesión nos íbamos acercando más y más a una media de 6´10´´, ritmo que firmaríamos ahora mismo para la Maratón de Helsinki. Y así refrescándola cada poco  tiempo y bebiendo isotónica cada 15 minutos, alcanzamos el Camino de Don Bernardo (el del tanatorio vulgarmente). En la cuesta abajo cogimos buen ritmo y cuando hubimos llegado al pueblo cogimos dirección al cementerio, en sentido estricto pero no figurado. Llegados al carril bici de la Carretera de La Solana paramos para rellenar la botella de agua y para refrescarnos bien. A esas altura de la mañana ya estaríamos a unos 32 grados. Fuimos dirección hacia el Peral, pero poco después, siguiendo el circuito de hace tres domingos tiramos hacia el camino que lleva a la Vega, más al Oeste. Esa parte fue dura por el calor, y a Mercedes el Garmin se le quedó sin batería, pero eso no era importante, lo vital es que las piernas le siguieran funcionando y que no tuviera molestias, hecho que afortunadamente se estaba dando. Alcanzamos la vega y fuimos hacia el Camino Carretas para rodear e ir a la zona alta del Peral; a estas alturas mi mujer se vino un poco abajo, fruto sin duda del calor, pero aguantó como una jabata hasta que llegamos al Peral y con la sombra se recuperó un poco. Llegamos a la fuente con 19 kilómetros recorridos, nos mojamos bien, bebimos lo que pudimos y rellené las dos botellas dispuestos a realizar una segunda etapa, esta más corta. Se trataba de hacer un circuito que nos llevase al Paraje de las Aguas y de ahí de nuevo al Peral, y Merche no puso mala cara, así que iniciamos la carrera con ánimos renovados gracias al líquido vital. Los minutos fueron cayendo y el ritmo siguió siendo constante, pero eso sí, la veía bastante recuperada. Alcanzamos las aguas, subimos la pronunciada cuesta, sin dejar de echarle abundante agua por encima, y de ahí acometimos el último kilómetro y medio del entreno. Acumulamos otros 4,65 kilómetros que sumados a los 19 primeros nos resultaron 23,65 kilómetros, récord absoluto en una tirada para ella, y tercera distancia más larga jamás corrida de un tirón.

¡Bravo Merche!, el camino hacia Helsinki se ve ahora un poco más despejado.


No hay comentarios :

Publicar un comentario