RELATOS

Una vez iniciado el movimiento supe que no habría marcha atrás, sería difícil regresar a aquello que fui. Hoy soy otro ser: curtido, compañero del esfuerzo, amante de mis kilómetros. Sólo el fin de mis días debería obligarme a parar: ese es mi pequeño sueño.

jueves, 20 de junio de 2013

LUNES 17: HABÍA QUE ENTRENAR PESE A LAS AGUJETAS


Desde que descubrimos que las agujetas son un síntoma que proviene de pequeñas microroturas musculares y no pequeños alfileritos de ácido láctico como nos vinieron diciendo desde antaño, vemos este mal con otros ojos. Hacía tiempo que mis piernas no sentían este característico dolorcillo, pero partiendo del hecho de que lo del domingo no fue un trago normal para mi cuerpo, se puede entender que acabase cómo acabé. Así que, decidido a no descansar, me fui al parque en coche e hice de tripas corazón dispuesto a descargar un poco. Pero como últimamente suele ocurrir en el parque, cuando uno quiere ir suave, llega un grupo de runners del Extenuación que te dan cháchara pero también ritmo, y te ves charlando, eso sí, pero forzando más de la cuenta. Me uní a David Sevilla, Juan Maroto y otro runner que ahora mismo soy incapaz de recordar y me vi rodando por debajo de 5´el kilómetro. A la tercera vuelta me quedé solo y rodé unas cuantas más hasta que Juan Maroto se acabó uniéndose de nuevo, tras terminar de hacer sus series de 200. Al final hice 8 vueltas, es decir, 8 kilómetros en unos 42´, y las piernas respondieron bien, porque conforme se fueron calentando el dolorcillo se fue mitigando.


No hay comentarios :

Publicar un comentario