RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

domingo, 26 de abril de 2015

JUEVES 23: EL SUEÑO SE PARTE EN DOS Y NOS DEJA TRISTES

Como decía en la anterior entrada soñar es tema obligado. Ya decía una vieja canción de la Electric Light Orchestra "Hold on tight to your dreams", algo así como "Aférrate a tus sueños". Sí, aferrarnos, pero a veces es difícil. El entreno propuesto fue largo: tirada de de algo más de 13 kilómetros hecha a ritmo suave y una prueba para ver la evolución de la (paso a llamarla) lesión de Mercedes. Hasta el kilómetro 6 todo en su sitio, pero a partir de ahí la ingle comenzó a darle los pinchazos que últimamente nos amargan la existencia. El regreso no fue malo del todo, porque supo aguantar la molestia, y no fue una cuestión de ritmo, el cual mantuvo, sino de tener que soportar un dolor que no debería estar ahí. Algo no funciona...

Una vez en casa decidimos que pediría cita con la fisioterapeuta, algo que hizo al día siguiente y en ese mismo viernes también le dieron tratamiento, diagnóstico y la mala noticia de que tendrá que estar parada unos días si no quiere que la cosa pase a mayores. ¿qué tiene? Pubalgia aguda que probablemente esté acompañada de tendinitis en la zona tendinosa de la cadera y la ingle. Además tenía la fascia lata en la zona media bastante cargada.

Deciros que no lleva muy bien eso de estar parada y eso que sólo han sido dos días, viernes y sábado y ahora quedan otros tres.


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