RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 15 de diciembre de 2014

DOMINGO 14: 13 KILÓMETROS TRATANDO DE HACER MINDFULNESS

Ayer era el segundo día de mi nuevo plan, y quiero sentirme como niño que estrena un nuevo par de zapatos, bueno..., quiero sentirme con la ilusión renovada de cualquier niño sin más y por ello voy a tratar de cuidar esta nueva fase de preparación, a ver si consiguiera un porcentaje de ilusión al menos del 80% del que conseguí en aquella preparación para la Maratón de Valencia 2012, que tan mal terminó, pero que me dejó una forma fisica que se quedó refrendada en los meses siguientes y que culminó en aquella fabulosa primavera de hace más de año y medio. Por ello traté de hacer las cosas bien: cargué el mp3 con música motivante, elegí una buena hora de salida, justo antes de la comida, con una temperatura fresquita pero muy recomendable y un circuito bien conocido de 13 kilómetros casi todo por caminos. La idea era no imprimir mucho ritmo, trabajar esta tirada sin mucha intensidad, pero terminar la sesión con una serie de ejercicios de gomas que rematasen el objeto del entreno. Crucé los dedos esperando no tener más molestias en los isquios y ya desde mis primeras zancadas fui comprobando que tan sólo escuchaba silencio allí detrás de mi rodilla derecha, lo único que sonaba en mi cabeza eran la sucesión de canciones de Beth Hart. Avancé suave, suave, hacia el norte y fui desarrollando una sesión placentera, de esas que dan gusto. Tan bien me encontraba que ya en mi regreso decidí apretar un poco el ritmo y me senti tan bien por la ausencia de problemas en mi pierna que fui disfrutando de cada zancada, de cada segundo, tratando de captar todo lo de mi alrededor, en un ejercicio similar al que muchos ya comienzan a predicar con el llamado "mindfulness", osea, ese entrenamiento de la mente consistente en estar alerta a todo lo que nos rodea sin dejarnos llevar por una focalización concreta pero sin dejar escapar nada de lo que está en nuestro entorno, segundo a segundo. Llegué a casa bastante contento, bastante feliz, tanto que habría prolongado la sesión, pero no era cuestión de eso. Estiré y tras ello hice los ejercicios de gomas proyectados, y las piernas lo agradecieron; tras ello volví a estirar y más agradecidas aún que se quedaron. Creo que hemos empezado el nuevo plan con el pie correcto (yo soy zurdo, no sabría decir si he de comenzar con la diestra o con la siniestra).



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