RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

lunes, 28 de abril de 2014

SÁBADO 26:TODO QUEDO AFORTUNADAMENTE EN UN SUSTO

El viernes no pude salir a correr debido a un desagradable dolor en la parte interna de la rodilla, en la zona del ligamento lateral interno. Era un dolor que supuso una molestia toda la tarde y me provocaba cojera al andar, sobre todo hasta que arrancaba. No le dí mucha importancia y supuse que de podría deber a un mal gesto o giro corriendo. El caso que de madrugada me sorprendió un intenso dolor que me impedía doblarla y extenderla, así que Merche me dió un ibuprofeno y me volví a acostar. Me levanté bastante regular con bastantes dificultades para incluso andar, así que, a pesar de que había descansado el viernes, ya me hice a la idea de que no correría tampoco el sábado, y no sólo eso, peligraba el 10000 solidario de AFAD del domingo, el cual quería correr con mi mujer. Llegué a preocuparme tanto que incluso llegué a pensar que en esas condiciones no podría correr el Trail Sierra de la Mosca de Cáceres del sábado siguiente, el sábado 3 de mayo. Es cierto que los corredores habituales ya conocemos un más o menos amplio espectro de lesiones y sus síntomas, pero este dolor era totalmente desconocido para mí, y me inclinaba a pensar de que se trataba de un esguince de rodilla.

Pasamos toda la mañana en Ciudad Real, de compras y gestiones y a la vuelta decidí irme a correr aunque fuera suavemente, para comprobar si podría correr con Merche en el 10000; así que a eso de las 19:00 me calcé las Salomon Speedcross 3, que son verdaderas ruedas de tractor y me dispuse a correr. Cual fue mi sorpresa al comprobar que no me dolía nada, así que aunque el comienzo fue suave, decidí ir aumentando el ritmo progresivamente. De esta forma lo que estaba pensado como una salida de 4 o cinco kilómetros a ritmo muy lento se fue convirtiendo en una tirada que acabo siendo de esas largas en las que fui ganando poco a poco segundos a la media que marcaba el Garmin, y acabé haciendo un entreno que me dejó más que sorprendido: 22500 metros a una media de 5´04´´, en el que los últimos 10 kilómetros los hice todos por debajo de 4´40´´, casi todos por debajo de 4´35´´, y algunos por debajo de 4´30´´, con unas zapatillas pesadas y de trail, y con bastantes buenas sensaciones. Ni que decir que de la rodilla no tuve ni noticias, ¡increible!. Ya en casa estiré y supe que al día siguiente podría correr con Merche sin ningún tipo de problemas.


2 comentarios :

  1. Cuídate Javier, que te quiero ver el sábado por mi tierra, me alegro que solo fuera un susto.

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    1. Gracias Miguel. Descuida que aunque no hubiera podido correr habríamos ido porque nos encanta Cáceres y además Merche corre la minitrail. En cualquier casi si no ocurre nada raro podré "disfrutar" de vuestro trail, y tiene pinta de que vamos a pasar calorcillo.

      Saludos

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