RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

miércoles, 7 de enero de 2015

LUNES 5: CORRIENDO FARTLEK CON PRISAS PARA LLEGAR A LA CABALGATA PERO HACIÉNDOLO CON EL MÉTODO POSE

Este pasado lunes era de los últimos de vacaciones y me quedé todo el día con los críos, porque Merche tuvo que trabajar. Después de comer me puse la ropa de correr y salí dispuesto a realizar un buen fartlek por la Vega del Peral. Los lunes es el día de la semana elegido para realizar fartlek en este mesociclo de fuerza que durará hasta el 28 de febrero, así que como me había pasado un par de horas ordenando mi ropero deportivo y había encontrado las Mizuno Precision que tenía medio nuevas ahí medio abandonadas, decidí calzármelas y probar cosas nuevas. Tenía ante mi cambios de ritmo a razón de 3´a 4´10´´ y 2´a 5´ el kilómetro, y también en mente la idea de ir llevando a cabo el método Pose que en una entrada posterior documentaré. Esta técnica de carrera se basa en algunos principios:
  • Una posición de partida con el cuerpo rígido pero algo inclinado hacia adelante para aprovechar la fuerza de la gravedad en el avance.
  • La pierna que se apoya con la rodilla algo flexionada y el apoyo debajo del centro de gravedad, y no por delante.
  • Apoyo con puntera y centro del pie y minimizando apoyo de talón.
  • Concentración en mover el pie libre hacia arriba y atrás para luego rotarlo hacia adelante. Esta idea es la que sustituye a la idea de subir la rodilla hacia adelante. De esta forma la fuerza la realiza los isquiotibiales, pero se aprovecha la elasticidad muscular y sobre todo el pie cae debajo del cuerpo y no por delante, evitando el "talonear", lo cual es un error muy común que crea tensión en los isquios y en las articulaciones de la rodilla.
Ya en el calentamiento lo puse en práctica y aunque cuesta llevarlo a cabo, porque es una forma de correr totalmente distinta a la que yo habitualmente practico, pronto comencé a notar que los isquios de mi pierna derecha no se me cargaban. A los 20 minutos de salir comencé con los cambios de ritmo y lo segundo que comprobé es que a ritmos más exigentes todo fluye más fácilmente, no costando echar la pierna hacia atrás y adelantar la misma antes del apoyo. De esta forma llegué a la Vega del Peral sin carga muscular alguna, y a un buen ritmo, el planificado. Pasé por el Peral siempre concentrado en la técnica y me fui sorprendiendo como a pesar de la exigencia del entreno mis piernas iban más sueltas de lo acostumbrado. Llegué a casa tras realizar algo más de 13 kilómetros en los que tuve los 20 primeros de calentamiento y los 4 últimos de descalentamiento, y entre medias el conjunto de cambios de ritmo que me llevaron  40 minutos exactos, es decir, 8 repeticiones de 3´fuertes-2´moderados. Sacando la media final, tarde 1 horas y 4 minutos lo cual me indica que me salió un ritmo por debajo de 5´el kilómetro, y ello a pesar de la sensación de dificultad al correr, algo que no es más que una sensación, porque esta técnica evita dar zancadas muy largas y también moverse en demasia verticalmente, lo cual provoca que se pierda menos tiempo en el vuelo, y si bien hay momentos en los que ambos pies van despegados del suelo, mi cuerpo avanza más horizontalmente que con mi técnica anterior, disminuyendo el tiempo perdido entre transiciones. Pero lo más importante fue lo descargadas que terminaron mis piernas y sobre todo la zona problemática.

Esto no era más que una prueba y en los días siguientes hay que verificar estos beneficios.

Tras una ducha rápida tuve el tiempo justo para irme con Inés a ver la cabalgata de Reyes. A Jorge no le apeteció (se nota que ya no es un niño y ha perdido la ingenuidad relacionada con ese día tan marcado en la vida de los niños).






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