RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 1 de junio de 2015

MIÉRCOLES 27: CUESTAS MIEDOS Y ESPERANZAS

Mercedes descansó el martes y a 4 días del Trail CXM de Alpandeire, Málaga, con mucho miedo e incertidumbre por quererlo correr pero no saber si esto sería contraproducente para su lesión, decidimos salir a correr haciendo un poco de cuestas. Inicialmente salimos suave y al llegar a la falda del Cerro del Angel, tiramos por un camino ascendente que mi mujer no conocía. La verdad es que no lo recordaba tan abrupto y comoquiera que se había dejado las zapatillas de trail en casa, cuando el camino dejó de ser tal y pasó a ser senda, pude oir como se quejaba. Peor fue cuando la senda pasó a ser directamente terreno de labranza, y bien pedregoso. Pero Mercedes hizo de tripas corazón y subió sin quejarse mucho. Llegamos a la vía de servicio de la AIV y tras esto al carreterín y comenzamos a subirlo, pero en seguida tiramos por el camino de pendiente considerable que nos deja arriba del todo. Buena prueba para medir si Merche podría resistir en Málaga los 1500 metros de desnivel positivo de la prueba. Pero lo subió bien, sin molestias. Ya arriba bajamos un pequeño tramo de carreterín y decidí que debíamos "descolgarnos" bajando por el otro camino, muy pedregoso, el de la cara sur, y eso hicimos. Tras unos 5 minutos de terreno técnico pudimos comprobar que a mi mujer no "se le había salido la cadera" y regresamos a casa por el camino asfaltado. La euforia hizo que nos pusiéramos a buen ritmo pero entonces decidí bajar el pistón no fuera que terminásemos la fiesta malamente. Algo más de 7 kilómetros, no mucho para mi, pero sí lo suficiente para mi mujer, sobre todo en cuanto a aporte de moral.


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